Presentación
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La interseccionalidad es un concepto que se ha venido transformando y desarrollando de la mano con las diferentes discusiones sobre las desigualdades sociales, la equidad y el trabajo por la igualdad y la inclusión social. Así pues, hoy en día la interseccionalidad es un enfoque que sirve para identificar cómo a partir de las características que definen la identidad de las personas y el cómo se manifiestan en la sociedad, se han creado sistemas de desigualdad y dominación en el marco de estructuras de poder que se interrelacionan entre sí.
La interseccionalidad no es para nada una teoría estática que resuelva las discusiones en torno a categorías socio históricas como género, etnia o clase social; por el contrario, permite identificar las complejidades que les atraviesan y evita esquemas de comprensión lineales y binarios. Este enfoque es además ambiguo, en la medida que aborda, cuestiona y a la vez aporta en la deconstrucción de las mencionadas categorías invitando a generar acciones más creativas, que realmente asuman la complejidad de la realidad social en las que se desarrollan.
Un enfoque es como un lente que permite comprender la realidad. Como su palabra lo indica, proviene del verbo enfocar en una cámara fotográfica, que consiste en poner mayor atención, o mayor claridad o centrar puntos específicos. Los enfoques en las ciencias sociales sirven para acercarse a la realidad de cierta manera, para visibilizar fenómenos o aspectos que en la cotidianidad son invisibilizados y normalizados. En el caso de la interseccionalidad, se entiende como un enfoque en la medida que permite acercarse y hacer visibles las distintas formas de opresión y la manera como se intersectan entre sí, así como las posibilidades de acción a partir de esas mismas confluencias.
La interseccionalidad parte de la premisa de que las personas se inscriben en ciertas categorías de diferenciación social que definen una determinada posición y rol dentro de la sociedad. Por ejemplo, la etnia, el género, la clase social, la orientación sexual, entre otros, son categorías sociales que componen la identidad de una persona y no son excluyentes entre sí. Es decir, la identidad de un individuo tiene múltiples dimensiones que se interrelacionan entre sí e influyen en la manera de relacionarse con los otros
. Por ejemplo: una mujer, indígena y de un contexto rural tiene una posición y un rol diferente en la ‘sociedad occidental’ frente a una mujer, blanca y de un contexto urbano. Aunque ambas comparten la característica de identificarse como mujeres, viven de diferente manera esta condición por los otros factores que las definen. Una manera gráfica de ilustrar cómo se intersectan las distintas categorías sociales expuestas en el ejemplo es la siguiente:
Teniendo en cuenta la figura anterior, la interseccionalidad también plantea que las sociedades contemporáneas son jerárquicas y desiguales. Por tanto, existen sistemas de dominación y privilegios. Estos sistemas son creados a partir de categorías sociales, donde ciertas identidades prevalecen sobre otras4. Por ejemplo, los hombres tienen mayores privilegios que las mujeres, las personas blancas cuentan con condiciones que les permiten ejercer dominación sobre las personas que no son blancas, las comunidades con menores recursos económicos son vulneradas por las personas y entidades que acumulan riqueza las personas heterosexuales tienen mayor aceptación en la sociedad y derechos distintos a las personas homosexuales, entre otros ejemplos. En resumen, simbólicamente y en la práctica, el hombre blanco, de clase alta y heterosexual tiene un lugar dominante en la sociedad que le facilita diferentes formas de ejercicio de poder, mientras las otras identidades son subordinadas frente a este… seguir leyendo.
Morales Roa, E. J. (2022). Construyendo saberes encarnados con perspectiva interseccional y de género. REDLAD. https://redlad.org/construyendo-saberes-encarnados-con-perspectiva-interseccional-y-de-genero/