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En el marco de su participación en el conversatorio «Trabajar en casa: riesgos y derechos», organizado por el Instituto del Mundo del Trabajo de UNTREF y CELyS, el senador nacional por La Pampa, Daniel Lovera, analizó las desigualdades existentes en el acceso al mercado laboral y consideró que “la invisibilización del trabajo de cuidados es uno de los elementos claves en la configuración de esas desigualdades”.

Lovera: “Es imprescindible que el derecho laboral acompañe los cambios sociales”
Lovera: “Es imprescindible que el derecho laboral acompañe los cambios sociales”

El legislador pampeano señaló que en los próximos años no se podrá hablar de trabajo sin problematizar la nueva modalidad, sus regulaciones, sus ventajas y sus riesgos. “Sobre todo sin perder de vista, los denodados esfuerzos que deberemos hacer para que en ese camino no se vean vulnerados los derechos que tantos años nos costaron alcanzar. Porque como en toda nueva regulación, siempre hay una zona de grises, a la que debemos prestar especial atención”, afirmó en alusión al teletrabajo.

Si bien aclaró que no se trata de un tema “totalmente nuevo”, debido a que desde el 2002 hay iniciativas presentadas en el Congreso de la Nación, explicó que “fue la pandemia la que cambió de la noche a la mañana, nuestras formas regulares de trabajo y aceleró el debate legislativo. Claro estaba que, con más de 30 iniciativas en ambas cámaras, existía una enorme necesidad de legislar en la materia”.

“Porque es el mercado laboral el que nos enfrenta a constantes desafíos. A las expectativas individuales y de la sociedad respecto al trabajo y al bienestar, debemos sumarle y considerar la globalización, la migración y los significativos cambios impulsados por la automatización y la digitalización. Estas variables, conllevan la aparición de nuevas modalidades de trabajo, requerimientos de otras habilidades, y la necesidad de establecer marcos regulatorios e institucionales acordes”, continuó.

Trabajo y perspectiva de género.

Lovera: “Es imprescindible que el derecho laboral acompañe los cambios sociales”
Lovera: “Es imprescindible que el derecho laboral acompañe los cambios sociales”

En ese marco, mencionó “los cambios políticos y culturales de los que estamos siendo testigos en las últimas décadas, promovidos principalmente por la irrupción en la arena política de colectivos feministas con conciencia del lugar que ocupan en la sociedad, nos imponen la necesidad de adoptar nuevos enfoques en las políticas sociales y de empleo”.

Para el legislador, “es imposible pensar el mundo del trabajo sin problematizar el rol de las mujeres. Sabemos que las condiciones en las que se insertan en el mercado laboral son notoriamente desiguales a las de nosotros, los varones, y afortunadamente empezamos a cuestionar las estructuras históricas y culturales que las sostienen”.

“La invisibilización del trabajo de cuidados es uno de los elementos claves en la configuración de esas desigualdades. Fue la pandemia, también, la que lo puso en evidencia quizá como nunca antes. Con las medidas de aislamiento y distanciamiento social, y todos los miembros del hogar llevando adelante sus tareas desde casa o con presencialidad reducida, pudimos comprender no solo la centralidad de los cuidados, sino también la responsabilidad que asumen principalmente las mujeres y la cantidad de tiempo que le dedican, en desmedro de otras actividades, incluso las remuneradas. No podemos seguir ignorando entonces las dificultades que encuentran para conciliar su vida familiar y laboral”, advirtió.

Lovera sostuvo que “fueron las lógicas capitalistas y patriarcales las que históricamente relegaron estas tareas al ámbito doméstico, atribuyéndolas a las mujeres y quitándole todo su valor económico al asociarlas al ‘amor’. Sin embargo, sabemos que, además de ser centrales para el bienestar de las sociedades, el trabajo de cuidados es imprescindible para el desarrollo del propio sistema económico. De ahí la tan conocida y cierta frase en el campo de la economía feminista ‘Eso que llaman amor, es trabajo no pago’”.

El legislador destacó que “gracias a la labor de la Dirección Nacional de Economía y Género, ahora lo podemos traducir en cifras que nos permiten entender la magnitud de lo que estamos hablando: en nuestro país el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado representa el 15,9 % del PIB. Y por eso me parece imprescindible que además de pensarlo desde una perspectiva de derechos y de género, también lo hagamos en términos de política de empleo”.

Articulación.

Durante su exposición, Lovera resaltó que desde el sindicalismo “hace tiempo venimos desarrollando propuestas para abordar el teletrabajo y los cuidados como parte de una gran transformación a nivel global; dos áreas en las que resulta imprescindible la articulación del Estado, las empresas (el mercado), los sindicatos y la familia trabajadora. Porque el respeto por los derechos de quienes son el motor de la economía mundial, es clave para la recuperación de la producción y la calidad del empleo y para avanzar en la construcción de sociedades más justas, igualitarias y solidarias”.

En esa línea, destacó tres puntos sobre la ley de teletrabajo sancionada en el Congreso:

1) La ley establece pautas fundamentales para salvaguardar el trabajo y la salud, y permite a los convenios colectivos ampliar derechos, de acuerdo a su sector y a sus particularidades. Soy un convencido de la importancia de la negociación colectiva como herramienta esencial para reducir la desigualdad y ampliar el ámbito de protección laboral. La negociación colectiva es un mecanismo fundamental del diálogo social, diálogo que resulta imprescindible en este camino hacia la recuperación y proyección de la nueva normalidad.

2) Se consagra el derecho a la desconexión que, como representante sindical y legislador, vengo propiciando hace mucho tiempo, y que implicará garantizar el respeto del tiempo de descanso y licencias de quienes trabajan, así como de su vida familiar y personal. Este es un derecho por el que debemos seguir trabajando, para que sea una realidad no solo para quienes teletrabajan sino para todas las personas trabajadoras de nuestro país.

3) Otro aspecto que logramos incluir en esta normativa es la incorporación expresa de las tareas de cuidado. Esto es un hito en la legislación. Comenzamos a transitar un camino, que también era una deuda pendiente hace años: visibilizar y reconocer a las tareas de cuidado como un trabajo.

“Ampliamos derechos, sancionamos una ley con perspectiva de género. Es verdad que es una conquista segmentada y seguramente insuficiente, pero estamos trabajando en un abordaje integral, tanto en el plano de lo simbólico como en el normativo y de la provisión de servicios, que posibilite una distribución más justa y equitativa del cuidado entre varones y mujeres, que nos permita avanzar en la construcción de un sistema de cuidados solidario y corresponsable y brindando herramientas de formación y formalización para trabajadoras y trabajadores”, remarcó y reconoció que “queda mucho camino por transitar, pero me enorgullece saber que, desde el mundo del trabajo, empezamos –de a poco- a saldar deudas y garantizar derechos que hace tiempo debieran ser una realidad”.

Protección de los trabajadores y las trabajadoras.

Por otro lado, Lovera explicó que “la ley de teletrabajo es el resultado de poner como eje, como prioridad y como fundamento de la regulación, la protección de las personas que trabajan; trabajadoras y trabajadores que se desempeñaban hasta el momento sin normas específicas, y por lo tanto en una situación de asimetría e inequidad que las dejaba totalmente desprotegidas”.

“La forma en que nuestra sociedad organice los cuidados puede contribuir a reproducir desigualdades, consolidando estereotipos de género vinculados a la feminidad y la maternidad que recluyen a las mujeres en el ámbito doméstico, o puede promover la igualdad entre varones y mujeres, distribuyendo la carga de trabajo y otorgando más opciones para unos y otras”, indicó.

Por estos motivos, para el legislador es “imprescindible” que el derecho laboral “acompañe los cambios sociales y las modificaciones en las formas de organizar el trabajo, de manera tal de cumplir con su fin último que es la protección de las trabajadoras y trabajadores de nuestro país”.

“Sin embargo, y más allá de las leyes, será la experiencia, el camino recorrido y las luchas sindicales, los instrumentos fundamentales para garantizar que el trabajo desde casa no se constituya en un espacio de vulneración de derechos. Los desafíos que tenemos por delante para el futuro del mercado laboral y para las condiciones de acceso a un nuevo paradigma que se está imponiendo en el mundo, son muchísimos, y en ello debemos seguir trabajando y aunando esfuerzos, para proteger los derechos conquistados, y para luchar por todos aquellos que aún nos faltan alcanzar”, completó.

 

 

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