El 24 de julio se realizó una marcha reclamando “Ni una mujer más muerta por desidia institucional” en la ciudad de San Lorenzo, ante el asesinato de la joven trabajadora estatal Rosa Silva, de 26 años, y su pequeño hijo de 8 años, perpetrado por su ex pareja. La jornada fue convocada por la Multisectorial de Mujeres de Rosario y del Cordón Industrial, quienes señalaron que se trata de un caso testigo de femicidio y de violencia de género.
30 de julio de 2012. La compañera Rosa tenía 26 años, era afiliada de ATE y trabajaba como mucama en el Hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo, pero hacía poco tiempo que vivía en Puerto General San Martín, una localidad vecina.
La historia de su brutal asesinato es también una historia de abandono, desidia e irresponsabilidad institucional. Rosa, junto a sus compañeras de trabajo, había denunciado en repetidas ocasiones la situación de violencia que padecía, pero la policía no las asentaba: las consideraban “exposiciones”. Como quien cuenta una ocurrencia cualquiera.
El 1ro de julio Rosa había denunciado que Walter Luque, su ex pareja, le había pegado en la calle y la había amenazado con quemarle la casa. El jueves 12 de julio, sus compañeras del Hospital, notando su ausencia en el trabajo, acudieron una vez más a la policía que nuevamente se negó a tomar la denuncia, argumentando que tenía que ser presentada por un familiar directo. Finalmente, el domingo 15 al mediodía la policía ingresó a la vivienda de Rosa y allí la encontraron junto a su hijo Adrián, de 8 años, ambos masacrados a golpes. En el comedor hallaron a Walter Luque, autor de los asesinatos y ex novio de Rosa, ahorcado con una cadena.
Convocadas en torno a la consigna “Ni una mujer más muerta por desidia institucional”, Mujeres en ATE, como parte de la Multisectorial de Mujeres de Rosario, junto a sus compañeras del Cordón Industrial, junto a compañeros y compañeras de la CTA Rosario, AMSAFE Rosario y un conjunto de organizaciones solidarias, se manifestaron en las calles de San Lorenzo. Allí, Teresa Lencina, delegada de ATE del Hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo, planteó que “Nosotras estamos convocando como ATE, somos compañeras de Rosa Silva del Hospital Granaderos a Caballo, nos convoca este aberrante caso del asesinato de la compañera y su niño. Nosotras como mujeres trabajadoras estamos presentando las necesidades y los casos como corresponde ante la justicia, y no recibimos respuestas”.
Teresa insistió en que “La compañera tenía la denuncia hecha, lo que pasa es que nosotros tenemos una instancia previa en la policía que es de ponencia o de exposición de los casos, pero que siguiendo el camino de lo que pasó con Rosa, nos damos cuenta que en realidad lo que la policía hace es que expongamos nuestros casos de violencia, pero no nos toma en realidad la denuncia. Por lo tanto lo que conseguimos es ir, exponernos, porque realmente nos exponemos. Porque a veces el trato no es el que merecemos como mujeres golpeadas, porque en ese momento no estamos en condiciones ni siquiera de defendernos. Y al no asentarse la denuncia, eso no sigue la vía correspondiente, o sea, llegar al juzgado”.
A Rosa “los compañeros la venían acompañando desde que comenzó esto, hace un largo tiempo, pero en realidad la vía institucional tendría que haberse activado para que la resolución sea otra, para evitar el terrible asesinato, la muerte de la compañera y su niño. Siempre decimos que la contención de los compañeros, la contención de la familia en muchos casos no es suficiente, no es lo que realmente nos va a llevar a una solución”.
“Por eso”, continuó Teresa, “para nosotros el caso de Rosa es un caso testigo, lo dijimos en el momento y lo analizamos cuando nos reunimos con las compañeras, lamentablemente, en el momento en que Rosa ya estaba muerta. Es un caso de librito, es un caso donde todo falló. Absolutamente todo falló. Y en eso, nadie puede decir que no falló el Estado, porque nunca, en una muerte en estas circunstancias de violencia de género, se puede decir que no falló el Estado”.
“Nos digan, nos acusen, lo vamos a seguir diciendo, lo vamos a seguir afirmando y lo hemos comprobado en todos los casos en que hemos estado, en ese momento, cuando con las compañeras comenzamos el camino de tratar de conocer la causa por la cual esto sucedió. Porque a nosotras, las mujeres, y mucho más a las mujeres golpeadas, no se nos puede culpar como se nos culpa, de no saber a dónde ir, de no saber qué puerta golpear, porque no es así. Porque las mujeres golpeadas sabemos muy bien que en esta instancia somos inútiles para todos porque nos inutilizan. No sólo los hombres que nos golpean, nos inutiliza el Estado porque no está presente o sí está presente para no cumplir con lo que corresponde; por lo tanto, yo creo que esto sí tiene que ser un caso testigo y esto sí tiene que seguir”.
La trabajadora estatal afirmó que “está bien que estemos todas acá. Porque no sólo la mujer tiene que estar acá, tiene que estar la comunidad, la comunidad misma porque realmente estamos afectados todos, no sólo la que murió, sino todas las que quedamos en estas mismas condiciones y todas las que vendrán. Si esto no se toma como corresponde, si no se cumplen las leyes que están vigentes y no se aprueban las que precisamos, estas cosas van a seguir sucediendo”.

En la jornada también estuvieron presentes Silvia León, Secretaria de Organización del Consejo Directivo Nacional de la ATE, y Marta Galante, directora del Departamento de Género de ATE.
Silvia León planteó que “venimos del Consejo Directivo Nacional de ATE a acompañar esta marcha que la verdad pone, una vez más, un dolor tremendo, una compañera nuestra, una trabajadora de la salud, brutalmente asesinada víctima de la violencia de género, ella y su hijito. Venimos a reclamar, junto con todos los compañeros y compañeras de acá, la necesidad de que existan políticas por parte del Estado, donde realmente se den respuesta inmediata a las situaciones de violencia que sufrimos nosotras las mujeres”.
“Esto demuestra la ineficacia de las políticas del Estado. Acá y en todo el país. Los asesinatos por parte de los hombres, de las ex parejas o ex novios siguen aumentando tremendamente en todo el país. Lo que habla de la necesidad que venimos a exigir en conjunto con todos, de que se decrete la emergencia de género en todo el país. Con los presupuestos necesarios que articulen políticas inmediatas de salud, de justicia, de protección hacia las mujeres, con casas de refugio donde las mujeres podamos realmente estar protegidas frente a las amenazas de los hombres».
«Nada de lo que hasta ahora se ha hecho ha puesto freno a la violencia sobre mujeres, que por esta desigualdad y este poder que los hombres ejercen en estas situaciones. Y los asesinatos siguen creciendo, por lo tanto venimos a reclamar a las autoridades municipales que se decrete la emergencia de género con toda la necesidad de crear políticas inmediatas de protección hacia las mujeres para evitar que esta barbaridad siga sucediendo”.

Por su parte, Marta Galante, agregó que “Venimos acá a plantarnos y a exigir que las mujeres tenemos derechos y esos derechos tienen que ser atendidos. Si nosotros decimos que en nuestro ámbito hay violencia, tienen que atenderlo porque solas no podemos y queremos que el Estado garantice con presupuestos que sean acordes a la problemática que hoy está creciendo enormemente y que asusta”.
“Nosotros peleamos para revertir esta situación que se da no solamente en el ámbito familiar, que deja de ser privado sino que pasa a ser un problema cultural y social, entonces, a partir de eso también se genera en nuestros lugares de trabajo también se general distintos tipos de violencia. Y nosotros como trabajadores del Estado estamos tratando de erradicar este sistema tan perverso hacia las mujeres”.
“Decimos basta, no queremos más violencia de género, ni una muerte más de una mujer, todas tenemos derechos y este no es un problema más de las mujeres sino que es un problema de todas y todos”. Agradecemos la colaboración de Greta Roquero de Mirada Interior, Canal 6 Cooperativo, y de Lucía Cano de Marcha.
Fuente: ACTA
30 de julio de 2012. La compañera Rosa tenía 26 años, era afiliada de ATE y trabajaba como mucama en el Hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo, pero hacía poco tiempo que vivía en Puerto General San Martín, una localidad vecina.
La historia de su brutal asesinato es también una historia de abandono, desidia e irresponsabilidad institucional. Rosa, junto a sus compañeras de trabajo, había denunciado en repetidas ocasiones la situación de violencia que padecía, pero la policía no las asentaba: las consideraban “exposiciones”. Como quien cuenta una ocurrencia cualquiera.
El 1ro de julio Rosa había denunciado que Walter Luque, su ex pareja, le había pegado en la calle y la había amenazado con quemarle la casa. El jueves 12 de julio, sus compañeras del Hospital, notando su ausencia en el trabajo, acudieron una vez más a la policía que nuevamente se negó a tomar la denuncia, argumentando que tenía que ser presentada por un familiar directo. Finalmente, el domingo 15 al mediodía la policía ingresó a la vivienda de Rosa y allí la encontraron junto a su hijo Adrián, de 8 años, ambos masacrados a golpes. En el comedor hallaron a Walter Luque, autor de los asesinatos y ex novio de Rosa, ahorcado con una cadena.
Convocadas en torno a la consigna “Ni una mujer más muerta por desidia institucional”, Mujeres en ATE, como parte de la Multisectorial de Mujeres de Rosario, junto a sus compañeras del Cordón Industrial, junto a compañeros y compañeras de la CTA Rosario, AMSAFE Rosario y un conjunto de organizaciones solidarias, se manifestaron en las calles de San Lorenzo. Allí, Teresa Lencina, delegada de ATE del Hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo, planteó que “Nosotras estamos convocando como ATE, somos compañeras de Rosa Silva del Hospital Granaderos a Caballo, nos convoca este aberrante caso del asesinato de la compañera y su niño. Nosotras como mujeres trabajadoras estamos presentando las necesidades y los casos como corresponde ante la justicia, y no recibimos respuestas”.
Teresa insistió en que “La compañera tenía la denuncia hecha, lo que pasa es que nosotros tenemos una instancia previa en la policía que es de ponencia o de exposición de los casos, pero que siguiendo el camino de lo que pasó con Rosa, nos damos cuenta que en realidad lo que la policía hace es que expongamos nuestros casos de violencia, pero no nos toma en realidad la denuncia. Por lo tanto lo que conseguimos es ir, exponernos, porque realmente nos exponemos. Porque a veces el trato no es el que merecemos como mujeres golpeadas, porque en ese momento no estamos en condiciones ni siquiera de defendernos. Y al no asentarse la denuncia, eso no sigue la vía correspondiente, o sea, llegar al juzgado”.
A Rosa “los compañeros la venían acompañando desde que comenzó esto, hace un largo tiempo, pero en realidad la vía institucional tendría que haberse activado para que la resolución sea otra, para evitar el terrible asesinato, la muerte de la compañera y su niño. Siempre decimos que la contención de los compañeros, la contención de la familia en muchos casos no es suficiente, no es lo que realmente nos va a llevar a una solución”.
“Por eso”, continuó Teresa, “para nosotros el caso de Rosa es un caso testigo, lo dijimos en el momento y lo analizamos cuando nos reunimos con las compañeras, lamentablemente, en el momento en que Rosa ya estaba muerta. Es un caso de librito, es un caso donde todo falló. Absolutamente todo falló. Y en eso, nadie puede decir que no falló el Estado, porque nunca, en una muerte en estas circunstancias de violencia de género, se puede decir que no falló el Estado”.
“Nos digan, nos acusen, lo vamos a seguir diciendo, lo vamos a seguir afirmando y lo hemos comprobado en todos los casos en que hemos estado, en ese momento, cuando con las compañeras comenzamos el camino de tratar de conocer la causa por la cual esto sucedió. Porque a nosotras, las mujeres, y mucho más a las mujeres golpeadas, no se nos puede culpar como se nos culpa, de no saber a dónde ir, de no saber qué puerta golpear, porque no es así. Porque las mujeres golpeadas sabemos muy bien que en esta instancia somos inútiles para todos porque nos inutilizan. No sólo los hombres que nos golpean, nos inutiliza el Estado porque no está presente o sí está presente para no cumplir con lo que corresponde; por lo tanto, yo creo que esto sí tiene que ser un caso testigo y esto sí tiene que seguir”.
La trabajadora estatal afirmó que “está bien que estemos todas acá. Porque no sólo la mujer tiene que estar acá, tiene que estar la comunidad, la comunidad misma porque realmente estamos afectados todos, no sólo la que murió, sino todas las que quedamos en estas mismas condiciones y todas las que vendrán. Si esto no se toma como corresponde, si no se cumplen las leyes que están vigentes y no se aprueban las que precisamos, estas cosas van a seguir sucediendo”.

En la jornada también estuvieron presentes Silvia León, Secretaria de Organización del Consejo Directivo Nacional de la ATE, y Marta Galante, directora del Departamento de Género de ATE.
Silvia León planteó que “venimos del Consejo Directivo Nacional de ATE a acompañar esta marcha que la verdad pone, una vez más, un dolor tremendo, una compañera nuestra, una trabajadora de la salud, brutalmente asesinada víctima de la violencia de género, ella y su hijito. Venimos a reclamar, junto con todos los compañeros y compañeras de acá, la necesidad de que existan políticas por parte del Estado, donde realmente se den respuesta inmediata a las situaciones de violencia que sufrimos nosotras las mujeres”.
“Esto demuestra la ineficacia de las políticas del Estado. Acá y en todo el país. Los asesinatos por parte de los hombres, de las ex parejas o ex novios siguen aumentando tremendamente en todo el país. Lo que habla de la necesidad que venimos a exigir en conjunto con todos, de que se decrete la emergencia de género en todo el país. Con los presupuestos necesarios que articulen políticas inmediatas de salud, de justicia, de protección hacia las mujeres, con casas de refugio donde las mujeres podamos realmente estar protegidas frente a las amenazas de los hombres».
«Nada de lo que hasta ahora se ha hecho ha puesto freno a la violencia sobre mujeres, que por esta desigualdad y este poder que los hombres ejercen en estas situaciones. Y los asesinatos siguen creciendo, por lo tanto venimos a reclamar a las autoridades municipales que se decrete la emergencia de género con toda la necesidad de crear políticas inmediatas de protección hacia las mujeres para evitar que esta barbaridad siga sucediendo”.

Por su parte, Marta Galante, agregó que “Venimos acá a plantarnos y a exigir que las mujeres tenemos derechos y esos derechos tienen que ser atendidos. Si nosotros decimos que en nuestro ámbito hay violencia, tienen que atenderlo porque solas no podemos y queremos que el Estado garantice con presupuestos que sean acordes a la problemática que hoy está creciendo enormemente y que asusta”.
“Nosotros peleamos para revertir esta situación que se da no solamente en el ámbito familiar, que deja de ser privado sino que pasa a ser un problema cultural y social, entonces, a partir de eso también se genera en nuestros lugares de trabajo también se general distintos tipos de violencia. Y nosotros como trabajadores del Estado estamos tratando de erradicar este sistema tan perverso hacia las mujeres”.
“Decimos basta, no queremos más violencia de género, ni una muerte más de una mujer, todas tenemos derechos y este no es un problema más de las mujeres sino que es un problema de todas y todos”. Agradecemos la colaboración de Greta Roquero de Mirada Interior, Canal 6 Cooperativo, y de Lucía Cano de Marcha.
Fuente: ACTA