La Presidenta de la Red de Mujeres Mineras Latinoamericanas, María Alejandra Araya, interpela los paradigmas patriarcales del sector, visibilizando los mitos misóginos imperantes en cuanto a la ocupación laboral de la mujer en la actividad minera.
Este análisis propone conmover el status quo de patrones patriarcales que se manifiestan en la ocupación y desarrollo de actividades laborales sesgadas en perjuicio de las mujeres.
Apunta particularmente a la labor de la mujer minera, sus avances y pendientes sin adentrarse a la cuestión de la explotación de los recursos naturales, causas y consecuencias, que será tema para otra columna.
En principio, resulta imperioso reconocer la postergación en cuanto a la ocupación y posicionamiento de las tareas desarrolladas por las mujeres mineras, como así también propiciar su empoderamiento derribando las estructuras binarias para generar oportunidades en más ámbitos laborales sin estigmas.
La entrevista realizada por miembras de la asociación civil EsTila (Espacio de Transformación Inclusiva con Perspectiva de Género) con María Alejandra Araya (Presidenta de la Red de Mujeres Mineras Latinoamericanas) el día 5 de abril del 2023 en la provincia de San Juan, da cuenta de ello bajo el lema “de nuevos ecosistemas laborales hacia la formación de equipos integrados en la Industria Minera“
Araya destacó: “Hay un camino recorrido en la generación de equipos mixtos en el trabajo minero y de la incorporación de la mujer en este nicho productivo, sin embargo así como es necesario renovar la licencia social, también es importante poner en agenda este tema en clave de perspectiva de género, no por capricho sino porque así lo requieren los paradigmas de las políticas mundiales en clave de estrategias de mercado“.
Cuenta Araya sobre el proyecto de ley que se encuentra en el congreso que instituye el 11 de marzo de cada año como el “Día Nacional de las Mujeres en la Minería”, en conmemoración del Primer Encuentro Nacional de Mujeres Mineras.
Del relato de Araya surgen emergentes para ser tenidos en cuenta y poner en agenda pública. Plantea situaciones que incomodan, contextualiza remitiendo analógicamente a <las sufragistas> por el reclamo de las mujeres mineras afirmando, que todo está armado bajo el paradigma patriarcal
Habla del cupo femenino, y lo que significa ser una mujer minera y atreverse a laburar en territorios hechos para los varones.
Con énfasis y paradójicamente rememora el mito de las minas: «la mujer no podía entrar a la mina, porque se caía la mina (…) y propone derribar ese mito, que aún sigue reflejado con el techo de cristal y con los estigmas imperantes en el sector señalando que “es una deuda pendiente”.
Alude -desde su expertise y trayectoria docente- a las matrículas escolares, que a modo de matriz producen y reproducen sesgos desde las infancias, en la elección de las mujeres hacia la orientación de los estudios primarios, secundarios y universitarios, que limitan la consecuente proyección de baja empleabilidad laboral y desarrollo en el sector.
Ese mito ancestral persiste entrampado simbólicamente en el estigma que se vislumbra al momento de decidir la continuidad de estudios: pocas mujeres en la carrera de ingeniería, ya que muchas mujeres eligen desde la matriz patriarcal (…) cómo va a elegir esa carrera si el laburo no le permitiría maternar (…)
El trabajo desplegado en las minas de San Juan, tiene sus particularidades, según cuenta Araya, se trabaja en lugares naturalmente adversos, se descansa 15 días y luego vuelve a trabajar en altura sin bajar de las minas por 15 días, se conmueve el ecosistema familiar.
Araya habla con la posta de ser mujer nacida y criada en la provincia minera y plantea las cosas urgentes que deben revertirse, en cuanto a la formación, empleabilidad y desarrollo profesional de las mujeres mineras.
Por ello es necesario correr el velo una y otra vez para visibilizar las desigualdades estructurales de las sociedades patriarcales y romper la reproducción del rol sistémico estructural que adjudica a la mujer el rol de cuidados, generando un círculo vicioso de vulnerabilidad/interdependencia.
En Argentina del 2023, sólo el once por ciento del personal de minería son mujeres, los salarios siguen siendo desiguales y no hay lugar para ellas en los puestos de poder.
En sintonía con los propósitos de la Red de Mujeres Mineras Latinoamericanas, es necesario poner en agenda, visibilizar el lugar de ocupación y desarrollo de la mujer minera en la actualidad, y revertir los patrones patriarcales desde los diferentes sectores, en particular del grupo empresario, que permean postergando y obstaculizando el derecho al acceso y desarrollo laboral.
A modo de cierre, es importante avanzar en torno a la Agenda 2030- para el desarrollo sostenible- adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015, donde se consensuaron 17 objetivos de Desarrollo Sostenible y 169 metas, a los cuales nuestro país se encuentra comprometido.
Justamente el objetivo de desarrollo sostenible N° 5 establece que la igualdad entre los géneros no es solo un derecho humano fundamental, sino la base necesaria para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible. Facilitar a las mujeres y niñas igualdad en el acceso a la educación, atención médica, un trabajo decente y representación en los procesos de adopción de decisiones políticas y económicas, promueve las economías sostenibles y beneficia a las sociedades y a la humanidad en su conjunto.
Entre las metas para alcanzar dicho objetivo se encuentra: poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas en todo el mundo; asegurar su participación plena y efectiva con igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública.
Por último, el objetivo de desarrollo sostenible N°10 propone la reducción de las desigualdades eliminando las leyes, políticas y prácticas discriminatorias y promoviendo legislaciones, políticas y medidas adecuadas a ese fin, adoptando políticas, especialmente fiscales, salariales y de protección social, y lograr progresivamente una mayor igualdad.
Para repensar y accionar el cumplimiento de los objetivos comprometidos en la Agenda 2030, en vísperas del Primero de Mayo del 2023.
(*) Es abogada de NNYA con enfoque en DDHH, Mediadora Restaurativa Especializada, Operadora en Psicología Social y Docente e’ Learning. Miembra de EsTila.ar (Espacio de Transformación Inclusiva con Perspectiva de Género) @dracasariego @mariapaolacasariego