La semana pasada, la periodista y editora de este diario, Lenny Cáceres, compartió, en la nota titulada Los desconocidos cinco ejes de la ESI su preocupación acerca del desconocimiento que, tanto estudiantes como docentes tienen acerca de los cinco ejes que comprende la Educación Sexual Integral. En dicho artículo, además de describir cada uno de estos ejes, puso en contexto la importancia que tiene abordarlos e integrarlos “de manera transversal en el currículo educativo, adaptándose a las distintas etapas del desarrollo y niveles educativos, con el objetivo de contribuir a la formación integral de estudiantes y fomentar una convivencia basada en el respeto y la igualdad”. Por eso, en la columna de esta semana, se compartirán algunas sugerencias para llevar a cabo la tan necesaria transversalidad de la ESI.
Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino
En el artículo La importancia de lo transversal, publicado en esta sección en septiembre de 2021, se explica que “la ESI es transversal a las currículas de todas las disciplinas, se debe poder abarcar en todo momento porque siempre es oportuno reflexionar sobre los temas que aborda (…) para contribuir a dar respuesta a problemáticas actuales a través del diálogo, la empatía, la comunicación asertiva y la toma de conciencia”, justamente para poder dar lugar a que la ESI atraviese todas las instancias de la escolaridad y no quede reducida al área de Biología o Ciencias naturales, a un espacio específico o a la buena voluntad de un/a docente. Es clave que, en toda instancia educativa, lo que figura como transversal suele no ser prioritario: generalmente lo transversal se pasa de largo… entonces ¿cómo hacemos para que la ESI resulte una perspectiva transversal que atraviese de manera explícita las áreas curriculares?
En el cuadernillo Implementando la ESI como perspectiva transversal en las propuestas pedagógicas de los jardines de infantes de la colección Continuemos estudiando de la Dirección General de Cultura y Educación del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires se explica que “La ESI puede ser parte de una secuencia, unidad didáctica o proyecto, en los que converjan distintas áreas y donde haya variedad en el tipo de propuestas. Allí, las áreas curriculares colaboran, sin lugar a dudas, en figurar posibles caminos para abordar la ESI, al mismo tiempo que la ESI puede enriquecer el trabajo de las áreas, aportando problematizaciones, discusiones, preguntas y perspectivas. De modo que no se trataría, desde la óptica de la transversalidad, de forzar contenidos externos a las áreas de enseñanza, sino de partir de las mismas áreas para desde allí poner en diálogo la perspectiva de la ESI”.
En primer lugar, y para partir de una mirada que ayude a pensar lo transversal como aquello que cruza de un lado a otro, y que permite el enriquecimiento, los equipos directivos deben acompañar y orientar a sus docentes para que generen instancias de igualdad y no discriminación: que no asuman el género de los y las estudiantes en base a su apariencia; que pregunten el nombre y los pronombres por los que quieren ser nombrados; que impulsen actividades que no estén separadas por género, entre otras.
En segundo lugar, generando espacios para habilitar la palabra. Pueden empezar, por ejemplo, de la mano de las efemérides, esas tradiciones sociales, políticas o culturales que forman parte del calendario escolar. Año tras año y semanalmente existen fechas que celebran o conmemoran algún hecho que puede ser una puerta de entrada para hablar de derechos, igualdad, conquistas, necesidades. Otra idea puede ser el abordaje de temáticas de la realidad, de noticias sobre hechos que surgen cotidianamente y ayudan a pensar. La mayoría de niñeces y adolescencias en edad escolar son permeables a los hechos que ocurren socialmente. Desde el celular, si tienen o les comparten sus madres y padres, o desde la televisión encendida en la casa acceden a la información y tienen capacidad de entender cuales son los hechos que se construyen como “noticiables”. Toda ocasión es buena si abre el debate e invita a reflexionar y compartir opiniones o sentimientos.
Y, en tercer lugar, y clave para alcanzar el principal objetivo de la transversalidad, que es el enriquecimiento mutuo, la apertura de miradas y voces, la diversidad como oportunidad de aprendizaje, proponiendo proyectos interáreas. ¿Qué significa esto? Que un mismo tema pueda ser abordado desde diferentes disciplinas o áreas temáticas, por más de un docente de un mismo grado o curso que reúna materiales con secuencias de actividades para el desarrollo de propuestas articuladas a cada área de enseñanza y que tenga como fin generar un producto final que pueda luego ser presentado al resto de la comunidad educativa. Las posibilidades son múltiples y variadas. La ESI transversal es la única manera para que toda la comunidad educativa no se olvide ni desconozca los cinco ejes.
(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino – De ESI Sí Se Habla
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Lenny Cáceres @lennycaceres69