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Buenos Aires está quinta en el ranking de femicidios del país y su línea de denuncias recibió 5.500 llamados en solo siete meses. Un proyecto español propone incluir a los hombres en el abordaje de este drama.
Por Clarisa Ercolano
La cifra da escalofríos y bronca: en la Argentina, cada tres días, dos mujeres son asesinadas, víctimas de la violencia de género. Y pese al avance de las campañas que buscan concientizar y alertar, hay un número que duele: en siete de cada diez casos, el agresor fue o es la pareja de la víctima.
Solamente en la Ciudad, la cifra asombra: en siete meses, cerca de 5.500 mujeres sufrieron violencia doméstica en algún grado y recurrieron al 0800-66-MUJER, la línea de teléfono gratuita para brindar asistencia.
De acuerdo con un estudio del Observatorio de Femicidios en la Argentina, que abarca todo 2011, la provincia de Buenos Aires está a la cabeza de este siniestro ranking, con 92 femicidios, seguida por Santa Fe con 27, Córdoba con 20, Salta con 19 y Capital Federal en quinto lugar con 14. En estas cifras se incluyen mujeres que habían realizado denuncias que evidentemente fueron desoídas o que nadie decidió atender. Un error que significa la diferencia entre la vida y la muerte.
Picanas, golpes, fuego: todo pareciera valer a la hora de poner fin a la vida de las mujeres. Tampoco hay que dejar de lado la violencia psicológica, que incluye insultos, menosprecio verbal y todo tipo de descalificativos tendientes a minar la autoestima.
“Hay una mirada desaprensiva por parte del Poder Judicial, por eso muchas veces las denuncias por violencia de género no son tenidas en cuenta, ya que no se lo vive como un problema de particular gravedad”, subrayó la diputada del Frente Progresista María Elena Naddeo a Noticias Urbanas. Pero, ¿qué hacer mientras la Justicia no actúa?
Con ese interrogante, comenzó a tomar forma en la Ciudad el Proyecto Barcelona, que ya fue declarado de interés por la Legislatura porteña y que se enfoca en capacitar y sensibilizar. En una primera instancia, se dictó un curso orientado a la promoción y difusión de herramientas para desarrollar políticas públicas dirigidas al tratamiento de hombres penados por ejercer violencia de género. Otra forma de abordar el flagelo.
En el marco del debate por esta problemática, la Legislatura porteña contó con la visita de los integrantes de Proyecto Barcelona de España, que ya dieron los primeros cursos para aquellos infractores que han sido penalizados por agresiones, riñas o por haber observado conductas agresivas.
“En España hay 70 femicidios anuales y para ellos es escandaloso; nosotros, en la Argentina, tuvimos 282. Allí este tema es una cuestión de mucha demanda pública y campañas. También han desarrollado programas de prevención, de asistencia a las víctimas y de tratamiento para los agresores”, indicó Naddeo, y agregó que “hay poco estudiado e investigado acerca de cómo abordar a las personas violentas, que en su mayoría son varones, por la cultura patriarcal en la que vivimos”.
De todos modos, la diputada quiere dejar en claro que el proyecto no es ni una manera de sustituir penas ni de mediar en conflictos: “No existen partes en conflicto y sí víctimas del sexismo”. Por eso, el objetivo es capacitar a los efectores judiciales y bregar por el reconocimiento de las causas de la violencia de género y su imperiosa necesidad de erradicación.
ABARCAR A TODOS
Está claro que lo que faltan son planes de abordaje y de contención. “Los agresores, en el marco de la violencia doméstica, generalmente no van a la cárcel, sino que tienen restricciones de hogar o separaciones. Entonces, tenemos que ver de qué manera se genera un mecanismo que incida en el abordaje de estos agresores.” “Hay avances, pero el tema de fondo es por qué se reproducen estas conductas violentas, y eso no está lo suficientemente abordado”, concluyó Naddeo.
Marta Lladó, psicóloga y terapeuta de programas de violencia de género que pasó por la Ciudad para reflejar el desarrollo del Proyecto Barcelona en su país, tiene un lema: “Trabajar con hombres protege a las mujeres”. Abordar al violento desde la psicología y la información parece ser un eje más de los tantos que hacen falta a la hora de actuar frente al número de víctimas. La iniciativa, cabe aclararlo, es novedosa por estos lares pero ya inquieta a las feministas más radicalizadas, que al momento de pasar a la acción se diluyen en campañas con más efecto mediático que resultados concretos.
En este sentido, en la Dirección de la Mujer del Ministerio de Desarrollo porteño existe un programa para hombres violentos al que asisten 121 varones de entre 18 y 65 años que hayan generado situaciones de violencia. Lo hacen por voluntad propia pero en la mayoría de los casos llegan allí por derivación judicial.
La lista de opciones para frenar la escalada de violencia machista crece a diario, tanto como el número de víctimas. Por eso, otras alternativas políticas apuntan con dureza a uno de los núcleos del problema. Victoria Donda, diputada nacional por el Movimiento Libres del Sur, exige la “inmediata declaración de Emergencia Nacional por Violencia de Género”. “Son el Estado y este gobierno quienes mantienen sin implementación la ley para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres –sancionada en 2009–, pues su ejecución está en manos de un organismo completamente simbólico y desfinanciado”, aseguró mediante un comunicado oficial.
Desde el Ministerio de Desarrollo Social se advierte sobre los noviazgos violentos, el huevo de la serpiente de la violencia doméstica-conyugal. E indican algunas señales de alerta a tener en cuenta: buscar aislar a la pareja de sus amigos y de su familia; pedirle que trabaje menos o que no lo haga; usar dispositivos de control como, por ejemplo, llamados constantes o mensajes de texto; reaccionar de mala manera cuando no se obtiene lo esperado; pretender un lugar de “víctima” que no es tal; plantearse como una persona con autoridad, a la que hay que pedir permiso y con la que hay que negociar permanentemente.
DÓNDE PEDIR AYUDA
*Línea 137 (acompaña a las víctimas de violencia familiar las 24 horas, los 365 días del año, en la Ciudad de Buenos Aires).
*Lavalle 1250, planta baja. Teléfono: 4370-4600, internos 4510 al 4514. Se atiende personalmente solo a casos de la Ciudad de Buenos Aires, las 24 horas, los 365 días del año.
*Línea Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Teléfono: 0800-666-8537. Todos los días, las 24 horas (existe un programa para hombres violentos).
 
 
 
Fuente: Noticias Urbanas
 
 
 

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