
El caso de la denuncia de la ex primera dama Fabiola Yáñez contra quien fuera su marido en ejercicio de la presidencia de la Nación, Alberto Fernández, puso en el centro del debate el tratamiento de las violencias en los diferentes ámbitos sociales. Por eso, el tema debe ser abordado en las aulas, para dejar en claro que la violencia de género es una problemática estructural que atraviesa todas las capas de la sociedad y afecta a todas las personas, cualquiera sea su edad, status jerárquico o nivel socioeconómico.
Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino
En primer lugar, es preciso aclarar que la violencia de género (VG) es una práctica que incluye todos los actos de discriminación, maltrato y agresión basados en el género de las personas. Al estar tipificada en una ley, se la puede caracterizar como un delito y una violación a los Derechos Humanos. Según la el artículo 4 de la Ley Nº 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales la define como “toda conducta, acción u omisión, que, de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, acción omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón”.

La Educación Sexual Integral (ESI) ofrece herramientas para hacer visible y ponerle palabras a situaciones que reproducen vínculos violentos. La escuela, en tanto institución social, tiene una gran oportunidad no solo para ayudar a reflexionar, sino también para prevenir y actuar frente a situaciones y conductas que reproduzcan vínculos que conlleven a situaciones de violencia de género. Una de las acciones más importantes que deben generarse en espacios educativos es enseñar a rechazar el sexismo y el acoso, las dos formas de violencia más frecuentes y cotidianas que existen en la sociedad en general, basadas en el modelo de dominio y sumisión que han impuesto las normas de género al ubicar a los varones en posiciones de poder y a las mujeres en roles de subordinación.
La Guía dESIdir en comunidad, del Ministerio de las mujeres, desarma una serie de mitos que suelen aparecer en clases con niñeces y adolescencias.
- La violencia de género es aquella que se ejerce sobre niñas, adolescentes y mujeres. También se incluye a LGBTI+. Solo es violencia hacia estos grupos cuando la acción se ejerce bajo el pretexto de género. Cuando una mujer agrede a un varón no es violencia de género. La violencia de género es aquella que tiene lugar cuando la razón es el género de la persona que es agredida.
- La VG no es un tema que ocurre solo entre personas adultas. Niñas, niños y adolescentes (NNyA) sufren violencia de género ya que en muchas ocasiones no se les escucha, se les descree y sus opiniones no son consideradas. Ninguna institución es neutral frente a la violencia de género.
- La VG se debe abordar la escuela. En las escuelas suele contribuirse a naturalizar descalificaciones, silencios, “chistes”, burlas, celos e imposiciones. El rol de la ESI es fundamental porque debe identificar, atender y acompañar situaciones de violencia y generar acciones que promuevan la igualdad.

En el cuadernillo ESI en primera persona 1. Violencia por motivos de género, de Iniciativa Spotlight y UNFPA se proponen una serie de actividades para debatir acerca de las relaciones sociales que fomentan desigualdades entre los géneros y, además, identificar aquellas situaciones que generan condiciones más igualitarias, donde pueden asentarse los vínculos entre las personas y que es necesario profundizar. Dichas propuestas apuntan a rescatar el carácter social de la violencia por motivos de género, la importancia del trabajo colectivo, la necesidad de promocionar toda acción que respete y valore las opiniones y deseos de todas las personas, el rol que deben tener las personas adultas responsables de NNyA. También hace foco en interpretar que el problema de las VG es transversal a toda la sociedad y no un conflicto “de pareja” que debe resolverse puertas adentro de los hogares. “La ESI es una invitación a reflexionar sobre la propia experiencia y en este marco abrir un diálogo con aquello que pensamos, sentimos e imaginamos en relación con las violencias de género”.
(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino – De ESI Sí Se Habla
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Lenny Cáceres @lennycaceres69