
La perspectiva de género en materia de Derecho es una cuestión pendiente a pesar de los avances. En ese sentido se destacan a nivel internacional la Convención de Belem do Pará y en el plano nacional la Ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. Sin embargo, aún con estas conquistas de las mujeres la violencia machista persiste.
Las doctoras Rosana Albisini y Julieta Caro sostienen “que no obstante la profusa y de avanzada legislación en la materia, no hemos logrado introducirla aún en el sistema judicial. Aun cuando algunos juzgados comienzan a ser permeables, no está ‘internalizada’ por los y las operadoras en la justicia.”
Por otra parte, resaltan a Diario Digital Femenino que el nuevo Código Civil vigente “claramente marca un avance en la dirección de lograr cambios de paradigmas para llegar a la igualdad de géneros”. El código introduce modificaciones, tales como, que el apellido del padre dejó de tener prioridad, la noción de patria potestad, basada en el “padre proveedor y jefe del hogar”, se reemplaza por la idea de responsabilidad coparental, entre otras.
Las especialistas agregan que “la libre elección en el apellido marca un giro para romper la histórica invisibilización de las mujeres, en este caso por el uso de apellido paterno hasta la reforma, de modo casi exclusivo. Tal vez se podría haber llegado más lejos ante la falta de acuerdo entre las personas de parejas heterosexuales (madre y padre) decidiendo a favor de la madre, por razones de equidad”.
La justicia laboral acaba de sacar un fallo dónde condenaron a una ART a indemnizar a una mujer que sufrió acoso sexual y laboral, ante esto, Albisini y Caro, manifiestan “que es un fallo de suma importancia, permite por un lado la condena concreta, ampliando el ‘numerus’ de enfermedades profesionales dejando la puerta abierta a otras caracterizaciones con perspectiva de género, y por otro visualizar hechos que están aconteciendo en este mismo momento en miles de lugares donde las mujeres efectúa su trabajo para dar paso a jurisprudencia en la materia que pueda empezar a ser citada”.
Los medios y la violencia de género
Los medios han incorporado en su agenda la temática de la violencia de género, aunque con ciertas contradicciones. En ese sentido, Albisini y Caro aseguran que “es un tema complejo pues por un lado la difusión colabora con el mayor grado de conocimiento de esta verdadera ‘guerra contra las mujeres’ (Segato, 2016) y por el otro es como si se banalizara el grado de crueldad que pareciera aumentar cada día” y continúan afirmando que “de no implementarse la perspectiva de género en los medios de comunicación, el efecto termina siendo inversamente proporcional: A modo de ejemplo, si un periodista dice ‘…-claro, los celos enfermizos de xx..’; o ‘…-el tipo es un enfermo…’ reproduce conceptos errados que dan cuenta de la falta absoluta de formación en el tema”.
“Parecería que no es tan importante hablar de violencia de género -sin saber al menos algo de teoría en el área de los derechos de las mujeres- como sí lo es para hablar de ‘recetas’ de cocina, por ejemplo. A veces invade esa sensación: Nadie permitiría que un periodista que no haya estudiado sobre periodismo deportivo fuera el que opinara de deporte; en vez, no sucede lo mismo en el tema que nos ocupa” finalizan así su reflexión invitando a pensar acerca de la propagación y transmisión de estos sucesos por parte de los medios de comunicación.
A días del Paro Internacional de Mujeres, ambas doctoras, tienen grandes expectativas y convocan a “continuar la lucha, amplificarla, llegar a cada vez más sectores de la población, que las compañeras que no pueden sumarse activamente al paro por diversas razones cuenten con recursos alternativos como llevar algo violeta ese día. En definitiva, sentirnos en comunidad en esta lucha.”