En Argentina tenemos lo que desde ELA denominan el mosaico regulatorio, dado que el acceso, la extensión y el alcance de los tiempos de cuidado están determinados por el tipo de inserción laboral, la composición familiar y el lugar de residencia. No se tienen los mismos derechos si se tiene un empleo formal, informal o autónomo, si hablamos de familias heterosexuales o del mismo sexo, si se gesta o se adopta a un hijo, por solo nombrar algunos ejemplos.
Pero, ¿Qué es el «cuidado«?
El cuidado refiere a las actividades indispensables para satisfacer las necesidades básicas de la existencia y reproducción de las personas, brindándoles los elementos físicos y simbólicos que les permiten vivir en sociedad. Permite atender las necesidades de las personas dependientes (niños y niñas, personas mayores, enfermas o con discapacidades) y también de las personas que podrían auto-proveerse dicho cuidado.
En el 80% de los hogares este trabajo doméstico y de cuidado recae en las mujeres, generándoles dobles o triples jornadas laborales. Esta injusta distribución de las responsabilidades de cuidado condiciona también la participación de las mujeres en otros ámbitos externos al hogar.
¿Qué es el sistema de cuidado?
La creación de un sistema de cuidado permitirá la generación y articulación de servicios, políticas públicas y prestaciones en materia de cuidados en todo el territorio nacional y deberá asegurar las condiciones para la realización del conjunto de actividades y tareas indispensables para satisfacer las necesidades básicas e imprescindibles para la existencia y mantenimiento cotidiano de las personas en condiciones de igualdad, así como atender los requerimientos físicos, emocionales, sociales y materiales para el desarrollo de la vida diaria. Involucra al sector público y privado, a los sindicatos, a las organizaciones comunitarias y beneficia especialmente a la niñez, a las personas mayores y a las personas con discapacidad cuando así lo requieren.
Desde ELA trabajan hace años para que cuidar no signifique un costo económico para las mujeres.
¿Qué proponen?
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Agenda legislativa de cuidado 2022
A pesar de generar beneficios y bienestar para toda la ciudadanía, las tareas de cuidado están distribuidas de forma muy inequitativa y recaen de manera desproporcionada en las familias y, dentro de ellas, especialmente sobre las mujeres. Si bien en las últimas décadas hubo numerosos cambios sociales, culturales, económicos y políticos, la forma en que se organizan y proveen los cuidados sigue anclada en un modelo de sociedad y de familia que ya no responde a las necesidades del siglo XXI. Con el objetivo de promover en el Congreso Nacional las transformaciones que la sociedad necesita, UNICEF y ELA presentan este decálogo dirigido especialmente a legisladoras y legisladores para que puedan incorporar estas demandas a su agenda de trabajo.
Prólogo
Con la pandemia de COVID-19 quedó en evidencia que los trabajos cotidianos de cuidado son un sostén fundamental para la reproducción social y económica de nuestra sociedad.
A pesar de generar beneficios y bienestar para toda la ciudadanía, las tareas de cuidado están distribuidas de forma muy inequitativa y recaen de manera desproporcionada en las familias y, dentro de ellas, especialmente sobre las mujeres. Si bien en las últimas décadas hubo numerosos cambios sociales, culturales, económicos y políticos, la forma en que se organizan y proveen los cuidados sigue anclada en un modelo de sociedad y de familia que ya no responde a las necesidades del siglo XXI.
La falta de un marco normativo adecuado y de políticas públicas efectivas perjudica a las personas que dedican más tiempo y esfuerzo a las tareas de cuidado. Es inaceptable que la sociedad penalice a quienes aseguran este bien público con menos autonomía, peor calidad de vida y mayores desigualdades sociales y económicas.
El Estado tiene la responsabilidad de asegurar el #DerechoAlCuidado para que todas las personas estén en igualdad de condiciones para brindar y recibir cuidados.
Con el objetivo de promover en el Congreso Nacional las transformaciones que la sociedad necesita, UNICEF y ELA presentan este decálogo dirigido especialmente a legisladoras y legisladores para que puedan incorporar estas demandas a su agenda de trabajo… seguir leyendo.
