
Evita, al cumplirse 101 años de su nacimiento
La viceintendenta y presidenta del Concejo Deliberante de la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, Paula Groto, compartió en la sesión homenaje que realizó hoy, unas las palabras, a 101 años del nacimiento de Eva Perón.

Estamos atravesando un contexto único en la historia, enfrentando las consecuencias de una pandemia mundial sin precedentes, pero esperanzados y esperanzadas en que nos toca hacerlo con un Estado que asume un rol protagónico cuidando a la gente, cuidándonos.
Nos compararnos con otros países y no podemos más que destacar nuestro sistema sanitario. Es por eso, que mientras pensaba cómo homenajear a Evita al cumplirse el 101 años de su nacimiento, se me ocurrió recordarla repasando la visión que ella tenía de la salud pública y así entender cómo llegamos al día de hoy.
Fue con el peronismo, y con Evita, que la salud pública se convirtió en un derecho humano, irrenunciable e invulnerable.
La decisión de crear el primer Ministerio de Salud, bajo el mando del Dr. Carillo, en una Argentina en que valía más la vida de un animal que la humana, y la asunción de Evita en la conducción de la Fundación Eva Perón, fueron los pasos fundamentales que posibilitaron la planificación y ejecución de una política sanitaria profundamente federal y de carácter revolucionario.
Desde aquellos espacios se desplegó toda la política concerniente a la salud, con el criterio de que aquella no era solo el resultado de la aplicación de terapias específicas, sino la consecuencia de una política integral donde la buena alimentación, el descanso, la higiene, la vivienda digna y la educación, aportaban tanto como la prevención sanitaria, los hospitales y la investigación.
Podemos enumerar varios y significativos logros obtenidos en un plazo de tan solo 6 años, como: la vacunación que llegó hasta el último niño y niña del país, la reducción de la mortalidad infantil y la ampliación de la esperanza de vida de los adultos, la creación de la primera fábrica de medicamentos, la duplicación de la disponibilidad de camas, la realización de campañas preventivas, la puesta en marcha del Tren Sanitario Eva Perón, que llegó a las poblaciones más alejadas de las ciudades con médicos y enfermeras.
Al mismo tiempo, se crearon cursos de formación dirigidos a las y los Auxiliares de Enfermería, Administradores Hospitalarios, Inspectores Administrativos, Médicos Sanitarios, entre otros.
La Creación de la Escuela de Enfermería, merece un párrafo aparte ya que transformó la manera de enseñar a cuidar a los enfermos y enfermas, abandonando el sistema caritativo y adoptando uno humanitario, dotando de profesionalismo a las mujeres que buscaban brindar un servicio social, dejando de ser meras “cuidadoras”.
Con Evita, las mujeres no sólo comenzaron a trascender en la política, sino que tomaron protagonismo en distintos ámbitos laborales.
En el momento más difícil de su vida decidió atender su enfermedad en un hospital público, confiando su cuerpo y su alma al sistema sanitario que ella había empoderado.
Evita está presente en cada persona que puede acceder al sistema de salud público de calidad. Evita está presente en cada trabajador y trabajadora de la salud, primera trinchera ante este enemigo invisible que nos acecha. Evita está presente también en cada medida que tomamos los gobiernos peronistas, donde priorizamos cuidar la salud y la vida de nuestro pueblo. Evita está viva en cada una de las conquistas sociales conseguidas durante la década ganada, las que vamos a seguir defendiendo y profundizando.
Hoy podemos decirle: que su renuncia a los honores pero nunca a la lucha no fue en vano, nos marcó el camino que seguimos, el que transitamos llevando su nombre como bandera y guía para lograr el sueño de construir una Patria cada día mas Justa, libre, soberana y feminista.