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Alessandra Luna.

Alessandra tiene una mirada que hace que, enseguida, te des cuenta de su capacidad.

Y comentarios que, enseguida, te das cuenta que tiene mucho sentido del humor y sensibilidad.

Alessandra Luna
Alessandra Luna

También habla “a calzón quitado” sin eufemismos ni metáforas, tira de manera directa lo bueno y lo malo y se muestra sincera y abiertamente.

En sus gestos y en sus formas podés notar un largo recorrido vivencial y mucha capacidad para tomar aprendizajes de todas esas experiencias, una construcción ideológica sólida que combina un recorrido personal y muchas horas de lectura.

Ella activa en varios espacios de lucha, pinta cuadros cargados de mensajes políticos, organiza su espacio «Acuarelas del Sur», estudió diseño industrial, diseño de indumentaria y actualmente cursa la licenciatura en ciencias políticas.

Y en el año 2019 sacó su primer libro «La leviatana»

Por Mari Blanca*

¿Qué significa ser conurtrava del tercer cordón y que postura política visibilizas al presentarte de esa manera?

-No es lo mismo ser puto, torta o trava en las grandes ciudades que serlo en los conurbanos o serlo en los periconurbanos. Al decir conurtrava del tercer cordón expongo que hay violencias específicas relacionadas con el lugar que habito que es necesario exponer. Son mis atravesamientos, los condicionamientos de mi identidad. Yo no solo soy travesti, soy conurbana, soy feminista, soy abolicionista. Y el conurbano es muy amplio, el primer anillo tiene características de las ciudades, el segundo anillo ya se va diferenciando y el tercer anillo está más desprovisto, tiene menos estructuras, a medida que te vas alejando cada municipio va retrocediendo diez, quince años en el tiempo. Y el peri conurbano ya tiene características del campo, de los pueblos del interior del país. La postura política tiene que ver con eso: desde donde hablo.

¿Cuáles son las violencias que reciben las identidades travesti/trans en la infancia y adolescencia?

-Somos privadas de nuestras infancias porque realmente no podemos desarrollarlas de acuerdo a nuestro género, entonces son infancias inconclusas, infancias robadas, de parte de la sociedad, del sistema, que no las recuperamos nunca más.

Las violencias tienen que ver con lo sistemático, en lo clínico, en calificarnos a las personas de manera binaria en este sistema administrativo, guiándose por señas físicas, que ajustan todo el real espectro variado solo a un binomio. Luego vienen las familias que están formateadas de una forma, que no accedieron a la información para saber identificar y acompañar en un principio a infancias trans, travestis, y obvio que por desinformación u omisión empezamos a sufrir violencias. La familia puede ser tu primer apoyo o tu primera barrera, tu primer enemigo, muchas adolescencias trans tienen que abandonar sus hogares. Y luego las instituciones, colegio, escuela, el bullying, la burla…y todo eso situándonos en argentina porque en otros paises hay otras penalizaciones, incluso del estado.

Pero en Argentina sufrimos bullying, discriminaciones, violencia física, que todo impacta duramente en nuestra salud mental.

Alessandra Luna, conurtrava: “Mi deseo es que en un momento todes podamos ser trans del sistema sexo/género”
Alessandra Luna, conurtrava: “Mi deseo es que en un momento todes podamos ser trans del sistema sexo/género”

¿En qué momento de tu vida y cómo apareció el transfeminismo?

-Primeramente, apareció el feminismo y luego el transfenimismo.
Y este apareció hace tres años, cuatro años, como una derivación del feminismo, porque hablamos de los feminismos, pero si un feminismo es inclusivo no tendríamos que hablar de transfeminismo. Es una contradicción en sí misma. Yo me considero feminista pero desgraciadamente tengo que aclarar que soy transfeminista. Porque hay también contraflujos dentro del feminismo que son trans-excluyentes, entonces, hay que aclarar y para mi se aleja de los principios del feminismo, pero bueno…apareció el feminismo hace unos años, quizás alrededor de siete años, ocho, y el transfeminismo hace tres años, tuve que recurrir al transfeminismo… o es la parte idílica del feminismo, el transfeminismo.

Creo que me salvó la vida y me sigue salvando la vida, día a día. Ojalá lo hubiera conocido antes, quizás hubiera sido las cosas de otra manera.

¿Cuáles son tus principales motores de vida?

-No sé jajajaja, es algo adentro, un fuego, una inquietud, es alfo que muchísimas veces tomo la decisión de aquietarme, de calmarme, de… pero bueno, no se puede, pienso que es lo mismo que el género, es algo de lo que no podés desviar una vez que lo conoces, es el fuego feminista que una vez que se prende no se apaga más, no es una decisión, al contrario, muchas veces la decisión por preservar mi salud mental es lo contrario. Pero bueno, no se puede apagar, es un fuego que siempre se está avivando, cada vez más.

¿Qué te impulsa a accionar todo lo que haces en lo privado y en lo publicó?

-Las acciones en clave feminista son un horizonte “hasta ahí llego, hasta ahí aprendo, hasta ahí está bien” y cuando llegás a ese horizonte el horizonte está más allá. Lo mismo pasa con las acciones, llegás a un lugar y la inercia te lleva más allá y vos te dejás llevar, es una simbiosis.

Y en lo público me da la sensación de tener un objetivo, una meta, pero no la identifico, no sé bien hasta dónde, creo que es la igualdad el objetivo. Y se hizo mucho, pero falta mucho, es como eso del horizonte, llegás hasta un lugar y pensás…falta más.

Nada se hace en soledad, como decía Diana Sacayán: “Una construcción no es posible en soledad”.  Siempre las transformaciones tienen que ser en lo íntimo para después insertarse en lo público y al revés, en lo colectivo para poder transformar lo cotidiano.

¿Qué cambios trajo en tu vida la ley de cupo laboral trans/travesti?

-Una seguridad, yo creo que las personas trans/travestis vivimos de gitanas. Somos las peluqueras, tiramos las cartas, cosemos, nos prostituimos, hacemos bijou. Siempre hacemos un teje, siempre viendo, juntando el dinero para poder comprar luego, siempre la inseguridad viviendo de forma marginal, como muy modesta. A mi la ley, a mis 47 años, me cambió la vida, puedo planificar de otra forma, puedo hacer cosas en mi casa que jamás pensé que las podía hacer ¡que muchísima gente tampoco las tiene! Pero a nivel colectivo, la mayoría puede llegar a tenerlas.

Pequeñas cosas como revocar las paredes de mi casa, emprolijar los cables que no estén colgando, tener agua caliente, poder decir, bueno, salgo y me doy este gusto…todavía no me senté a un restaurante, pero si me paré a comer un choripán, jajaja ¡bueno, puedo hacerlo!

Regalar cosas, antes regalaba cosas que hacía manualmente, o cosas que me habían regalado. Ahora puedo comprar cosas para regalar, y las impregno con detalles míos, para que tengan algo de mí porque me gusta eso y me gusta regalarles cosas a compañeras que por ahí no tiene laburo. Lo que a me hubiera gustado, o que hicieron por mí, cuando no tenía trabajo por la ley de cupo laboral trans.

¿Qué objetivos tiene «Acuarelas del Sur«?

-Es una casa de fiestas, es una caja de resonancia, tiene que estar todo el tiempo vibrando porque es parte de mi alma, que pueda haber talleres, reuniones, encuentros, ferias, festivales. Todo en clave feminista, perspectiva, diversidad de género. Abierto al barrio, el barrio no está del todo preparado, vienen personas de otros lugares, otres feministas, artistas, de otros municipios. Uno de mis objetivos es que la gente del barrio lo habite, lo tome como propio, como lugar de pertenencia. Yo soy hija de Oshun, Oshun en lo que es la mitología africana es el orisha de la alegría, la fiesta, el arte, el amor, tiene que ver con el río, con la fertilidad. Yo soy hija de Oshun porque vibro con esa energía de la naturaleza, esa fuerza viva de la naturaleza. Mi casa es casa de ella y tiene que haber siempre alegría, música, canto, tambores, festivales, es una caja de resonancia que siempre tiene que estar vibrando.

Aún no sé el destino que quiero para acuarelas, quizás que el día que yo no esté que alguien siga la posta y que sirva para refugio de personas travestis/trans, ojalá ya haya un refugio, pero si no hay que sirva para eso.

¿Cuáles son tus deseos para la comunidad travesti- trans?

-Que todes podamos ser trans y travestis. Yo creo que el día que podamos romper el panóptico no necesariamente todes vamos a ser mujeres y hombres, ni siquiera trans ni travestis, vamos a abolir el género como ordenamiento social. Claro que se necesita saber el género en cosas como ir al médico, para ordenarse en determinadas cosas para usar esta herramienta de la equidad para llegar a la igualdad, pero creo que logradas esas metas avanzamos, con el feminismo, que crece de manera multiplicada en velocidad, hacia un lugar donde no va a hacer falta el tema de los géneros, no va a haber panóptico. Mi deseo es que en un momento todes podamos ser trans del sistema sexo/género, o sea que podamos ser libres. Que no necesariamente tengamos que ser hombres, mujeres, trans, travestis, que nuestra identidad la podamos construir desde nuestro interior y conectarla con cosas preexistentes a la colonialidad, con lo originario, la tierra, nuestra ancestralidad y que podamos allí generar esta conexión que va a dar la idea de nuestra identidad, que no necesariamente tiene que ver con el género. Y, no sé si va a tener que ver con categorías, pero si con la identidad. Eso me interesaría, no es que paso por alto el cupo laboral trans/travesti, pero quizás sí, me estoy adelantando en mi deseo. Creo que no somos minoría, porque la pregunta dice “¿Cuáles son tus deseos para la comunidad travesti-trans? “como una minoría, y yo creo que no existen las minorías, existe la minorización como constructo social y como vos podés hacer un constructo y que nadie se salga de lo que tiene que ver con esas “fronteras vigiladas”, como decía Foucault. Justamente con el panóptico y con los dispositivos de disciplinamiento. Una vez que esto no exista las personas no nos vamos a quedar en esas categorías centralizadas, no se hasta que punto va a haber minorías y mayorías, sino que va a haber libertad.

¿Cuáles son los sueños y después para tu presente y tú futuro?

-Me encantaría ser incluida en “Reconocer es reparar” porque no sé si estoy para trabajar en la formalidad dentro del cupo laboral trans, como muchas otras compañeras que hemos sufrido trans/travesticidio social donde hemos sufrido sistémicamente violencia hacia nuestros cuerpos y nuestras psiquis. Nuestro promedio de vida es de 35 años, o sea que la que estamos llegando a los 50 estamos en la vejez, con todos los achaques que tenemos en nuestro cuerpo, las intervenciones de las siliconas que nos hizo poner la sociedad para ser legitimizadas y tener cuerpos comerciales para la prostitución, todas las violencias físicas desde nuestra niñez, estamos bastante hechas bolsas. Creo que nos merecemos esa reparación que no es una reparación en sí, porque nada va a reparar ese daño, pero si es un resarcimiento. Y me gustaría vivir en el campo, tener internet, escribir, terminar mi licenciatura en ciencias políticas y escribir. Investigar, pintar, hacer cuentos fantásticos. Seguir trabajando en esta labor, seguir escribiendo para lo que tiene que ver con los géneros, las diversidades y la vida misma.

(*) Mariposa Blanca, artista. Transfeminista interseccional. Abolicionista. Vegana. Ecologista. Anticapitalista. DDHH niñes.
Visita su Canal: https://www.youtube.com/c/MariposaBlancaCantante

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