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El 4 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual, con el propósito de promover el ejercicio de los derechos sexuales de todas las personas. Desde la perspectiva de la ESI, es importante el tratamiento de este tema en el aula. ¿Qué significa la salud desde la mirada integral? ¿Cómo abordar la salud sexual en los distintos niveles educativos para acompañar a niñeces y adolescencias en su derecho a expresar y ejercer su sexualidad libremente? En esta nota, brindamos algunos aspectos para trabajar en las aulas de inicial y primaria desde un marco de cuidados, autonomía, respeto y libertad.

Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) “La salud sexual es un aspecto fundamental para la salud y el bienestar generales de las personas, las parejas y las familias, así como para el desarrollo económico y social de las comunidades y los países. La salud sexual, considerada afirmativamente, requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, sin coerción, discriminación ni violencia”.

Esta efeméride, que se conmemora desde el año 2010 por iniciativa de la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS por sus siglas en inglés) invita a que las organizaciones vinculadas con la salud, propongan acciones para resaltar la importancia de promover la salud sexual, el bienestar y los derechos sexuales fundamentados en los Derechos Humanos universales, así como también visibilizar que los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos universales.

Hablemos de Salud Sexual
Hablemos de Salud Sexual

En nuestro país, desde el año 2015, el Código Civil contempla una serie de aspectos relacionados con la toma de decisiones autónomas sobre el cuidado del propio cuerpo y su salud. Algunas de ellas son las siguientes:

  • Las personas menores de 13 años tienen derecho a recibir información clara, completa y oportuna, de manera autónoma, es decir, sin necesidad de contar con el acompañamiento y/o el consentimiento de una persona adulta.
  • Pueden acceder a preservativos por sí mismas, y para acceder a otros métodos anticonceptivos, debe prestar su consentimiento con la asistencia de una persona que ejerza, formal o informalmente, roles de cuidado (Resolución 65/2015).
  • Las personas de entre 13 y 16 años tienen aptitud para decidir por sí, respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física.
  • A partir de los 16 años, la persona es considerada adulta para las decisiones vinculadas al cuidado de su propio cuerpo. En consecuencia, tiene derecho a consentir autónomamente todas las prácticas sanitarias relacionadas con la salud sexual y reproductiva.

La responsabilidad de educar sexualmente compete a todas las instancias comprometidas en la educación, en especial la familia y la escuela. Desde la escuela es posible y necesario realizar una educación para la salud integral, entendiendo a la sexualidad como un componente básico de la personalidad. Por eso, desde la ESI, se sugiere abordar conceptos relacionados con la salud sexual, no solamente desde la mirada biologicista, sino como un contenido de carácter transversal, para poder potenciar los aprendizajes de tipo cognitivo, vinculados a las capacidades emocionales, al fortalecimiento de conductas de cuidado personal y colectivo de la salud, a la práctica de valores como la solidaridad, el respeto por la diversidad y la no discriminación; el reconocimiento de los derechos, la distinción entre sexo, sexualidad y género, entre otras. De hecho, la educación integral de la sexualidad, adhiere al concepto de promoción de la salud en el entorno escolar, lo cual conlleva a implementar actividades con el objetivo de mejorar y/o proteger la salud desde una mirada más amplia que la educación para la salud y que abarca a quienes forman parte de la comunidad educativa, sus vínculos, el entorno físico y social de la escuela y los servicios de salud.

Hablemos de Salud Sexual
Hablemos de Salud Sexual

En el portal de recursos de Educ.ar hay una serie de actividades que promueven articular los aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos acordes a cada etapa de escolaridad. En el Nivel Inicial, por ejemplo, se propone conversar en torno a las ideas de autonomía y protección, a partir del cuento «Cuando sea grande», de Elsa Bornemann, disponible en la página 62 del libro Cuento con vos. Un libro de cuentos sobre tus derechos. En la Guía de actividades para promover hábitos saludables ¡Listos a Jugar! de la Fundación FEMSA se ofrecen variadas actividades que desarrollan la importancia de tomar conciencia del cuerpo, sus sentimientos y emociones, así como del cuidado personal en relación a la alimentación, el aseo y la actividad física, acordes a los lineamientos curriculares de ESI que promueve el Programa Nacional de Educación Sexual Integral (PNESI).

Para el Primer Ciclo del Nivel Primario, el portal Educ.ar propone trabajar la temática de la intimidad en torno a los secretos, con una propuesta pedagógica llamada Hay secretos, que incluye la poesía “En una cajita de fósforos”, de María Elena Walsh, la canción “Hay secretos”, de Canticuénticos y el cuento “Los guarda secretos, de Graciela Repún, incluido en la colección Cuentos que cuidan, que ofrece una guía con actividades y preguntas disparadoras para dialogar en las aulas. Otra forma de abordaje es desde el cuidado de la intimidad en entornos digitales, en relación a las formas en que pueden cuidarse, o pedir ser cuidadas por personas adultas. A partir del corto Derecho a la intimidad, de la colección Tenemos derechos, realizada por Pakapaka y Unicef Argentina y desde el Decálogo de los derechos de las niñas y los niños en Internet, elaborado por Unicef se puede reflexionar sobre este tema. En el capítulo ¿Cómo nos cuidamos en la virtualidad?, del programa Seguimos Educando en canal Encuentro, también se aborda el cuidado y la promoción de los derechos sexuales en los entornos digitales para poder llevar adelante secuencias didácticas que puedan transversalizar temas como el consentimiento, el respeto y la toma de decisiones, entre otros.

Entendiendo el concepto de sexualidad que describe la OMS, y al cual adhiere la ESI como aquel que abarca no solo al sexo y a la reproducción, sino que también está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales, es hora de hablar de salud sexual en las escuelas, en todos los niveles, sin miedos ni tabúes.

(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino– De ESI Sí Se Habla

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