Ante la creciente preocupación de los diferentes sectores sociales por el crecimiento de los juegos de apuestas en línea entre estudiantes adolescentes, se fueron gestando en ámbitos legislativos proyectos de ley para prevenir el juego por parte de niños, niñas y adolescentes, así como para reforzar la protección ante los riesgos del juego patológico. Ya en octubre del año pasado, en la crónica publicada en esta misma columna Con la ESI frenemos el juego, se hizo mención de la creciente problemática que el tema estaba teniendo en las escuelas y como se había “transformado en un fenómeno de salud mental”. En dicho artículo se compartieron algunos materiales que venían desarrollando en España desde hace algunos años, y de la importancia de pensar estrategias de abordaje sobre este tema para trabajar desde el ámbito de la Educación Sexual Integral (ESI).
Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino
La organización civil sin fines de lucro chicos.net, que “promueve los derechos de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en entornos digitales” desde un enfoque de derechos, presentó en los últimos días una actividad para promover el debate y reflexionar acerca del tema. En la misma, se describe a los juegos de apuestas en línea como “aquellos que invitan a arriesgar dinero por un resultado azaroso”, explicando que, en todos los casos, “las posibilidades de ganar son muy bajas y están condicionadas por la suerte de quien juega” y que participar de estas actividades “tiene un alto riesgo de generar un vínculo adictivo”. Si bien “apostar es ilegal para menores de 18 años” pueden “acceder a estas aplicaciones porque no hay suficientes regulaciones que garanticen su protección” y al estar en una etapa de mayor vulnerabilidad, el acceso a ellas es mayor.
En dicha actividad se propone mirar una serie de publicidades de casas de apuestas en línea para propiciar el debate acerca de qué tipo de mensajes transmiten, quienes están detrás de esos mensajes y a quienes están destinadas. Luego se busca trabajar sobre la regulación del juego en Argentina y pensar argumentos relacionados con el cuidado, la prevención y las responsabilidades de los diferentes actores sociales. Termina con una invitación a completar una encuesta anónima para generar espacios de incidencia hacia las autoridades gubernamentales para resguardar los derechos de niñeces y adolescencias, quienes tal como dice Marcela Czarny, directora de Chicos.net en la página de la ONG, “son más proclives a ser vulnerados”.
No está de más recordar que existe un marco normativo para abordar estas cuestiones en el aula. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la promoción de la salud como «el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud” lo cual implica poner en práctica enfoques participativos desde las organizaciones, las comunidades y las instituciones para crear condiciones que garanticen la salud y el bienestar de la ciudadanía. La Ley Nacional de Salud Mental, Nro 26.657, sancionada en 2010, asegura el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas y, se puede mencionar también la Ley de CABA Nro 6.249, de 2019 que crea el Plan Integral de Prevención y Asistencia de Consumos Problemáticos de Sustancias Psicoactivas en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, proponiendo que sea la escuela el lugar donde se proponga la construcción de vínculos para el desarrollo de hábitos de participación social.
Pero, las escuelas no pueden modificar conductas sino se propone un marco legal que ayude a regular la publicidad de apuestas online, la disponibilidad de las plataformas virtuales para jugar las 24 horas, el libre acceso a las páginas de apuestas, sus interacciones constantes con otras plataformas para cargar fichas y la facilidad para acceder a medios de pago como billeteras virtuales, sin controles parentales. Como en Argentina no existe una legislación específica que aborde el juego online, en los últimos meses, 17 provincias dictaron su propia legislación. En las diferentes propuestas se promueve, por ejemplo normas como regular y/o segmentar por edad la publicidad de sitios de apuestas; prohibir la publicidad, la promoción y el patrocinio de pronósticos deportivos, en la indumentaria utilizada por deportistas; restringir el acceso a juegos de azar online a niños, niñas y adolescentes; generar instancias para prevenir y concientizar sobre la ludopatía en infancias y adolescencias; crear una línea telefónica para asistir a adolescentes y sus familias con problemas de adicción a las apuestas.
Pero, sin duda, lo más importante para su abordaje sigue siendo la prevención. En esa línea se enmarca el proyecto presentado por la diputada pampeana María Luz Alonso (PJ-Frejupa) que pretende generar una línea de prevención primaria relacionada con difundir “información de hábitos saludables en relación al juego y uso responsable de tecnología e internet”. Donald Winnicott, en su libro Realidad y juego, de 1971, ya había descripto que es en el juego y “quizás sólo en él, donde el niño o el adulto están en libertad de ser creadores” y que es allí donde cada individuo descubre su personalidad al desplegar su creatividad y libertad para fortalecer vínculos sociales. “El juego es esencial para el ser humano. Sienta las bases para el desarrollo de conocimientos, competencias sociales y emocionales, en cuanto se aprende a crear vínculos, compartir, negociar y resolver conflictos”, dice la diputada Alonso sobre su proyecto de ley. Por eso se hace indispensable regular acciones relacionadas con las apuestas en línea. La problemática no es el juego, sino quienes lucran con la capacidad lúdica y creativa de niñeces y adolescencias que ven en el juego un escape a sus problemas emocionales, sin apoyo de las personas adultas que deben cuidarles y protegerles.
(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino – De ESI Sí Se Habla
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