La asesora de menores en el Juzgado del Menor y la Familia de General Pico (La Pampa), Elisa Catán, aseguró que el incumplimiento del pago de la cuota alimentaria asciende a un 70 por ciento. Además, dijo que este «abandono económico» también se condice con un abandono afectivo por parte de los padres deudores.
En diálogo con LA ARENA, la funcionaria judicial piquense se refirió al alto incumplimiento de la cuota alimentaria, tras un proceso de separación de la pareja, y reflejó que es otro de los aspectos de la violencia económica.
«Dentro de la violencia que se ejerce contra las mujeres, hay una que está muy invisibilizada, que es la violencia económica. En cuanto a alimentos hay un alto porcentaje de incumplimiento y podría decir que es del 70 por ciento», señaló y agregó: «Tenés el acceso a la Justicia, se va a mediación porque es obligatoria esa instancia, se inicia el trámite de los alimentos y se logra una sentencia rápida, pero se incumple».
La entrevistada indicó que se debe «asegurar que los niños perciban alimentos, ya sea de los padres, que son los obligados primarios o de la familia ampliada. También es violencia ese tipo de actitudes, pero más allá de la sentencia que uno puede lograr en el Juzgado, hay que hacerlo efectivo a eso y es difícil. Se pueden hacer multas y denuncias por incumplimientos de los deberes familiares, pero si no hay dinero, ¿cómo lo efectivizo?».
Responsabilidad.
Catán expresó que ese incumplimiento que «es altísimo» se da motivado por «la falta de trabajo, por la situación económica del país y porque está como naturalizado que los hombres no se hacen cargo».
En este sentido, manifestó que las mujeres no deben renunciar a la cuota alimentaria «porque son los derechos de sus hijos» y agregó que al incumplimiento económico se suma «el incumplimiento afectivo».
«No podemos naturalizar que no asuman sus responsabilidades parentales, que son el cuidado, la protección, los alimentos, la guianza. Pero también hay un incumplimiento afectivo que tampoco cumplen. Es muy alto el porcentaje de los papás que se abstraen de lo que también es responsabilidad parental porque no van a ver a sus hijos», explicó.
«Hay un abandono paterno muy alto. Se condice con este abandono también económico. No es solo el abandono de no pagar la cuota, tampoco hay un compromiso afectivo. Es muy alto el porcentaje y también es algo sobre lo cual hay que empezar a concientizar», señaló.
«Es un tema de educación y conciencia que tiene que venir desde chico y no hay que ser laxos en eso. Tiene que ser un compromiso de todos y es una cuestión de educación y del machismo existente, de esta naturalización que abandono a la prole y la mujer siempre puede», agregó.
Laboral.
La funcionaria judicial resaltó que al igual que la económica, la «violencia laboral» también está naturalizada y refirió que las mujeres tienen más restringido el acceso a los lugares de toma de decisiones.
«Está el famoso techo de cristal que tenemos todas las mujeres a nivel privado y público en los tres poderes del Estado. Yo hablo del Poder Judicial porque es en el que me desempeño. En La Pampa hay una o dos mujeres y son todos varones en los puestos donde se toman las decisiones en las políticas públicas. Veo que en el Poder Judicial las mujeres somos muy buenas secretarias porque todas las sustituciones son asumidas por mujeres pero de secretarias», indicó.
«Creo que es una decisión política que esto cambie, porque no es la responsabilidad de los ministros hombres que tenemos en el STJ ni tampoco del procurador, es una decisión que debe ser política, de involucrar a las mujeres, de tenerlas en cuenta en los lugares jerárquicos y donde también formen parte de las políticas públicas y dónde está la perspectiva de género», finalizó.