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La resistencia del movimiento obrero organizado tuvo a las sindicalistas como un sector de enorme relevancia durante el periodo pro colonial que significó el macrismo. Desde un primer momento, mostraron una unidad en la acción y lograron el freno de avances concretos sobre derechos laborales. Hoy, una nueva etapa se abre y encuentra a referentes mujeres de extracción sindical como nunca antes había ocurrido. El 5% de las diputadas nacionales son sindicalistas. Las hay también en el Ejecutivo ¿Quiénes son? La historia argentina no es ajena al proceso, ¿hay puntos comunes entre la participación del sindicalismo y de las mujeres en la política?

Por Úrsula Asta

La Cámara de Diputados alcanza hoy una composición del 40 por ciento de mujeres. En tiempos de paridad, conquista nacida al calor del movimiento feminista, la resistencia obrera al macrismo se plasmó no sólo en una unidad en la acción en las calles sino que forjó luchas concretas que tuvieron a las mujeres sindicalistas como protagonistas indiscutibles de esta etapa.

Desde aquella primera movilización Ni Una Menos surgida en 2015, que continuó en los años siguientes, mucho sucedió. Una convocatoria con la consigna #NosotrasParamos enarbolando una discusión en torno al “primer paro realizado durante el macrismo”, en aquel lluvioso octubre de 2016, previa asamblea abierta en la sede de la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Ese mismo año, las trabajadoras organizadas construyeron el Primer Encuentro Nacional de Mujeres Sindicalistas convocado por la Corriente Federal de Trabajadores y Trabajadoras (CFT-CGT).

Hubo un sendero en el que las gremialistas impulsaron una agenda propia en la resistencia. Aquel primer encuentro en el Camping 12 de Agosto del Sindicato de Televisión Satsaid en Moreno fue, sin dudas, semilla de una unidad en la acción con las distintas centrales gremiales y las trabajadoras de la economía popular. En 2017, volvieron a hacer lo propio durante las jornadas del 6, 7 y 8 de marzo que movilizaron al pueblo argentino. Y así se sucedieron los años siguientes con más encuentros y marchas conjuntas con cabecera de las banderas de las CTA, la CGT y de la economía popular.

Las sindicalistas en la política ¿Quiénes integran el Congreso y la gestión pública?
Las sindicalistas en la política ¿Quiénes integran el Congreso y la gestión pública?

Dos hitos sobresalen en el freno impuesto por las sindicalistas sobre el avance en los derechos de las trabajadoras durante el período macrista. Por un lado, la reforma laboral que el Gobierno pretendió sancionar vía Congreso amparándose en una supuesta “equidad de género”, que no sólo buscó intervenir sindicatos, sino también regular el teletrabajo de manera que afectaba a las trabajadoras en sus hogares. Por otro lado, consiguieron anular la eliminación del ingreso a las jubilaciones por moratoria para las mujeres, integrando en sus demandas que se ponga fin a la Pensión Única para Adultos Mayores (PUAM) que ya corría para los varones.

Una nueva etapa se abre y encuentra a referentes mujeres de extracción sindical como nunca antes había ocurrido.

En el Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires, una sindicalista ocupa hoy el flamante Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual. Es la gremialista docente de la CTA-T, Secretaria de Género a nivel nacional en esa central gremial, Estela Díaz.

En su equipo, recientemente se nombró como responsable de Políticas de Equidad, Formación Laboral y Políticas de Cuidado provincial a Claudia Lázzaro, del área de Género y Derechos Humanos del Sindicato de Obreros Curtidores de la República Argentina. Gremio que integra la CFT-CGT.

Además, la Secretaria General Adjunta del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba) La Plata de la CTA-T Lidia Fernández también se suma a la gestión bonaerense del Ministerio que conduce Estela Díaz. En este caso para la unidad de apoyo a la ministra, trabajará en la coordinación de políticas transversales que cree ámbitos para la articulación con el Poder Judicial, Legislativo y con los municipios.

nivel nacional, en el Ministerio de Desarrollo, otra docente, Carolina Brandariz de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), ocupará el rol de Directora de Políticas Comunitarias y de Cuidados Integrales.

Lola Berthet, Secretaria General de la Asociación Argentina de Actores y Secretaria de Cultura de la CTA-T, ahora se convierte en Directora del Centro Cultural de la Memoria ‘Haroldo Conti’, que depende de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

En el Congreso Nacionalel 5% de las diputadas nacionales son sindicalistas.

Vanesa Siley es abogada y Secretaria General de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Judiciales, asumió en 2017 como diputada nacional con Unidad Ciudadana y es referente de la CFT-CGT y del espacio de Mujeres Sindicalistas. Recientemente se convirtió en la primera sindicalista en ocupar un lugar en el Consejo de la Magistratura de la Nación. Sí, hay también lugar en el Poder Judicial.

Romina del Plá es docente y también asumió como diputada nacional en 2017, en este caso con el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT). Ese mismo año, la Secretaria General de la seccional La Matanza del Suteba le disputó la conducción nacional del gremio a Roberto Baradel en un período de fuerte ataque al dirigente y a las luchas docentes por parte del mismísimo Macri.

Claudia Ormachea es trabajadora bancaria, Secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de la Asociación Bancaria. También es referente de Mujeres Sindicalistas en la CFT-CGT y asumió su banca como diputada nacional por el Frente de Todxs en diciembre.

Patricia Mounier es docente, Secretaria Adjunta del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) de Santa Fe y Secretaria de Derechos Humanos de Sadop Nación, gremio que integra la CFT-CGT. Ingresó a la Cámara Baja en diciembre por el Frente de Todxs en reemplazo de Alejandra Rodenas, que fue a ocupar el cargo de vicegobernadora en su provincia.

María Rosa Martínez es referente del área de Género de la Federación Gráfica Bonaerense (CFT-CGT), aunque también es militante política y fue concejala de Almirante Brown. También asumió como diputada nacional por el Frente de Todxs para el periodo que se inició el 10 de diciembre.

Es sin dudas la Corriente Federal CFT de la CGT el espacio que acumula dentro del peronismo en el Frente de Todxs una amplia mayoría de diputadas nacionales, y también de diputados, de extracción sindical. Con una participación, en los últimos años, en la que el bloque sindical tuvo un rol intachable en su tarea parlamentaria acudiendo a todas las sesiones parlamentarias y de trabajo en comisiones. Algo de lo que, ¿paradójicamente?, no pueden hacer bandera otros sectores.

Un punto aparte para las parlamentarias bonaerenses, donde están la dirigente del SUTEBA, CTA Provincia de Buenos Aires y Movimiento Mayo, la senadora provincial María Reigada y la Secretaria de Prensa del sindicato de Anses Secafspi, diputada provincial Soledad Alonso.

Las sindicalistas en la política ¿Quiénes integran el Congreso y la gestión pública?
Las sindicalistas en la política ¿Quiénes integran el Congreso y la gestión pública?

La participación de las trabajadoras en el Parlamento nacional argentino, si bien hoy alcanza una gran mayoría en términos históricos, ha tenido a otras protagonistas. Por ejemplo, Carla Pitiot, de la Asociación del Personal de los Organismos de Control (Apoc) finalizó su mandato en 2019. Más atrás, en 2007, año que coincide con este período en el que la representación femenina alcanza el 40% en la Cámara de Diputadxs, transitaron el Congreso Marta Maffei, diputada del 2003 al 2007, y Delia Bisutti que tuvo una banca entre los años 2005 a 2009.  Ambas, gremialistas docentes.

Pero antes lo habían sido Alicia Castro, entonces Secretaria General de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, con cargo de diputada nacional entre 1997 y 2005, y Mary Sánchez del sindicato de docentes, que fue diputada nacional en el año 2001.

La sanción de la Ley de Sufragio Femenino que permitió ingresar parlamentarias en las elecciones de 1951 fue conquistada en un momento histórico de avance también para los derechos laborales. Carolina Barry, autora de Evita capitana: el Partido Peronista Femenino 1949-1955, considera incluso que en el debate parlamentario en torno a esta ley se hizo hincapié en el rol de las mujeres como trabajadoras, en el valor de su participación y su importancia en la historia Argentina; más que en otras consideraciones.

La posibilidad de elegir y ser elegidas para las mujeres fue sancionada en 1947, en tanto la Ley de Asociaciones Profesionales es de 1945 y la de Convenios Colectivos de Trabajo tuvo lugar en 1953, consolidando esta última el papel central de la negociación colectiva en las relaciones de trabajo. En el 1949, la nueva Constitución, luego derogada por el golpe militar de 1955, incorporó por primera vez los derechos quienes trabajaban, estableciendo el Decálogo del Trabajador, pero además sentando las bases de igualdad jurídica entre hombres y mujeres.

En aquel momento, el movimiento obrero fue considerado la columna vertebral del Partido Peronista. Y la CGT pasó de tener 80.000 afiliaciones en 1943, a 1.500.000 en 1947 y 4.000.000 en 1955, y participaba entonces de las reuniones de gabinete. Incluso, la relación del primer gobierno de Perón con la CGT era a través de una mujer, Evita.

Hay una línea histórica en relación a las m
ujeres, el movimiento obrero y la participación política.

Dentro del Congreso, no es menor tener en cuenta que un tercio de los diputados correspondía a la rama sindical. Aunque, las mujeres tenían un partido aparte, el Partido Peronista Femenino, y su ingreso allí no fue en estricto por su participación sindical, sino político-partidaria. Más allá de que alguna pudiera haber tenido participación gremial.

De todas maneras, es destacable que la participación parlamentaria de mujeres en aquel entonces no volvió a alcanzar un porcentaje mayor hasta mediados de los años 90. Las sindicalistas tendrían que esperar.

Aquel camino de participación de los sindicatos y de las mujeres en la vida política, con fuerte impronta a finales de los 40, tuvo otro hecho sobresaliente. El movimiento obrero organizado en la CGT impulsó una candidata para la vicepresidencia de la Argentina. Una mujer con participación sindical, que había intervenido en la fundación de la Asociación Radial Argentina (ARA). Era Evita Perón.

 

*Cuadro elaborado en base a datos de Hernán Pablo Toppi e Información Parlamentaria.

Publicado en Radio Gráfica

Diario Digital Femenino

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