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Innumerables expresiones de repudio a los dichos de Mariano Cúneo Libarona, quien no solo negó la diversidad sexual alegando que “no se alienan con la biología”, sino que desconoce las bases legales y constitucionales de nuestro país.

Sin duda es de una gravedad absoluta tratándose del ministro de Justicia de la Nación Argentina, quien con este accionar habilita y legitima a una buena parte de la sociedad que piensa igual y no duda incluso en utilizar la violencia en contra del colectivo (ejemplos nos sobran) y el ya acostumbrado discurso de odio.

Por Lenny Cáceres*

Voy a insistir mientras viva, hay que hacer un fuerte trabajo de información para la prevención en lo territorial. No podemos pecar de inocentes, el ataque al colectivo LGBTIQ+ se da por varias razones, que pueden variar dependiendo del contexto cultural, social, político y religioso de cada sociedad. Esa realidad existe también fuera de este personaje nefasto. Las redes digitales son muy vistosas y tentadoras, personalmente creo que no alcanza. Un like no nos libera de las violencias, no salva vidas. En el territorio está la realidad cotidiana, esa que las personas transitamos cada día, todos los días.

Herramientas

El 4 de octubre la ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI)cumplirá 18 años, una de las herramientas fundamentales (otra de las cuestiones en las que no voy a dejar de insistir) para abordar el respeto a las diversidades a edad temprana, sin embargo, todavía, cuando vamos a dar un taller en escuelas y colegios, nos encontramos con expresiones negativas, de rechazo y con argumentos similares a los de Cúneo Libarona. Éstos vienen de pibas y pibes; niñas, niños y adolescentes.
Claramente no es una mirada generalizada, pero existe, está y lo expresan.

¿Cuáles pueden ser las razones?

Por un lado, los prejuicios y estereotipos que muchas personas tienen sobre la orientación sexual y la identidad de género que no son heteronormativas o cisnormativas. Estos prejuicios pueden estar basados en la ignorancia, el “miedo” a lo desconocido o la desinformación. Los estereotipos negativos y las ideas erróneas sobre las personas LGBTIQ+ a menudo se perpetúan en los medios de comunicación, la educación y las redes sociales, lo que puede fomentar —de hecho, lo hacen— actitudes de odio y discriminación.

Las normas sociales y culturales juegan otro papel importante, en muchas sociedades, estas normas tradicionalmente se basan en la heterosexualidad y el binarismo de género (hombre y mujer) y pueden considerar cualquier otra identidad como «anormal» o «inaceptable». También sucede con la diversidad funcional; y en algunos contextos, la presión para ajustarse a estas normas puede ser intensa, lo que lleva a la marginación, el rechazo e incluso la violencia hacia aquellos que no las siguen.

Como sucede en este caso, que no tiene solo a Cúneo Libarona con ese pensamiento a nivel del gobierno nacional, la política y movimientos conservadores o nacionalistas pueden utilizar el odio hacia las personas LGBTIQ+ como una táctica para ganar apoyo o distraer la atención de otros problemas sociales y económicos. Los derechos de las personas LGBTIQ+ a menudo se politizan, con ciertos partidos o líderes usando la oposición a estos derechos como un elemento de su plataforma política, como me atrevería a decir que es este el caso.

¿Por qué el ataque al colectivo LGBTIQ+?
¿Por qué el ataque al colectivo LGBTIQ+?

Deseo fuerte puntualizar en la ignorancia y falta de educación. En nuestros más de doce años de existencia como medio de comunicación online tenemos una sección denominada #DeESISíSeHabla a cargo de María Inés Alvarado, de hecho, hace algunos días publicó el artículo “Pensar las diversidades en las aulas” 

Si ponen “Diversidad sexual” en el buscador de la web encontrarán una gran cantidad de artículos, manuales, guías, informes y materiales nacionales e internacionales sobre el tema. El abordaje desde diversos aspectos y miradas. Las agresiones e insultos por las publicaciones ya forman parte de lo cotidiano, aprendimos a ignorar o al menos que no duelan.

La falta de educación sobre cuestiones de género y sexualidad contribuye a la perpetuación de mitos y malentendidos. La ignorancia puede llevar a la falta de respeto y de empatía hacia las personas LGBTIQ+. La falta de representación positiva de personas LGBTIQ+ en la educación, los medios y otros ámbitos sociales puede fomentar la desinformación y la discriminación.  A raíz del patriarcado que aún persiste en nuestra sociedad, las personas LGBTIQ+ pueden ser vistas como una amenaza a estas estructuras de poder tradicionales, lo que provoca reacciones hostiles.

“Lo que aprenden en la casa”

Esta frase la escuchamos y repetimos muchas veces, cuando en la escuela se cumple con brindar información y educar para eliminar las desigualdades, en este caso de género e identidad sexual, nos preguntamos ¿Qué sucede entonces? A menudo, los prejuicios y la intolerancia se transmiten de generación en generación. Las creencias discriminatorias aprendidas en la niñez pueden ser difíciles de desaprender sin una educación adecuada y la exposición a diversas perspectivas.

Otras personas adjudican esta violencia y discriminación a la falta de protección legal. En nuestro país ese no es el punto, tenemos leyes de avanzada, más las internacionales; son otras cuestiones, es Cúneo Libarona y sus colegas de igual pensamiento e impunidad quienes institucionalizan la discriminación y la violencia y habilita a una sociedad prejuiciosa por ignorancia y ombliguista a comportarse de igual manera. Muy peligroso todo… muy.

  • Diversas leyes nacionales garantizan la diversidad sexual y la no discriminación, como la Ley de Identidad de Género, la Ley de Matrimonio Igualitario, la Ley de Reproducción Asistida y el Código Civil y Comercial de la Nación.

  • A nivel internacional, diversos organismos se han pronunciado sobre la identidad de género y la diversidad sexual. En junio de 2011, el Consejo de Derechos Humanos aprobó la primera resolución de las Naciones Unidas sobre orientación sexual e identidad de género.[1]

La combinación de estos factores crea un ambiente donde la discriminación, el prejuicio y la violencia contra el colectivo LGBTIQ+ pueden prosperar y no lo podemos permitir. No hay organismos del Estado a los que podamos recurrir ante cualquier avasallamiento a los derechos humanos, la desprotección es total.

Informar, armarnos colectiva y territorialmente parece ser lo único que nos queda como herramienta de protección y prevención que nos llevará al cambio que tanto necesitamos. Lograr educar, sensibilizar y cambiar estas actitudes, promoviendo una mayor conocimiento, respeto e igualdad.

(*) Periodista feminista abolicionista, directora/editora de Diario Digital Femenino https://diariofemenino.com.ar/Titular de la web de Asesoramiento y Capacitación https://lennycaceres.com.ar/ Autora del libro La transversalidad del género: espacios y disputas.(Ed. Sudestada)

[1] https://chequeado.com/el-explicador/mariano-cuneo-libarona-y-la-diversidad-sexual-que-leyes-y-tratados-internacionales-garantizan-el-derecho-a-la-identidad-de-genero-en-la-argentina/

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