«Lo que se busca es brindarle ayuda para que no vuelve a ese círculo de violencia, ayudarla a sostener su decisión de vivir una vida sin violencia», dijo el defensor del Pueblo de la Nación, Anselmo Sella.
El defensor del Pueblo de la Nación, Anselmo Sella, admitió que el Estado no está preparado como debería para atender las situaciones de violencia de género, aunque advirtió que se está preparando para darle la contención que requiere no sólo en el momento de hacer la denuncia sino también en los días siguientes.
«Lo que se busca es brindarle ayuda para que no vuelve a ese círculo de violencia, ayudarla a sostener su decisión de vivir una vida sin violencia», aseguró Sella, en declaraciones al programa «Bien temprano», que se emite por Canal 5. El funcionario llegó a la ciudad para participar de la jornada Enfoques y Estrategias en la Prevención, Atención, Sanción y Radicación de las Violencias Contra las Mujeres, en la Universidad Nacional de Rosario.
Asimismo, destacó que el problema «se ha visibilizado notablemente a partir del cambio en los paradigmas de los derechos humanos, es muy importante en este sentido toda la actividad de concientización y sensibilización que realizan muchísimos organismos públicos y la actividad de la Justicia que se ha llevado adelante en los últimos cuatro años a partir de la Ley de Trata de Personas».
«Repasando algunas estadísticas de la Unidad Fiscal relacionadas con secuestros extorsivos tenemos que, en los últimos tres años, se ha logrado la libración de 2.700 mujeres que trabajaban en situación de trata, principalmente, con fines de explotación sexual», añadió el defensor del Pueblo, y añadió: «También han aumentado muchísimo las causas judiciales que tienen por finalidad perseguir este delito, todo forma parte de un mismo paradigma, que pone en primer lugar a la dignidad humana, ese pensamiento hace que estas situaciones se visibilicen y que sean consideradas como violaciones a los derechos humanos».
Sella destacó el hecho de que el asesinato de mujeres por parte de hombres «es un crimen de género, un crimen de poder, porque es consecuencia de una sociedad que se ha construido de forma asimétrica, en la que el colectivo de las mujeres quedó en un lugar inferior respecto de los derechos en relación con los varones», y remató: «Es un crimen de dominación».
Fuente: La Capital