Las políticas de inclusión social para personas LGBT del Ministerio de Desarrollo Social (2010-2014)
De la igualdad legal a la igualdad social
Esta publicación se podría haber llamado “memoria” de lo hecho por la Dirección Nacional de Políticas Sociales en relación a la inclusión social de las personas de la diversidad sexual: personas durante tanto tiempo marginadas y excluidas de la protección social. Pero es más que eso.
Es, primero, la conciencia de la importancia de sistematizar lo que se hace para aprender de lo que se hace. No basta con acciones de política pública: hay que aprender de ellas. De sus aciertos y de sus errores. Corregir y volver a intentarlo. Por eso ha sido seña de este tiempo el monitorear permanentemente las iniciativas que llevamos adelante.
Es, segundo, la voluntad de rendir cuentas públicamente de lo hecho. Desde la perspectiva de derechos humanos a la que nos plegamos desde un comienzo, la participación y la información pública, así como la rendición de cuentas, son principios fundamentales para la acción. Allí están la construcción de la Agenda de Políticas Sociales y Diversidad Sexual, los múltiples espacios Transforma y el Consejo Consultivo de la Diversidad Sexual. Este material será un insumo para el análisis en esos espacios.
Es, tercero, la confianza en que el próximo gobierno no empiece de cero sino a partir de la acumulación de estos años que, a su vez, es producto no sólo de la voluntad política del equipo al que le tocó estar al frente de la Dirección, sino de la lucha del movimiento social de la diversidad en Uruguay, su afirmación como agente de derechos humanos y su denuncia permanente de la injusticia social que entraña la discriminación.
Es, cuarto, la reafirmación de la importancia de las políticas públicas además de –y junto a– los avances jurídicos del último tiempo. Uruguay lidera en el mundo (junto a un pequeño puñado de países) el reconocimiento de derechos como el respeto de la identidad de género y el matrimonio igualitario. Pero también se destaca por el conjunto de políticas y acciones de inclusión social desplegados en este período de gobierno. Lo decimos con orgullo y sin pedantería: son muchos los países que miran con atención y esperanza los pasos que vamos dando en este rincón del mundo.
En todo este proceso, UNFPA y ONUSIDA a través de Sonia Martinelli-Heckadon y Juan José Meré, a quienes agradezco pública y entrañablemente su apoyo, han sido aliados fundamentales. Agradezco también a Cecilia Rocha por su paciente y cuidadoso trabajo de sistematización.
Un día de setiembre de 2012, por primera vez, el Ministerio de Desarrollo Social vistió su fachada en apoyo al Mes de la Diversidad. La consigna que propusimos entonces decía: “Todos los derechos para todas las personas”. Aún no se había aprobado la ley de matrimonio igualitario; aún no habíamos puesto en marcha las acciones afirmativas de empleo para personas trans; aún sentíamos la deuda pendiente con avanzar en centros educativos libres de discriminación. Aquella frase era una propuesta pero también una demanda. Hoy identifica al conjunto del Ministerio. Y eso, con ser simbólico, dice mucho de lo logrado.
Ponemos en tus manos esta publicación para que la valores. Es también una invitación a seguir avanzando –contigo– en el camino de la igualdad legal a la igualdad social.
Andrés Scagliola
Director Nacional de Políticas Sociales