Empoderar a las niñas: prevención contra la violencia
Por Merche Huete[1]
Una de las primeras veces que escuché esta palabra fue de boca de dos grandes amigas, dos de las mujeres que más luchan en este país por nuestros derechos y de los ciudadanos en general, así como de la integración, diversidad,e igualdad en una merienda hermosísima que tuvimos entre amigos.
Suele ser muy utilizada entre las mujeres que estamos habituadas a ella, pero fuera, es raro escucharla. Es una grandiosa palabra que significa: en cuanto a las mujeres, “el proceso por el cual aumentan su acceso al poder y se transforman las relaciones desiguales de poder entre los géneros.”
Este empoderamiento incluye el campo individual y el colectivo, y se aplica a todos los grupos vulnerables, pero evidentemente, donde se ha centrado y más eco ha tenido ha sido en el de las mujeres.
En otra ocasión, tenía cita con la tutora de mi hija pequeña y charlando con ella de su boca salió la palabra mágica, ni que decir tiene, que es una magnífica mujer y profesora que cuida y mima a sus alumnos tanto en valores como en cariño. Eso selló nuestra amistad. Es curioso cómo según la manera de hablar e interpretar diferentes temas sabemos que estamos delante de nuestro propio espejo.
La última vez que una mujer a la que no conocía, utilizó esa expresión, fue en la última tertulia literaria que hicimos en La Librería Capali de Torrejón, la de María del Mar Tejero, librera que adora su profesión y vela por nuestros autores. En esta ocasión una poeta con un libro maravilloso de poemas, antes de leernos unos cuantos, comenzó su discurso contándonos algo de su vida, de sus libros, de sus costumbres, y ahí de lo más hondo de su feminismo que acompañaba a sus versos apareció. Y me dije, otra de las nuestras.
Pues se ha realizado un estudio en EE.UU muy interesante en el que enseñan habilidades de liderazgo a niñas de primaria, para tener armas y herramientas para evitar una futura violencia de género y agresiones derivadas de la misma. Para empoderar a las niñas y prevenir futuras agresiones machistas.
Todos sabemos que un machista no tiene por qué ser un maltratador, pero todos los maltratadores sí son machistas.
Porque el “motivo” de sus agresiones suelen ser su inseguridad y la superioridad sobre su pareja a la que consideran suya y de nadie más. Esto culturalmente lo tenemos arraigado desde hace mucho tiempo, y en España nuestra sociedad ha sido mayoritariamente patriarcal, y nos educaban a los chicos de una manera y a las chicas de otra, predominando el sexo masculino sobre el femenino. Así durante décadas. Y es muy difícil de erradicar, por lo que la educación en nuestros hogares y colegios es fundamental.
Según este estudio, empoderar a las niñas previene las conductas machistas y problemáticas en un futuro. En nuestras casas intentamos que esto sea así, aunque desgraciadamente a diario te encuentras con familias totalmente patriarcales y permitiendo estos abusos que luego dan lugar a lo que vemos en los telediarios cada día. Pero enseñarlos desde colegios e institutos donde nuestros chicos pasan la mayor parte del día, no me parece descabellado. Enseñarles a desarrollar habilidades, y aprender a detectar esas señales a tiempo, para huir de esa persona como de la peste, podría ser un buen método. Tampoco sería solamente eficaz para las niñas, los niños a la vez y juntos desarrollarían esas conductas y evitaríamos que muchos de ellos se pasasen al lado oscuro, o quien sabe, podrían ayudar a poner punto y final a una educación sexista en su casa.
Según los estudios realizados, este programa de prevención de violencia ha mostrado su eficacia un año después de realizado. Al parecer hubo una disminución de conductas agresivas entre los alumnos y les dan los recursos necesarios para afrontar tales situaciones. Es muy eficaz, al parecer, en zonas y barrios más marginales, donde este tipo de actitudes aumentan escandalosamente.
El equipo de investigadores lleva más de una década desarrollando este programa hasta ponerlo en práctica, reuniendo a profesores, padres, alumnos, con ayuda de juegos de rol, dibujos y un montón de técnicas similares con unos resultados excelentes.
Estos programas lógicamente están encaminados a la prevención, cuando ya hay un problema grave detectado, la forma de llevarlo es otra, y con otros profesionales. La idea es hacer mucho hincapié en el respeto, la tolerancia, la comprensión de cada grupo de niños hacia los otros, y por supuesto el apoyo, consentimiento y colaboración de las familias.
Todo esto podría en un futuro no muy lejano, como dicen en los cuentos, hacerse realidad,si dedicáramos más tiempo, herramientas y recursos a la educación de nuestros hijo, podría servir para que nuestros jóvenes no aumentaran sus actitudes ,machistas,como ocurre ahora, a que nuestra prensa deportiva, algunos, no todos, traten a nuestras atletas de manera poco igualitaria y ahorrarnos los vergonzosos titulares que algunos nos han deleitado estos juegos de Río, y sobre todo y fundamental, que el número de mujeres asesinadas por sus parejas y agresiones sexuales y violaciones, como en San Fermín, forme parte del pasado o bajen considerablemente su número y frecuencia.
Otro ejemplo es la involucración de la joven Emma Watson, seguida por muchísimos adolescentes al tratarse de la protagonista de la saga de Harry Potter, y que cogiendo la sartén por el mango, aprovechó su popularidad para pronunciarse a favor del empoderamiento de la mujer, con su ya famosa frase delante del micrófono: “
“Quiero aprovechar la oportunidad que me ofrecéis para extenderles una invitación formal, la equidad de género también es asunto vuestro”.
Por todo esto, espero que la grandiosa y potente palabra “Empoderar”, se vaya convirtiendo poco a poco en habitual en nuestras conversaciones y en nuestras calles, y enseñemos a nuestros jóvenes a servirse de ella para avanzar en respeto y educación, que falta nos hace a todos, y “tacita a tacita”, se convierta en parte de nuestro vocabulario y todos hayamos sido partícipes de esta evolución.
Fuente: tribunafeminista.org
