El ministro de Salud lo calificó como un “instrumento sanitario para que se cumpla con la ley”. La guía respeta la objeción de conciencia pero con límites: “No puede ser una coartada para que no se cumpla”.
El ministro de Salud lo calificó como un “instrumento sanitario para que se cumpla con la ley”. La guía respeta la objeción de conciencia pero con límites: “No puede ser una coartada para que no se cumpla”.
“Habrá algunas organizaciones antiderechos que lo van a cuestionar. Lo que estamos haciendo es dar un instrumento sanitario para que se cumpla con la ley y con los derechos de las que, lamentablemente, están en una situación de interrupción legal del embarazo”, precisó en conferencia de prensa.
“Este protocolo tiene como objetivo actualizar la guía de prácticas anterior teniendo en cuenta los cambios que existieron en la legislación, como la aprobación del nuevo Código Civil de 2015, y la evolución del conocimiento que hace que se modifiquen cuestiones científicas, siguiendo cánones internacionales como la Organización Mundial de la Salud”, añadió.
Sin dar demasiados detalles para no entrar en cuestiones “técnicas”, Ginés dijo que el protocolo es una “actualización” que “describe cuál es la situación del aborto en Argentina y en el mundo y cómo se debe proceder, cuál es la evaluación que se debe hacer y cuál es el procedimiento para la interrupción del embarazo”.
Además, pidió que este tema “no se convierta en un combate” y que «no es una búsqueda de votos ni algo para ganar una elección. Es claramente cómo se cumple con un derecho y con la ley”.
El titular de la cartera sanitaria señaló que la nueva guía -que será publicada este viernes en el Boletín Oficial- pone límites a la objeción de conciencia.
“Se respeta pero no puede ser una coartada para que no se cumpla la ley, no puede quedarse sin respuesta institucional. Sabemos que hay instituciones que colectivamente han intentado hacer esto y obviamente lo que plantea es lo que se dice la ley”, afirmó.
También recordó que en los últimos años hubo un “combate contra el protocolo en algunas provincias y de parte del propio ex presidente (Mauricio Macri)”, lo que generó “confusión e intimidación sobre profesionales que tienen que cumplir con la ley”. “En esto, pretendemos que el protocolo sirva como lo que es: una guía de procedimiento, que tenga todo el respaldo», dijo.
Luego les dejó un mensaje a los gobiernos provinciales: “En un país federal, mucho depende de que se adhieran las provincias. Hay muchas que lo hicieron, pero lamentablemente algunas grandes, como Buenos Aires, no lo aprobaron”, destacó.
Respecto de las diferencias con el protocolo que había impulsado su antecesor Adolfo Rubinstein y que rápidamente fue derogado por el Gobierno anterior, Ginés enumeró: “Es una evolución, se introduce algún elemento técnico y es un poco más flexible respecto de cómo se aplica la objeción de conciencia, permitiendo que exista pero garantice la ley”.
Por último, evitó referirse a si próximamente impulsarán en el Congreso un proyecto para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
“Primero que nada vamos a intentar que se cumplan las leyes vigentes”, sostuvo.
A su turno, la directora del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), Mariana Romero, detalló que “la normativa no establece un límite de edad gestacional” y remarcó que, en los casos de violación, no deberá haber “dilaciones o demoras” independientemente de que la víctima haya realizado o no la denuncia.
En ese sentido, aseguró que la práctica debe garantizarse en un plazo de “10 días al momento de la solicitud”.