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«Un caso de violencia y abuso viciado de irregularidades»

Una joven madre residente en la ciudad de Santa Rosa lleva más de un año denunciando distintas situaciones de violencia, incluido un abuso sexual en la infancia en perjuicio de su propia hija de cuatro años. El agresor, personal policial, ha contado con todas las medidas de protección impidiendo el abordaje policial y judicial.

La historia de N.D. comienza en junio de 2018, cuando se encontraba viviendo en concubinato con un integrante de la fuerza policial (F.A.G.), donde soportó distintas formas de violencia para lo cual buscó ayuda. Para las denuncias por violencia de género, no obtuvo respuesta. A la par, por relato de su niña, descubre un abuso sexual. Ella realiza la denuncia, sin obtener ninguna medida de protección para ella y su niña, ni médica ni judicial. No aplicándose el protocolo de abordaje que rige en la provincia de La Pampa.

Un caso de violencia y abuso viciado de irregularidades"

La semana pasada, al insistir en el ámbito judicial para informarse sobre el estado de las actuaciones, que a más de un mes aún no obtiene, le informan que la denuncia fue archivada “por falta de pruebas”, sin haberse realizado investigación alguna. Un dato no menor, es que de esta situación no se le informa a la denunciante pero sí al denunciado.

Cabe destacar, que posterior a la denuncia por abuso sexual, N.D. sufrió por parte de F.A.G. distintas formas de agresión, por ejemplo: una mujer desconocida se presentó en su hogar diciéndole que venía de parte de la Dirección de Niñez, con el objetivo de “realizar un informe para retirarle los hijos”. A los dos días, “un anónimo” la denuncia por supuesto maltrato a sus hijos, a partir de lo cual es retirada un día feriado de su domicilio en un patrullero con ellos –en una crisis de nervios por lo violento de la situación-. En ese momento, fueron llevados a la Unidad Funcional, y ahí sí se hizo presente un médico que desnudó y revisó a los niños en las oficinas policiales. A los pocos días, F.A.G. se presenta con personal policial en el domicilio que compartían, en ausencia de N.D. y realiza un desalojo compulsivo, dejando a ésta en la calle con sus dos hijos y sin sus pertenencias. El personal policial no dio aviso a las áreas correspondientes en el momento, como la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia y la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes. Posteriormente, se generaron incidentes callejeros donde el agresor insiste en su agresión cada vez que se la cruza y al momento de denunciar, N.D. sólo recibe una vana discusión sobre el alcance o no de la perimetral. En el ámbito policial, le niegan lo escrito.

A la fecha, N.D. se encuentra sin domicilio, con promesa de diversos organismos municipales y provinciales, desamparada de toda protección que garantice sus derechos y los de sus hijos.

 

Fuente: Plan B Noticias

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