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Ricardo Cheli: “Es necesario establecer ya un impuesto mínimo corporativo global”

“No intentamos descubrir nada, con la propuesta, pero es necesario no dejar pasar esta idea puesto que la misma, si bien tiene antecedentes anteriores a la aparición del Covid19, hoy ante la crisis mundial, se hace imprescindible retomarla y poder llevarla a la práctica a la mayor brevedad. Para eso es necesario que el tema esté en la agenda pública y que ingrese a la mesa de debate popular, la Argentina ya se ha expresado a través de su Ministro de Economía Guzmán quien junto a otros Gobiernos propone que la tasa sea no inferior al 25%. El G7 que agrupa a Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, en los primeros día de junio de este año acordó un impuesto mínimo global de 15% para las multinacionales como Amazon, Google o Facebook.

Por Ricardo Víctor Cheli*

Sabido es que todas las naciones están enfrentando desigualdades provocadas por un dramático cambio tecnológico, el creciente poder de mercado de las grandes compañías y las feroces presiones competitivas que resultan de la movilidad del capital. Y ha sido la más grave crisis de salud mundial en un siglo, la que también ha puesto a prueba de manera descomunal a las finanzas públicas y economías del mundo.

Lo paradójico es que en medio de este tremendo cuadro vinculado a la salud, a los millonarios del mundo y a las corporaciones les está yendo mucho mejor y han salido ilesos durante esta pandemia, en tanto que a los que se encuentran en la parte inferior de la escala económica. los trabajadores y padres con salarios bajos se han visto obligados a elegir entre su salud y la educación y la seguridad de sus hijos y su calidad de vida. Estos sectores ha sido quienes han cargado desproporcionadamente con la peor parte de los daños económicos de la pandemia. Ni hablar de las pequeñas y medianas empresas que han debido cerrar para proteger a sus comunidades.

Ricardo Cheli: “Es necesario establecer ya un impuesto mínimo corporativo global”
Ricardo Cheli: “Es necesario establecer ya un impuesto mínimo corporativo global” Foto: Freepik

Este desbalance trajo otra consecuencia derivada de la anterior. Los gobiernos necesitan desesperadamente ingresos para reconstruir sus economías y realizar inversiones para apoyar a las pequeñas empresas, los trabajadores y las familias necesitadas. Además, a medida que la pandemia se desvanezca necesitarán más, para abordar el cambio climático y los problemas estructurales a largo plazo.

O sea es necesario contar con fondos. La historia del mundo demuestra que esos ingresos han sido extraídos de forma desproporcionada de los trabajadores, cuyos ingresos son fáciles de reportar y calcular. Los ingresos de capital son más difíciles de fiscalizar porque el capital es móvil y los ingresos son más susceptibles a sortear aún sofisticados sistemas de contabilidad.

A través de estos trucos, los ingresos del capital de las corporaciones con demasiada frecuencia encuentran un camino hacia jurisdicciones de impuestos bajos llamados paraísos fiscales. Pero aparece en escena otro fantasma que se suma a la pérdida de ingresos de los Estados ya que sus gobiernos viven con el temor de asignarle muchos impuestos a las corporaciones, porque estas podrían trasladar sus operaciones —y empleos— a otros países. La dinámica que ha resultado de esto en el último medio siglo es, en el sentido económico clásico, una carrera a la baja con respecto a las tasas de impuestos corporativos.

Por eso es imprescindible que los Estados se unan para dar una solución inmediata a estos gravísimos problemas con una solución colectiva: un impuesto mínimo global corporativo, PORQUE MAÑANA ES HOY O NUNCA. Cada uno de nuestros gobiernos tiene el derecho de establecer su propia política fiscal. Pero al ejercer juntos estos derechos soberanos, podemos poner a nuestras economías en el camino hacia una recuperación sostenible e inclusiva de manera más eficiente en el marco de un relanzamiento de la economía mundial que no será posible si lo hacemos solos.

Este año, frente a la crisis, los Estados tienen una oportunidad histórica de poner fin a la carrera a la baja en materia de impuestos corporativos y restaurar recursos gubernamentales en este momento en el que son más necesarios. A través de los auspicios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y el Marco Inclusivo del Grupo de los 20, casi 140 países están trabajando para lograr una distribución más justa entre países que no reciben nada y los que recaudan por impuestos corporativos (Vgr. los 27 países que forman la Unión Europea lo establecen desde un 9% en Hungría, 12,5% en Irlanda, 31,5% en Portugal, un 32% en Francia, etc.). Lo contrario será ahondar la diferencia entre ricos y pobres a nivel individual y entre los países y profundizar la vulneración de los derechos humanos.

Creemos firmemente que un impuesto mínimo sólido global acordado, que de hecho hoy es cero en Argentina y en la mayoría de los estados latinoamericanos, contribuirá con fondos necesarios para las inversiones en infraestructura, sistema de salud, cuidado infantil, educación, innovación y otras prioridades gubernamentales importantes. Restaurar el multilateralismo de esta manera puede crear un entorno estable para las empresas y ayudar a generar prosperidad para todos nuestros ciudadanos.

Con un impuesto mínimo global, en lugar de competir sobre tasas impositivas corporativas bajísimas, la competencia se dará en un campo de juego más nivelado, basado en factores económicos reales como la innovación y la eficiencia, ayudando a los ciudadanos del mundo en el proceso. En lugar de temer la competencia fiscal, los gobiernos se centrarán en mejorar los resultados en la productividad y el crecimiento, creando efectos secundarios positivos sin importar dónde se produzca la innovación.

El actual sistema fiscal internacional ha socavado la soberanía nacional hasta el punto de tener efectos cuantificables en las clases media y trabajadora de todo el mundo. Juntos, podemos garantizar que el capitalismo global sea compatible con sistemas tributarios justos y que los gobiernos puedan gravar a las corporaciones multinacionales DONDE GENERAN LA RIQUEZA. Esta decisión, no sólo desalentará la elusión impositiva mediante la extraterritorialización de las ganancias a paraísos fiscales, sino que fundamentalmente fomentará tanto una economía mundial próspera como un crecimiento económico ampliamente inclusivo”.

 

(*) Abogado

Fuente para DDF: Ricardo Cheli
Publicada en Plan B Noticias

 

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