Violencia sexual
- Son los casos de violencia con menor porcentaje de denuncias.
- En 2018 se registraron 12 casos de violación diarias, según las denuncias que recibió la Justicia.
- Los casos de abuso que se hacen públicos generan una mayor cantidad de consultas sobre el tema.
Por Catalina Roig
Distintas organizaciones feministas, entre ellas el Colectivo de Actrices Argentinas, visibilizaron esta tarde una denuncia por acoso sexual y maltrato contra un ex directivo del Centro Cultural San Martín y profesor de la Universidad Nacional de las Artes (UNA), que ya había salido a la luz hace unas semanas. “Exigimos la reincorporación de manera urgente de las trabajadoras del Centro Cultural San Martín que fueron removidas de sus puestos por animarse a denunciar”, dice el comunicado que leyeron hoy las organizaciones. Entre otras medidas, pidieron que se apliquen protocolos de género en el sector público y privado, así como capacitaciones a los funcionarios.
Hubo varios casos mediáticos en estos últimos años dentro del ámbito de la Cultura. El 11 de diciembre de 2018 el Colectivo de Actrices Argentinas hicieron la primera conferencia, en la que la actriz Thelma Fardin denunció que fue abusada sexualmente por el actor Juan Darthés.
A nivel nacional, en 2018 hubo en la Argentina 4.266 denuncias por violación y 12.708 denuncias por otros delitos contra la integridad sexual, como casos de intento de abuso, según el Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC) que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación. Eso representa alrededor de 12 casos de violación por día, un aumento con respecto al año anterior, cuando hubo 11 casos diarios.
Sin embargo, estos son los casos denunciados y sólo 1 de cada 10 personas que sufren violencia sexual lo denuncian, según la Encuesta Nacional de Victimización del INDEC. Es, entre los delitos violentos contra las personas, el que menos se denuncia. Esto no es un fenómeno particular de la Argentina: según un informe sobre violencia sexual en América Latina y el Caribe, realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo el 5% de las víctimas realizan una denuncia judicial.
“La violencia sexual es una de las violencias más comunes de violencia de género. Sin embargo, es una de las menos denunciadas y eso es una constante a nivel mundial”, explica la abogada María Florencia Zerda, de la Red de Abogadas Feministas. “Los tiempos de la víctima no son los de la Justicia, sobre todo en los casos de abuso sexual infantil, tardan mucho las personas en saber qué pueden denunciar, los niños y niñas por ahí les cuesta hablar. O quizás lo sufriste de adulta y tardas en darte cuenta que fuiste abusada, capaz pasan muchos años y al denunciarlo ya se perdieron pruebas”, añade Zerda.
La visibilización de estos casos genera una mayor cantidad de denuncias y consultas por parte de otras mujeres. Al día siguiente de la denuncia de Fardin, las llamadas a la línea 144, de consulta y denuncia de violencia de género aumentaron un 123%, de 2.041 a 3.423 diarias. Un tercio de estas llamadas fueron por casos de violencia sexual, cuando en general sólo 1 de cada 10 llamadas a esta línea son sobre este tema.
Sin embargo, Zerda aclara que aunque hay un aumento en la cantidad de consultas cuando se hacen público los casos de abuso no siempre esto se traduce en una mayor cantidad de denuncias judiciales, dado que no siempre las mujeres deciden denunciar o están en los plazos legales para hacerlo.
En el ámbito laboral, el Ministerio de Trabajo tiene una Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral (OAVL) que brinda asesoramiento y recibe denuncias sobre el tema. La oficina recibió 757 consultas durante la primera mitad de 2019, de las cuales el 63% fueron de mujeres. En 2018, el 71% de las denuncias fueron de mujeres. Por otro lado, el 70% de las denuncias son de personas que tienen entre 26 a 45 años.
“Los jóvenes de 18 a 25 años denuncian menos o se van más rápido de los lugares donde los tratan mal” mientras que los mayores de 56 “son poco proclives a la denuncia porque soportan más los conflictos para lograr finalmente el retiro de las actividades; han adquirido otras formas de solucionar los conflictos; o por miedo a perder el empleo por las dificultades que conlleva la reinserción en el mercado de trabajo al llegar a esas edades”, explica el informe. Es en las personas mayores donde más diferencia de género hay, siendo mujeres el 90% de las denunciantes.
En junio de este año, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó un convenio sobre el acoso laboral, siendo el primer código internacional que regula estas situaciones de violencia. En el convenio se diferencia la definición de “violencia y acoso laboral” de la “violencia y acoso por razón de género”, agregando en la segunda las situaciones de acoso sexual. En la Argentina no existe ninguna ley nacional específica sobre acoso laboral, aunque si éste es acoso sexual está contemplada en la Ley de Protección Integral a las Mujeres y en algunas leyes provinciales.
Lucía Martelotte, directora adjunta de la ONG Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), explicó en este chequeo que “la violencia laboral, como pasa en otras modalidades de las violencias contra las mujeres, es un problema que hasta hace poco tiempo estaba naturalizado. Por eso, ciertas conductas, como los comentarios indebidos o las insinuaciones, no eran consideradas como manifestaciones de la violencia, sino que se entendían como parte de lo ‘esperable’ dentro de los espacios de trabajo.