El informe «Feminismo y Sindicalismo» analiza las dificultades y estrategias para fomentar la participación de las trabajadoras en los sindicatos, un ámbito históricamente dominado por hombres. Compartimos resumen de los puntos clave del documento, y el documento para descargar:
Introducción
El sindicalismo, como espacio de lucha por los derechos laborales, no está exento de las desigualdades de género. Las estructuras gremiales suelen presentar obstáculos específicos para la participación de mujeres y personas de identidades sexo-genéricas diversas. El informe se centra en los obstáculos que enfrentan las mujeres para participar en los sindicatos y en las estrategias que han desarrollado para superarlos.
Obstáculos estructurales
Uno de los mayores impedimentos para la participación sindical de las mujeres es la doble jornada laboral (trabajo productivo y tareas de cuidado). Esta carga adicional reduce el tiempo y la energía que las mujeres pueden dedicar al activismo sindical. Además, se suma la violencia simbólica dentro de las mismas organizaciones sindicales, con actitudes machistas que desvalorizan su participación.
Otro obstáculo es la división sexual del trabajo, que asigna a los hombres los trabajos productivos con mejores salarios y posibilidades de ascenso, mientras que las mujeres quedan relegadas a tareas de menor remuneración, muchas veces ligadas a la asistencia a los hombres, a lo meramente organizativo, al cuidado, con menos oportunidades de formación y ascenso.
Condicionantes del mercado laboral
El pluriempleo y la precarización afectan desproporcionadamente a las mujeres, limitando su capacidad para participar en actividades sindicales. Además, las diferencias salariales entre sectores también influyen, ya que las trabajadoras de sectores con salarios más bajos, como el trabajo en casas particulares, tienen más dificultades para dedicar tiempo al sindicalismo.
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Estrategias para superar los obstáculos
El informe recoge varias estrategias desarrolladas por activistas y dirigentas gremiales:
- Cupos de contratación: En sectores masculinizados, como el transporte y la industria, se han impulsado cupos para aumentar la presencia femenina en estos empleos.
- Formación en género: Los sindicatos han desarrollado talleres y encuentros para capacitar a sus integrantes en temas de género, con el objetivo de sensibilizar sobre las desigualdades y promover cambios dentro de las estructuras sindicales.
- Protocolos contra la violencia: Se han establecido mecanismos para abordar la violencia de género dentro y fuera del ámbito laboral, y algunos sindicatos han logrado incluir cláusulas sobre licencias por violencia de género en sus convenios colectivos. Sumado a esto, cuentan con el aporte de la OIT con sus convenios, especialmente el Convenio 190 y la Recomendación 206 que lo completa.
- Políticas de cuidado: Para facilitar la participación de las mujeres, se han creado espacios de cuidado para niñas y niños en los lugares de trabajo y se ha promovido el pago de servicios de cuidado para las dirigentas sindicales que tienen hijas e hijos pequeños.
Conclusiones
El informe concluye que, si bien las mujeres han logrado avances en la participación sindical, aún existen barreras significativas. Las estrategias implementadas por algunas organizaciones han permitido visibilizar las demandas de las trabajadoras, pero la lucha por la igualdad de género dentro del sindicalismo continúa. La doble jornada laboral y las actitudes machistas siguen siendo los principales retos que enfrentan.
Este estudio es un punto de partida sólido para desarrollar nuevas acciones que fortalezcan la participación de las mujeres y diversidades en el sindicalismo (Feminismo y Sindicalismo: estrategias y mecanismos para fomentar la participación gremial de las trabajadoras). Diario Digital Femenino, 2022
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