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En medio de tanta crueldad que impacta en el corazón de la democracia y detona subjetividades, sumando  más sufrimiento a las almas ya maltrechas, repiten, repiten, se escucha, y se vuelve a escuchar, como justificación al desastre humanitario que nos habita con este modelo de DES-gobierno, y… , pero “lo otro”, con “lo otro no se podía más”, y así incorporado casi de modo automático se sigue avalando la vulneración de derechos con argumentos vacíos, mencionando “lo otro”.

Por Mónica Vaccaro*
para Diario Digital Femenino

A un año de tremendo desgaste emocional, pobreza extrema y “ataque” a todo tipo de derechos, nos fuimos convirtiendo en medio de tantas tristezas y pérdidas afectivas en malabaristas de rescate de lo sano, intentando saltimbanquear las violencias (todo tipo de violencias) con que el escenario montado por el poder real, nos sorprende cada día.

Que paradoja esto ocurre el mismo día, 10 de diciembre, en que se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos, jornada que fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948. [[1]]

Preocupa y mucho, como se fue instalando la escalada de violencia, comenzando por naturalizar lo discursivo, e instalar la violencia verbal de modo autoritario y disciplinador, destinando un “vocero” y muchos recursos económicos al servicio de un staff que lo propicie y sostenga, mientras el hambre avanza, el pueblo sufre y se vulneran derechos.

La eliminación del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, posterior a la “prohibición” del uso del lenguaje inclusivo, no fue cualquier señal, la provocación y el desatino son capítulos del “plan”, un plan que va “funcionando” en la medida que cuenta con silencios cómplices que ensordecen. Es así que prohibir, eliminar, reprimir, “desaparecer para siempre” intenta convertirse, en sistemático y aleccionador.

Este es un solo ejemplo de todo lo que, amenazado en principio, se fue “eliminando”, en un país donde el simbolismo del “desaparecer” no es cualquier cosa.

Pues bien, mientras tanto hay grupos de personas movilizadas por el reclamo de sus derechos, conquistas del tiempo de “lo otro”. Y así estamos desde hace doce meses, a partir de que nos desorganizaron la vida y se instaló el terrorismo económico, vamos como podemos, surfeando olas de ominosa crueldad, tramitando nuevas formas para continuar sosteniendo las banderas de las defensas de todos los derechos conquistados, o sea de las ampliaciones que a partir de las luchas colectivas fueron eje humanizador en tiempos de “lo otro”.

Se añoran los tiempos de “lo otro” donde la libertad, entre muchas otras cosas, era el derecho a manifestarse ,y sobre eso escribíamos en Manifestarse, como el amor, es político y revolucionario. .No se reprimía impunemente a jubiladas y jubilados que reclaman ante la vulneración de sus derechos, población sobre la que despliegan un perverso plan de crueldad que se intensifica, HOY hacen filas eternas para reclamar por el acceso a sus medicamentos, mientras despiden trabajadoras y trabajadores del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados/as y Pensionados/as, con las concomitantes consecuencias que las acciones deshumanizantes tienen en las vidas de todas estas personas, maniobras despiadadas y provocadoras de esta índole , deben ponernos en alerta como sociedad, tal que podamos tomar conciencia del impacto subjetivo de estas “des-medidas” sobre nuestras personas mayores, para poder acompañarlas y abrazar sus reclamos.

En tiempos de “lo otro”, mujeres y diversidades, salíamos a las calles sin pedir “permiso” en reclamo del derecho a decidir sobre nuestras cuerpas, conmemorar los días de lucha y marchar con y por el orgullo, tampoco se agredía a familias que acompañan el SER de sus niñeces y adolescencias trans-travestis a las cuales abrazamos siempre.

En tiempos de “lo otro” no se resignó soberanía.

En tiempos de “lo otro” no se amenazaba con cierre de centros nacionales de atención integral de Salud Mental, generando angustia e incertidumbre en usuarias, usuarios y familiares, tampoco se violentaba a trabajadoras y trabajadores con despidos masivos, por el contrario, recordamos que en el transcurrir del evento disruptivo que nos atravesó como humanidad (la pandemia por Covid -19) se aplaudía al mismo personal de salud que hoy se intenta descartar. ¿Será “lo otro”, una gran amenaza porque aloja y respeta la otredad?

La destrucción de lo simbólico intenta ser parte del plan, se atacan los sitios de MEMORIA, se desfinancia su funcionamiento, se sigue intentando “borrar”; me pregunto, el próximo paso, ¿será venir por el 24 de marzo? ¿Para qué no marchemos por MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA? ¿Para que volvamos a los tiempos de la “desmemoria” ?,entonces recuerdo a las Madres de Plaza de Mayo, y parafraseando a Galeano, deberíamos tomar su ejemplo de Salud Mental, ya que se negaron a olvidar en tiempos de amnesia obligatoria.

Un país con leyes de vanguardia a nivel mundial, las cuales hemos listado en NO hay Salud Mental SIN ampliación de derechos y, que recomiendo “repasar” en medio de tanta información confusa y con poco sustento, corre grave peligro cuando el goce está en “atacar desde adentro”.

En tiempos de “lo otro” construimos memoria colectiva en base a historizar por los largos y difíciles caminos al andar, justamente para dar a conocer la “historia completa” que hoy nos quieren modificar, este riesgo se traslada también a otras instituciones que nos representan, o deberían hacerlo, ya que tomando recortes segmentados no se reflejan todas las verdades que hacen a la potencia de las construcciones colectivas.

En tiempos de “lo otro” el acceso a viviendas dignas fue prioritario, la falta de humanidad y compromiso social son síntomas de extrema crueldad y desprecio por la otredad, basta con ver infraestructura en estado de abandono, obras que estaban muy cerca de ser el techo de muchas familias, hoy aún más vulneradas.

Mientras “lo otro” propició, y lo sigue haciendo, el lazo, el encuentro, el abrazo, la escucha alojadora y despatologizante, el modelo extractivista, colonizador y patriarcal, se enamora de la Inteligencia Artificial y la vende como el gran avance “humanitario del futuro”, no tiene nada de humanitario y el futuro es mayor individualismo, fragmentando la oportunidad subjetivante de ser con otres.

Se romantiza una era robótica, que no es avance científico, que en tiempos de “lo otro”, si lo era, sino que es un silencioso desplazamiento de las personas hacia el desempleo, priorizando las ganancias del mercado.

Apenas una descripción en medio de tanto desatino, apenas detalles de lo que en la clínica situada aparece como sufrimiento. Abrimos la puerta a subjetividades cada día más estalladas, atravesadas por la incertidumbre y el padecimiento que trae la falta de recursos económicos para cubrir las necesidades básicas, las angustias ante las incertezas de aumentos desmedidos de tarifas, alquileres y alimentos, mochilas aún más cargadas en quienes tienen-tenemos a cargo las tareas de cuidados (casi siempre las mujeres) también a cargo de los hogares y las crianzas.

La deshumanización y la crueldad de este modelo que intenta disciplinar y cancelar voces, criminalizar los reclamos, reemplazar el sufrimiento subjetivo por el capital, el capital no es humano, nos interpela a la URGENTE construcción y organización de amorosa resistencia, desde los ámbitos personales, sociales, profesionales, laborales, de militancias por el bien común, en los territorios y en todas partes, construyendo comunidad .

En el camino a la construcción de una mejor humanidad, sigo eligiendo “lo otro” y ante la interpelación que intenta quitarle valor al relato por estar “politizado”, respondo, LO PERSONAL ES POLÍTICO.

No hay más espacios para tibiezas, poquedades, ni silencios cómplices que ensordecen, ante un pueblo que sufre mientras se regala soberanía para negocios de poderosas minorías.

NO HAY SALUD SIN SALUD MENTAL.

NO HAY SALUD MENTAL SIN JUSTICIA SOCIAL.

NO HAY JUSTICIA SOCIAL SIN DERECHOS HUMANOS.

SALUD MENTAL ES SER LIBRE VIVIENDO EN COMUNIDAD.

SALUD MENTAL  

(*) Trabajadora de la Salud Mental y activista de Derechos Humanos.

Referencia

[1] https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights

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