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“Las mujeres palestinas interesadas en el movimiento feminista de Argentina”

Mientras el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, del 6 de diciembre de 2017, por el que reconoció a Jerusalén como capital del Estado de Israel, ha provocado la ira palestina, las mujeres de Cisjordania siguen enfrentando la doble discriminación que atraviesa sus vidas, la del patriarcado, y la de la ocupación israelí.

*Por Noor Jimenez Abraham

Ser escuchadas

“Tell the world about us” (cuéntale al mundo sobre nosotras) me pidió una de las mujeres que asistió a la reunión de la organización palestina WCLAC (Women´s Center For Legal Aid And Counseling – Centro de Orientación y Asistencia Legal a Mujeres) en Hebrón, ciudad de Cisjordania, al tiempo que hablaban sobre sus micro emprendimientos y compartían historias en busca de la manera de darse fuerzas colectivamente. Ellas desean ser reconocidas más allá de las fronteras que delimitan su territorio, y esta vez eligieron a Argentina porque admiran la fuerza de ese movimiento feminista para exigir los cambios por una sociedad con mayor equidad de género.

Dentro de los 16 días de activismo internacional contra la violencia hacia las mujeres, entre el 20 de noviembre y el 16 de diciembre de 2017, se desarrolló un programa de la Representación Argentina en Palestina (REPAL) apoyado por la Dirección de la Mujer de Cancillería –proyectado previamente-, con el propósito de que los movimientos feministas de ambos países estrecharan vínculos e intercambiasen experiencias.

“Cuéntale al mundo sobre nosotras”

Esta periodista, como encargada de llevar adelante las acciones en Palestina (territorio conformado por las regiones de Cisjordania y la Franja de Gaza), comprobó que lejos del estereotipo de sumisión y debilidad, las mujeres del lugar son fuertes, seguras y decididas. Atravesadas por una doble vulneración, se ven expuestas a la violencia de la ocupación israelí que, tal los casos de guerra, representa en las mujeres una de las mayores marcas de los territorios en disputa; a eso se le suma la impronta de una sociedad recorrida por costumbres patriarcales enraizadas en tradiciones religiosas y legislaciones sin actualizar.

La mirada hacia Argentina
Amal Abusrour, directora de programas de WCLAC, enfatizó que luego de la experiencia del intercambio se incrementó su admiración por Argentina, país del que poco conocía excepto en lo que se refiere a la fuerza de su movimiento de mujeres. Según su perspectiva, la población femenina de ambas sociedades comparte la cuestión de la brecha salarial, la sub-representación en los niveles de decisión y la discriminación laboral.

El feminismo en Palestina tiene más de 100 años de existencia, sin embargo, paradójicamente, el Ministerio de la Mujer está conducido por un hombre. Es por eso que las ONG capacitan en género a las mujeres que llegan a la política, con una cuota del 20% para cargos locales, “nosotras aspiramos al 50% que se logró en Argentina”, manifestó una de las asistentes a la disertación en Ramala sobre el feminismo en Argentina y que contó con la presencia de profesionales de ciudades vecinas y representantes de universidades y del periodismo.

Desde la REPAL, el consejero Rodrigo López Gadano expresó que, aunque Argentina no es un país donante, que otorgue importantes sumas de dinero para proyectos grandes, como los estados europeos, la oportunidad de un programa de intercambio como el que se llevó a cabo es igual de valioso. “El objetivo es empezar a generar un puente, y que sea bidireccional”, enfatizó, al tiempo que agregó que la idea había surgido como una de las finalidades que esa sede diplomática se propuso dentro de la complejidad política que atraviesa la zona.

Mujeres palestinas
En Palestina coexisten diferentes expresiones de mujeres, están aquéllas que se bañan en el mar con ropa de calle y las cosmopolitas que viajan por el mundo -excepto por su país, a causa de las restricciones israelíes-, las que se inclinan por apegarse a las costumbres porque sienten que así estarán más protegidas, y otras que deciden elegir el modo de vida que prefieren llevar; en el medio de todo esto aparece un rango de leyes que determinan su cotidianeidad y que también se relacionan con el hecho de que llevan más de una década sin elecciones.

Amani Aruri, encargada del equipo de incidencia relativo a asuntos de la mujer tanto en el plano nacional como internacional, resaltó la importancia de compartir experiencias y comprender que todas las mujeres del mundo sufren los efectos del machismo. En el caso de Argentina, ella atribuye los logros que hacen que el movimiento de mujeres del país sea reconocido internacionalmente, al trabajo colaborativo que se realiza desde todas las áreas de la militancia feminista, que no es fragmentado, como el caso de las palestinas.

En un complejo entramado de leyes que dejaron administraciones británicas, egipcias, jordanas, la religión musulmana y la actual ocupación israelí, las mujeres reclaman su derecho a divorciarse –si bien algunas lo hacen, pierden la posibilidad de manutención de sus hijos e hijas por parte del padre-, a reanudar su vida al quedar viudas y a la herencia, entre otras peticiones.

Los denominados crímenes de honor por los que un hombre no tiene que justificar nada excepto decir que fue engañado por una mujer, ya figuran en las estadísticas de los femicidios, y según expresiones de Soraida Hussein -directora general del Women´s Affairs Technical Committee (Comité Técnico de Asuntos de la Mujer)-“es otra manera de llamar a aquello que, en Argentina, hasta hace poco tiempo, se calificaba como crímenes pasionales”, finalmente son siempre formas extremas de dominación de hombres hacia mujeres.

*Doctora en Ciencias de la Comunicación Social
@noor_j_abraham

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