Una manifestación en contra de la homofobia se concretó en la madrugada de ayer, frente al boliche “V8”, luego de que tomara estado público un caso de discriminación.
Twitter- Carlos Figuerero
La movilización se concretó alrededor de las 2 de la madrugada, frente a la discoteca de la calle 9 de Julio: fue un repudio al episodio denunciado esta semana y ocurrido el mes pasado, cuando una pareja hay fue expulsada del local porque se besaron.
En la actividad tuvo alto perfil la organización kirchnerista Kolina, que exhibió sus banderas. Hubo adhesión de algunos automovilistas, que hicieron sonar bocinas en señal de solidaridad con el planteo.
Los activistas mostraron carteles en contra de la homofobia y de manera simbólica entregaron al personal de seguridad uno de sus afiches concientizadores.
“La idea es que recapaciten en cuanto al accionar discriminatorio”, les dijeron. Los organizadores destacaron que en todo momento fueron tratados con amabilidad y cortesía por los representantes de “V8”. Los panfletos distribuidos señalaban: “no a la homofobia / el mismo amor, el mismo derecho”.
El hecho
El episodio puntual fue reflejado en las páginas de El Diario ( Rasgos de intolerancia y discriminación )el último domingo.
Era la madrugada del 9 de julio. Daniel y Cristian se miraron, con música de fondo, cerraron los ojos y se besaron. El gesto de amor fue bruscamente interrumpido: dos “patovicas” los tomaron por el cuello, los empujaron y los arrastraron hasta la vereda. Les dijeron que “este tipo de cosas no se pueden hacer”. Y los echaron.
Daniel Peppino y Cristian son pareja hace dos años y medio. La denuncia la hicieron ante la Seccional Tercera de la Policía y ante el INADI. “Impotencia”, describió su sensación principal Daniel Peppino (29 años), que es camarero en “La Campiña”. Cristian es peluquero. “Sentimos de pronto el agarrón en el cuello y los empujones. Jamás me había pasado algo así, ni en ese lugar ni en ningún otro. Estaba todo normal, re-tranquilo… no podíamos tener la expectativa de que algo así pasara”.
“Son órdenes de arriba”, les explicó uno de los responsables de Seguridad cuando quisieron plantear una queja. “Sentimos impotencia, estábamos re- calientes. Esto que nos hicieron es injusto y lo tienen que pagar”.
El abogado que los representa es José Mario Aguerrido.
Insiste Daniel Peppino: “Yo no quiero que esto quede como una anécdota más y que pase el tiempo y hagamos de cuenta que no ha ocurrido nada… Aparte cuando lo cuento, resulta que todos tienen algo para aportar, les ha pasado esto de la discriminación por distintos temas, por una zapatilla o por lo que sea. Nosotros tenemos una conducta intechable, somos laburantes, no jodemos a nadie, y tenemos que estar haciendo esto, exponiéndonos a que a lo mejor nos digan cualquier cosa… pero queremos que paguen por lo que hicieron”.
Fuente: El Diario