Existen muchas clases de poder; los que se utilizan y los que no se utilizan, los reconocidos o los que apenas se reconocen. Lo erótico es un recurso que reside en el interior de todas nosotras, asentado en un plano profundamente femenino y espiritual, y firmemente enraizado en el poder de nuestros sentimientos inexpresados y aún por reconocer. Para perpetuarse, toda opresión debe corromper o distorsionar las fuentes de poder inherentes a la cultura de los oprimidos de las que puede surgir energía para el cambio. En el caso de las mujeres, esto se ha traducido en la supresión de lo erótico como fuente de poder e información en nuestras vidas.

En la sociedad occidental, se nos ha enseñado a desconfiar de este recurso, envilecido, falseado y devaluado. Por un lado, se han fomentado los aspectos superficiales de lo erótico como signo de la inferioridad femenina; y, por otro, se ha inducido a las mujeres a sufrir y a sentirse despreciables y sospechosas en virtud de la existencia de lo erótico.

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«La hermana, la extranjera» («Sister Outsider») es una colección de ensayos y discursos de Audre Lorde, una influyente poeta, escritora, feminista, lesbiana y activista afroamericana. Publicado en 1984, este libro reúne varios de sus escritos más importantes de las décadas de 1970 y 1980, y aborda temas fundamentales como el feminismo, el racismo, la homofobia, el imperialismo, la opresión y la identidad. La autora utiliza sus experiencias personales y sus observaciones políticas para explorar cómo estas formas de opresión están interrelacionadas y cómo pueden combatirse a través de la solidaridad y el reconocimiento de las diferencias.

Resumen

Interseccionalidad de las opresiones:

Es justamente aquí donde introduce el concepto de interseccionalidad antes de que se popularizara el término, subrayando cómo diferentes formas de opresión (el racismo, el sexismo, la homofobia y la opresión de clase) están interrelacionadas y se refuerzan mutuamente. Argumenta que las luchas contra la opresión no pueden separarse; las mujeres no pueden liberarse sin abordar simultáneamente las cuestiones del racismo y la homofobia.

Uno de los temas recurrentes en los ensayos de Lorde es la importancia de encontrar y utilizar la propia voz como herramienta de resistencia y empoderamiento. En su famoso ensayo «Los usos de lo erótico: Lo erótico como poder», argumenta que lo erótico es una fuente profunda de conocimiento y poder interior que ha sido subestimada y demonizada por las estructuras patriarcales. También habla del peligro del silencio, afirmando que permanecer callado frente a la opresión no protege a las personas, sino que refuerza las estructuras opresivas existentes.

También aboga por la autenticidad y el reconocimiento de las diferencias. Para ella, la verdadera solidaridad no se basa en la similitud, sino en el respeto y la valoración de las diferencias. En el ensayo «La transformación del silencio en lenguaje y acción», reflexiona sobre la necesidad de hablar desde la propia experiencia y la importancia de aceptar todas las partes de una misma, incluidas aquellas que la sociedad puede ver como «extrañas» o «diferentes».

Crítica al feminismo blanco:

La autora se suma a otras voces en la crítica a las feministas blancas por no reconocer las formas en que ellas mismas pueden perpetuar la opresión al ignorar o minimizar las experiencias de las mujeres afrodescendientes. Ella insta a un feminismo más inclusivo y consciente que reconozca cómo el racismo y otros sistemas de opresión intersectan con el sexismo.

Sobre el colonialismo y opresión global, vincula las experiencias de las mujeres negras en los Estados Unidos con las luchas de las mujeres y los pueblos oprimidos en todo el mundo. En ensayos como «Notas de un viaje a Rusia» y «Aprendiendo con las Seychelles», ella reflexiona sobre las conexiones entre la opresión local y global, y el potencial de aprendizaje mutuo entre diferentes luchas.

Autocuidado como acto político:

Es interesante leer que introduce la idea del autocuidado como una práctica radical y política, especialmente para las mujeres negras y otras personas marginalizadas que suelen estar en primera línea de lucha contra múltiples formas de opresión; argumenta que cuidar de una misma es un acto de resistencia frente a una sociedad que espera que las personas marginalizadas se agoten por el activismo o el servicio a otras personas.

«La hermana, la extranjera» es un texto fundamental que desafía a reconsiderar las nociones de feminismo, justicia social y la lucha contra la opresión en todas sus formas. Lorde se destaca por su enfoque en la importancia de reconocer y celebrar la diversidad dentro de los movimientos de liberación, abogando por un enfoque inclusivo que no solo tolere, sino que valore las diferencias. Su obra sigue siendo relevante para los estudios de género, estudios raciales, estudios LGBTQ+, y activismo social, inspirando a nuevas generaciones a luchar por un mundo más justo e inclusivo.

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