imagen destacada

En la columna de la semana pasada, hicimos hincapié en la importancia de abordar en las aulas la prevención del embarazo no intencional en la adolescencia. En esta nota de hoy abordaremos la importancia que tienen los derechos sexuales y los derechos reproductivos (DDSSyRR) como parte de los derechos humanos (DDHH), los cuales son básicos para toda la humanidad.

Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino

Es necesario que en las escuelas se hable de derechos; que cada niño, niña y adolescente sepa cuales son sus derechos, y entiendan porque son inherentes a todas las personas por el solo hecho de serlo. Explicarles que nacen con la persona y estipulan parámetros mínimos de dignidad y de relaciones de respeto entre ellas y que su protección integral es responsabilidad de los Estados. Que son importantes para promover condiciones mínimas en relación a educación, salud, justicia, trabajo y participación. Pero, por sobre todas las cosas, porque su ejercicio garantiza el respeto igualitario para que todas las personas puedan vivir sin ningún tipo de discriminación. Este principio es el que aporta la caracterización de ser “universales”, o sea que protegen de igual manera a todas las personas, y son las instituciones sociales quienes deben garantizar su real cumplimiento.

Explicar en las aulas, también que los derechos son, indivisibles, interdependientes e interrelacionados. Esto quiere decir que todos los derechos son igualmente importantes para alcanzar la dignidad humana y que unos y otros se potencian entre sí. Nadie debe renunciar a un derecho para acceder a otro, por eso, el Estado tiene la responsabilidad ineludible en trabajar para satisfacerlos. Para esto, existen dos herramientas básicas: las leyes y las políticas públicas.

Emancipar para prevenir
Emancipar para prevenir

La Asamblea de las Naciones Unidas aprobó, en 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos que sentó el precedente para aprobar, en 1979, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y, en 1989, la Convención sobre los Derechos del Niño. Ambos tratados son importantes porque reconocen los derechos de niñeces y adolescencias especificando, entre otras cosas, el derecho de las mujeres a acceder a información y métodos de planificación familiar, y también a recibir una educación libre de estereotipos de género, lo cual es importante también para su formación.

Un dato que adolescentes y jóvenes no deben desconocer es que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) les reconoce como sujetos de derechos, es decir, que legitima el derecho a decidir, opinar y participar en todos los asuntos que les involucren y eso les permite tomar decisiones sobre sus vidas, sus cuerpos y su salud. Al igual que la CEDAW, fue incorporada a la Constitución de la Nación Argentina en 1994. Al igual que al resto de la humanidad, la posesión de derechos y la conciencia sobre los mismos forma parte del ejercicio de la ciudadanía. La ciudadanía es un concepto dinámico: no es algo que está dado, se construye en el ejercicio de los derechos, desde la infancia y en la interacción con instituciones como la familia, la escuela, las amistades o el club. Cuando se habla de ciudadanía se habla de la posibilidad de participar en una sociedad democrática, respetando la igualdad y la libertad de las personas, y asegurando la no discriminación.

Además, las Naciones Unidas, han reconocido los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos, constituyendo una ampliación del derecho a la salud integral y al desarrollo que incluye, por supuesto, a las adolescencias.

Pero ¿Qué implican estos derechos? Según la página del Ministerio de Salud, se los puede dividir en dos grupos:

  • Derechos sexuales: poder decidir cuándo, cómo y con quién tener relaciones sexuales, vivir la sexualidad sin presiones ni violencia, respetar la orientación sexual y la identidad de género sin discriminación, acceder a información sobre cómo cuidarse, disfrutar del cuerpo y de la intimidad con otras personas.
  • Derechos reproductivos: decidir tener o no hijos/as en forma autónoma, sin presiones ni discriminación, con quién/es tenerlos, cuántos y cada cuánto tiempo, así como también recibir información sobre los diferentes métodos anticonceptivos (MAC), el acceso gratuito al método elegido y el acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo (IVE/ILE)

Son varios los temas que se pueden abordar de manera transversal en las aulas y desde varias disciplinas para ayudarles a garantizar sus derechos. En un breve recorrido histórico se pueden citar:

  • La participación de las mujeres en la Revolución Francesa.
  • Los primeros movimientos feministas.
  • El acceso al voto.
  • Las transformaciones familiares.
  • El concepto de salud: desde el concepto de prevención al de promoción de derechos.
  • El derecho a la promoción de la salud sexual.
  • La historia del Programa Nacional de salud Sexual y procreación responsable.
  • La creación del Programa Nacional de Educación Sexual Integral.
  • Causas del surgimiento del Plan Embarazo No Intencional en la Adolescencia.
  • Leyes que promueven la no discriminación por sexo/género, tales como: Violencia de género; Ley de Matrimonio igualitario; Ley de Identidad de género; Ley de talles; Ley de parto humanizado; Ley IVE; Ley de cupo travesti/trans.
  • La importancia de la iniciativa popular para crear y sancionar leyes, haciendo análisis en casos concretos, como se vio en el compromiso de los distintos sectores y organizaciones sociales para garantizar el acceso a la IVE y a la ILE.

Si bien el reconocimiento de los derechos sexuales y/o derechos reproductivos como derechos humanos ha sido reciente, su incorporación a la normativa vigente es fruto de conquistas históricas de las mujeres que abrieron camino para llegar a este presente. Promover una ESI con perspectiva de género y enfoque de derechos permite construir una ciudadanía con capacidad de decidir como vivir una sexualidad libre y placentera.

Bibliografía de consulta con actividades:

 

(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino– De ESI Sí Se Habla

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *