Yo, Encarnación Ezcurra, de Cristina Escofet con la actuación de Lorena Vega y dirección de Andrés Bazzalo se presentará los miércoles de enero en El Picadero
Desde el próximo miércoles 8 de enero, a las 20.30 h, se podrá ver en el Teatro Picadero (Enrique Santos Discépolo 1857) la multipremiada obra Yo, Encarnación Ezcurra, con dramaturgia de Cristina Escofet, actuación de Lorena Vega, dirección de Andrés Bazzalo y música en vivo, de inspiración folklórica, bajo la dirección musical de Agustín Flores Muñoz. Miércoles 8, 15, 22 y 29 de enero. Únicas cuatro presentaciones.
“La figura de Encarnación Ezcurra es largamente vituperada, a lo sumo ignorada por la historia de la Argentina. Sin embargo, ella fue protagonista de un momento histórico tan apasionante como esclarecedor de nuestra constitución como país. Momentos de grandes rivalidades, de enfrentamiento entre Unitarios y Federales, de guerras civiles y antinomias. Momentos históricos que nos permiten reflexionarnos como sujetos de la historia. Su figura es notable, inquietante y supo utilizar su inteligencia y lucidez, para sortear desde las sombras las limitaciones impuestas a una mujer en su contexto social e histórico. Fue pieza esencial de la política, mano derecha de Juan Manuel de Rosas y posibilitó su acceso al poder. Antinomias argentinas pasadas y presentes. Y la semblanza de la pampa bárbara. Hombres indómitos. Lucha de intereses. Momentos fundantes. Y una mirada femenina, para una mujer brava e intensa.” Andrés Bazzalo
Sinopsis
Encarnación Ezcurra, la mujer de Rosas, artífice en las sombras de la Revolución de los Restauradores, es una figura maltratada por la historia oficial, pero de una riqueza evidenciada en las intensas cartas que enviaba a su hombre en el desierto. Tan apasionada por su esposo como por la causa política que los unía, nos encontramos con ella en los últimos momentos de su corta vida, recluida en sus habitaciones, obsesionada por el pasado: el intenso amor que la unió a Rosas y el poder que ya la ha abandonado. Una política de agallas en un momento en que a las mujeres, el orden de lo político les estaba negado.
Ficha artística-técnica
Autoría: Cristina Escofet
Actúa: Lorena Vega
Música Original: Agustín Flores Muñoz, Sebastián Guevara, Malena Zuelgaray.
Músicos en vivo: Agustín Flores Muñoz, Martín Miconi, Malena Zuelgaray, Victoria Tolosa.
Vestuario: Adriana Dicaprio
Diseño de luces: Soledad Ianni
Diseño Gráfico: Tomás Korman
Prensa: Marisol Cambre
Producción en Giras: Alejandra García
Asistencia de dirección: Pablo Cusenza
Dirección Musical: Agustín Flores Muñoz
Dirección General: Andrés Bazzalo
Ph Lucio Bazzalo
“Un pedazo de historia en la piel de una mujer que entendió como nadie que nacer en estas tierras no implica nacer en una patria. Algo sucede en escena. Tanto que se te mete en la piel y sigue sucediendo después de la función.” Cristina Escofet
Más información, pedido de notas y acreditaciones:
Marisol Cambre – prensa@marisolcambre.com.ar – www.marisolcambre.com.ar
María de la Encarnación Ezcurra y Arguibel en Wikipedia (Buenos Aires, 25 de marzo de 1795-ibíd., 20 de octubre de 1838), más conocida como Encarnación Ezcurra, fue una política argentina, esposa de Juan Manuel de Rosas.
Hija de Juan Ignacio Ezcurra y Teodora de Arguibel, fue esposa de Juan Manuel de Rosas con el que contrajo matrimonio el 16 de marzo de 1813.
Desde ese momento se convertiría en la más fiel seguidora política de su marido, ayudándolo en las circunstancias más difíciles. Su rol como impulsora de la Revolución de los Restauradores e impulsora de la Sociedad Popular Restauradora —mientras su marido se encontraba sobrellevando la Campaña al Desierto— le aseguró a su esposo los 17 años de control después de 1835, ya que la mencionada revolución derrocó a Juan Ramón González Balcarce. Poco después, se creó la Mazorca, brazo armado de la Sociedad, y ésta presionó a todos los gobiernos interinos, asegurándose a Rosas el deseo público de que se hiciera efectivo su retorno al gobierno y provocó que la Junta de Representantes, la encargada de designar gobernadores, viera a su esposo como la única opción para restablecer el orden social en la provincia.
A partir de estos hechos, y del triunfo de su esposo en la Campaña al Desierto se le atribuyó el título de Heroína de la Santa Federación. Es particularmente notable que en aquella época, signada de prejuicios y con nula participación femenina en la política, una mujer haya logrado tan altas responsabilidades. Sin embargo, su figura se vio opacada por ser la inspiradora de las vigilancias, persecuciones, acusaciones, encarcelamientos y demás actos de violencia cometidos por la temible Mazorca.
Su muerte fue imprevista, a la edad de 43 años, probablemente a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio o algo similar. Su defunción, sin embargo, estuvo cargada de un amplio duelo popular y político, a tal punto que 25 000 personas (sobre un total de 60 000 habitantes de la época) asistieron a su sepelio y a la procesión del féretro desde el Fuerte hasta el Convento de San Francisco. El cortejo fúnebre fue pagado por la Junta de Representantes, a la cual el gobernador Rosas agradeció formalmente la inversión el 1 de noviembre de 1838.