Y reprimieron… y una vez más miles de mujeres tuvimos que correr y escondernos,nos lastimaron, nos quisieron hacer retroceder, nos llenaron de miedo. Hoy a días de la marcha escribo porque me invade la impotencia y la bronca por las compañeras lastimadas y secuestradas, bronca por haber tenido que correr y esconderme, de ver como la policía actuaba a la par de este grupo de neonazis y de católicos que solo querían ponerle fin a nuestro reclamo y a nuestra lucha. Porque yo vi como nos agredieron y vi como la policía los cuidó a ellos y nos lastimó a nosotras, no me voy a quedar con las ganas de decirles a todos como fueron las cosas… y a esos fascistas que nos reprimieron que no van a poder ponerle fin a nuestra lucha porque ayer más de 60.000 mujeres nos organizamos y salimos a la calle, a luchar por nuestros derechos y por el de las que vendrán… más allá de nuestras ideologías políticas, marchamos, marchamos a paso firme por distintos lugares y nos hicimos escuchar, porque estamos hartas de que nos maten, nos prendan fuego y crean que pueden ser dueños de nuestros cuerpos, y si creyeron que por reprimirnos vamos a dejar de luchar se equivocaron, estamos más unidas que nunca y no vamos a parar de luchar ni un solo día de nuestras vidas, por las que no están, por las que están en peligro, por nuestras sobrinas, hermanas e hijas. Ahora ya lo saben, ni la iglesia, ni el papa, ni un grupo neonazi, ni la policía van a parar esta lucha.
Sofía Pérez Leguizamón