Profesora y entrenadora vocal, gestora y directora del espacio La Conversa del barrio porteño de Boedo, pero también actriz, compositora y cantante, Carla Giannini nos comparte su amor por la voz en la canción, en sus cursos y en la vida.
Por Adriana Pedrolo* para DDF.
AP:-¿Carla, contanos cómo llegó el canto a tu vida?
-Llegó entrelazado a juegos infantiles y a la vida cotidiana en Chile. En mi casa se cantaba, se guitarreaba, se tocaba la mandolina, había un armonio y un piano. Mi padre filósofo cantaba ópera, canzonettas, en los pasillos, y en el tocadiscos, mientras jugaba, siempre sonaba Violeta Parra. Jugaba y cantaba La Jardinera o La Mazúrquica. Y de ahí en adelante, nunca paré. Con los años fui amando tocar el cuatro y hacer composiciones. Me forme como actriz, y finalmente todas fueron herramientas para expresar mejor el canto. Y después seguí con mucho, mucho, mucho estudio.
- -¿Desde cuándo enseñás el canto?
-Empecé a enseñar la Técnica Costo-diafragmática durante varios años, hace aproximadamente 25 años. Pero sentía que ese sistema no amparaba a personas, que como yo, no habíamos nacido con el don del canto, que amaba cantar sin necesariamente tener un talento natural. La composición me hizo necesitar buscar otras técnicas, y las visité todas. Hasta que encontré esa punta de ovillo que me cambió toda mi forma de entender el canto hasta ese momento, y hasta que no asimilé totalmente la nueva mecánica, dejé de dar clases y retome, aproximadamente hace 15 años.
AP: -¿Qué buscas transmitir a tus alumnos en clase de canto?
-Primero y principal: todes podemos cantar (les muestro videos míos cantando anteriores a mi aprendizaje, jaaa).
Otra cuestión fundamental es que es necesario tener una herramienta trabajada y entrenada, para que por ahí, pase todo el canal emotivo. Lo primero es tener disponible ese puente técnico por donde viaja libre el sentimiento. La libertad vocal se conquista con entrenamiento. Y que la búsqueda, en general consiste, en sacar todas las fuerzas externas, que, como en la vida, usamos más de la necesaria. Buscar la voz sin artificios para que aparezca aquella que está escondida detrás de varias capas, y que siempre, es muchísimo más bella que la construida. Es nuestra propia voz, con su propia vibración emotiva. Lo demás es sólo constancia y trabajo.
AP: -¿Qué se trae y que se aprende a la hora de cantar?
-Se trae el camino, el recorrido, la mirada, el paisaje. Se trae el universo en la voz. Y se trae esa maravilla, única y propia, que son las cuerdas vocales. Las vulnerables cuerdas vocales que vibran en nuestro interior, en nuestro territorio más íntimo.
Y se aprende a dejarlo volar, a dejar que asome, que aparezca y que se libere. Se aprende a soltar amarras para que se exprese en plenitud.
También se aprende que el canto no es azar, que se estudia para saber perfectamente qué vamos a hacer a la hora de abrir la puerta de la canción, que aunque sea un cover, debemos hacerla nuestra canción. Se aprende a no poner prejuicio en la interpretación, sino a despojarla de modos aprendidos, para que aparezca lo verdadero. También se aprende a querer, respetar y cuidar nuestra voz hablada y cantada.
AP: -¿Te identificás con alguna escuela, método o tendencia pedagógica de la enseñanza del canto?
-Por supuesto, Después de tanto recorrido, soy una militante o religiosa jaaaa…La técnica que me cambió la vida y que me hizo renacer como cantante, es la Antigua Técnica Italiana del Canto. Técnica reencontrada. Maravillosa técnica recuperada en Argentina por la Maestra Susana Rossi.
AP: -¿Qué le dirías a alguien que se muere de ganas y que no se anima a cantar?
-Que a todes nos da mucha vergüenza y miedo abrir esa puerta de nuestra voz cantada. Pero que con esta técnica se llega a eso, a través de un entrenamiento que va dando las bases para sentirse cada vez más seguro cantando. Le diría que cantar es una de las expresiones más liberadoras y plenas que podemos transitar, que no se deje de dar la posibilidad de vivir esa experiencia de tanta emoción, el conocimiento de nuestra propia voz, única e irrepetible.
Realmente creo que todes nacimos para cantar, pero fuimos poniendo jaulitas en nuestra voz. Liberarla es un estado de mucha felicidad.
(*) Música, Cantautora, comunicadora y escritora.