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El hospital Lagomaggiore será la sede de la jornada de concientización sobre el término. El objetivo es prevenir y dar a conocer una figura legal que forma parte de la violencia de género en los efectores de salud de la provincia. La cita es este jueves, de 8.30 a 13.

El Consejo Nacional de las Mujeres, junto al organismo local denominado Dirección de la Mujer, Género y Diversidad, llevarán a cabo, por primera vez en Mendoza, una jornada de prevención de la violencia obstétrica. La cita es en el Hospital Lagomaggiore, el jueves 2, de 8.30 a 13.
Esta jornada tiene un objetivo que ha sido relegado durante años en la provincia: incorporar la perspectiva de género a los Servicios de Salud, y de esta forma reflexionar sobre la salud sexual y reproductiva. La normativa de Parto Respetado también será parte de la discusión, con la Ley 26.485 de Protección Integral contra la Violencia contra las Mujeres como marco.
Miguel Lisanti, quién se desempeña como médico en la Dirección de la Mujer, Género y Diversidad, forma parte de las brigadas que ofrecen servicios asistenciales de pap, colposcopias y mamografías a mujeres de barrios carenciados, a través del Consejo de la Mujer. Ha sido parte de la difusión de la jornada y recalcó la importancia de dar a conocer el evento, sobre todo para efectores de salud de ginecología y obstetricia para promotores de salud en las áreas de mujer de los municipios.
La jornada, que fue declarada de interés provincial por el gobernador Francisco Pérez, busca “comenzar a que la gente conozca y aplique el concepto de violencia obstétrica, sobre todo dentro de los trabajadores de la salud. Muchos médicos ni siquiera saben que existe una ley que la ampara. Estamos en la fase de la concientización: es una figura legal, existe y lo más importante, puede ser denunciada”, según explicó Lisanti.
En Mendoza todavía no se menciona el término en el ámbito legal de forma general, y es casi imposible encontrar casos de mujeres bajo la categoría de “víctima de violencia obstétrica”, porque todavía se la relaciona con la violencia psicológica y porque muchas de las mujeres que padecen malos tratos en hospitales son de bajos recursos y menos propensas a denunciar.
El Consejo Nacional de las Mujeres explica que la situación desfavorecida de las mujeres en la sociedad se reconoce internacionalmente como una violación de los derechos humanos y como una barrera que impide un desarrollo social más amplio. También se reconoce ampliamente que la condición inferior de las mujeres a menudo se ha institucionalizado mediante las estructuras que organizan la vida social. Las instituciones tienen a marginar a las mujeres, pero cuando se trata de la salud, es más difícil lograr protección e información.
Las mujeres sufren de problemas de morbilidad y mortalidad a menudo por cuestiones de género, por consecuencia de discriminación. Las entidades que organizan la jornada advierten que los proveedores de salud que no tienen en cuenta la violencia contra la mujer no sólo pierden la oportunidad de trabajar un tema de salud pública importante, sino que pueden poner a las mujeres en situaciones de mayor riesgo.
Muchos profesionales aún consideran que la violencia contra las mujeres constituye un problema social y no un asunto de salud pública. Otros reconocen que es un problema de salud, pero no saben cómo tratarlo en su carácter de profesionales. Las capacitaciones y las jornadas de prevención son indispensables para empezar a forjar un cambio en las instituciones del país.
 
 
 
 

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