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“Las familias se ven afectadas por la crisis y las mujeres asumen el costo”

Entrevista a Alejandra Pérez Scalzi

“Las familias se ven afectadas por la crisis y las mujeres asumen el costo”
“Las familias se ven afectadas por la crisis y las mujeres asumen el costo”

¿Cómo impacta la crisis económica en la vida las mujeres argentinas? Desde una perspectiva de género, Alejandra Pérez Scalzi abogada, especialista en economía familiar y género, profesora e investigadora de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba, nos ofrece un análisis sobre la realidad argentina e intenta desentrañar las causas y las consecuencias del aumento de la pobreza, las desigualdades en la repartición de las tareas domésticas y de cuidado, el trabajo no remunerado, el desempleo y la precarización laboral. 

Por Ana Espinoza

“El porcentaje de mujeres que lideran hogares en Argentina es altísimo, la crisis se profundiza, las posibilidades se achican, esa es la realidad”, define la especialista, y a su vez, describe las acciones de resistencia que realizan las mujeres día a día con “la esperanza de que lo que viene será mejor”. 

Desde una mirada de género, ¿cómo impacta la crisis en las mujeres de Argentina? ¿y las diversidades?.

Las crisis se caracterizan, entre otros aspectos, por achicar desde el Estado las prestaciones a la población o modificar la calidad de los servicios lo cual implica indirectamente, devolver a las familias o a las personas responsables de ellas un conjunto de obligaciones, que en términos generales significan un hacer, actividades o prestaciones que tenía el Estado, que dejan de estar y por lo tanto deben ser resueltas de otra manera. Ejemplo de esto son, la falta de medicamentos, bancos en escuela, guardería, cuando esto no funciona o dejó de funcionar. Las familias se ven impactadas por la crisis y en  general son las mujeres quienes asumen el costo, ya que destinan horas de su tiempo a compensar esta falta y así suplir los déficit. 

La mayor parte de la información a la que tenemos acceso no tiene en cuenta la diversidad, continúa siendo elaborada en base a un sistema binario de varones-mujeres implementado para la recolección de datos, que no nos permite hacer análisis desde la diversidad de géneros, sino, todo lo contrario, es una mera clasificación por sexo. Eso quiere decir que seguimos pensando en términos solo de blanco o negro, femenino o masculino, dejando a muchas personas por fuera, obviamente.

Sabemos que las crisis económicas no tienen los mismos efectos entre las personas, por eso es muy importante contar con datos, que den cuenta de las realidades a abordar y así abordar o pensar en políticas a implementar, que nos permitan avanzar con el análisis de las desigualdades de género para seguir pensando qué otras políticas públicas pueden tender a un horizonte de equidad.

Dentro de la población de las mujeres, ¿quiénes son las más afectadas por la crisis económica? ¿En qué ámbitos? ¿Por qué?

La primera cuestión a destacar es que, en el caso de que las mujeres trabajen fuera del hogar, lo que se reconoce es el mayor desgaste que ellas sufren; ya que no solo cumplen jornadas laborales, sino que también acarrean con las actividades y responsabilidades en sus casas, y de su familia en su conjunto. Las tareas del hogar que se hacen todos los días – cocinar, hacer compras, limpiar, lavar, y planchar- son las que menos repartidas están entre quienes integran las familias, la tasa femenina casi triplica a la masculina. 

Cuando hablamos de los cuidados que se realizan a niñas- niños, personas enfermas o padres-madres, también recaen de forma generalizada sobre las espaldas de las mujeres,  y sólo uno de cada cuatro varones trabaja a la par que ellas en este ámbito. 

Otro aspecto a destacar es el vinculado a los ámbitos de trabajo, las personas que destinan sus horas a tareas vinculadas a las profesiones de la sanidad, docencia y servicio doméstico, siguen siendo reconocidas como fuertemente feminizadas, identificadas con las mujeres y asociadas al cuidado, tienen peores remuneraciones, y mayor carga  horarias que otras profesiones u oficios, con similares características en términos de formación profesional y experiencia laboral.

Nuestra sociedad en su hacer discursivo valora enormemente el cuidado de las personas mayores o enfermas, el cuidado de niños y niñas en los tiempos en que no están en la escuela, sin embargo, quienes realizan estas tareas son en su mayoría personas precarizadas laboralmente y con remuneraciones que ni siquiera llegan a cubrir lo exigido legalmente. El porcentaje de mujeres que lideran hogares en Argentina es altísimo, la crisis se profundiza, las posibilidades se achican, esa es la realidad.

¿Cómo se organizan las mujeres frente a esta crisis? ¿Conoce algunos ejemplos de resistencia ante la situación económica?

Las mujeres ante la crisis siguen reorganizando sus propias vidas, trabajan más-descansan menos.

Las mujeres son el andamiaje, que hace de paliativo ante la crisis, la amortigua. El Estado y las familias descansan en ellas. Consiguen que comer, reciclan ropas, participan, se agrupan en redes, intercambian bienes y saberes, sostienen la esperanza de que lo que viene será mejor. 

Tal vez la gran asignatura pendiente, para nosotras como mujeres, es comenzar a desandar los estereotipos, las obligaciones que se nos ha asignado entre nosotras mismas. ¿Puedo pensar en mi? ¿Sigo juzgando a otras mujeres? ¿Valorizo realmente mi hacer? Creo que la resistencia es reconocimiento, reconocimiento de lo propio y también de las demás.

La palabra circulando, las nuevas imágenes, las canciones que nos hacen pensar que estamos con otras y podemos contar con ellas, el manifestar que no estamos solas, hablar con otras, escucharnos y no juzgarnos, asociarnos con las que somos, acariciarnos en ese reconocimiento, en resumen… Entender que todas las tareas de cuidado que hacemos y que hacen otras, no nos tocan por naturaleza ni por amor, nos tocan porque este sistema abarata costos haciendo trabajar a las mujeres en forma gratuita. Discutir qué es amor y qué es responsabilidad de las diferentes personas que integran las familias, charlarlo con otras y otros, fortalecernos para generar cambios. Creo que es “la modalidad de resistencia” ante la crisis.

¿Qué rol ocupa el movimiento feminista en este contexto? ¿De qué manera aporta a mejorar la vida de las mujeres?

En estos últimos años en nuestro país, a partir del trabajo sostenido de muchas mujeres, organizaciones y del movimiento feminista, se ha logrado instalar en el debate público una agenda de cuestiones que tienen a la mujer como protagonista: desigualdad, paridad,  violencia de género, femicidios, legalización del aborto, etc. Cada uno de estos temas tiene una extensa trayectoria en la lucha feminista, no es espontáneo, todo lo contrario. Por fin se han hecho más visibles en la televisión, noticias, medios, de la tal forma que en algunos casos se han logrado llevar al debate legislativo o posicionarlos en sede judicial de tal manera que conllevan a compromisos políticos para trabajar en ellos como sucedió con la violencia contra las mujeres y el femicidio después de la marcha #NiUnaMenos. 

Quedan pendientes aun de instalar muchas cuestiones relacionadas a políticas publicas con perspectiva de genero,  presupuestos, partidas, oportunidad, paridad, etc.

Desde su perspectiva, ¿qué propuestas puede compartir? ¿cuál o cuáles serían las acciones que ayudarían a sacar a la población de la crisis? 

Charlas en escuelas, campañas públicas centradas en el reparto equitativo de las tareas no remuneradas, el conjunto de la población debe involucrase en la temática y sus acciones. El trabajo del hogar y los cuidados de las personas no pueden cargarse sobre las mujeres sin recibir remuneración o retribución económica acorde.

Estimular nuevas formas de participación en las cuales al igualdad entre las personas, no sea un horizonte tan lejano.

 

PERFIL: ALEJANDRA MARIA PEREZ SCALZI

Es abogada de la Universidad  Nacional de Córdoba (UNC), maestrada en Gestión y Evaluación de Proyecto (Universidad Internacional Iberoamericana), abogada especialista en Gestión de Organizaciones de la Sociedad Civil y diplomada en Derechos Humanos. 

En su amplia trayectoria, Perez Scalzi es investigadora, extensionista, docente de grado y posgrado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNC, donde dicta materias, seminarios y diplomaturas vinculadas a la temática de género y derechos humanos. Además es coordinadora académica y de extensión del Programa Género y Derechos, de dicha unidad académica.

 

* Esta entrevista se publicó en el número 11 de la revista digital El Género en Plural, una publicación del Centro de Estudios y Promoción de la equidad de género Flora Tristán del Dpto de Trabajo Social de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones.. Para descargar y leer las revistas: http://elgeneroenplural.blogspot.com/

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