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Tenemos que hablar del porno es una guía para familias sobre el consumo de pornografía en la adolescencia.

(descargar la guía en Portada)

Tenemos que hablar del porno
Tenemos que hablar del porno

Con esta guía Save the Children pretende aportar claves para que las familias puedan ayudar a sus hijas e hijos a formarse una visión crítica y realista sobre el porno. La guía ofrece claves para hablar de pornografía, no respuestas correctas, ni recetas sobre cómo responder; cada persona debe adaptarlas a su estilo particular de educar a sus hijos e hijas. No intenta solucionar los debates en torno a la pornografía, pero sí trata de aportar conocimientos para que las familias y adolescentes que la lean puedan desarrollar una visión crítica.

Estas son las preguntas que nos hemos hecho en Save the Children con el fin de afrontar esta realidad sin tabúes, para poder ofrecer respuestas ajustadas a las necesidades de la infancia y adolescencia que garanticen su bienestar y el desarrollo integral de su identidad. Como resultado hemos elaborado el informe «(Des)información sexual: pornografía y adolescencia» y la presente guía para familias.

Con esta guía pretendemos aportar claves para que las familias puedan ayudar a sus hijas e hijos a formarse una visión crítica y realista sobre la pornografía. Para ello, ten en cuenta que:

  • Esta guía ofrece claves para hablar de pornografía, no respuestas correctas, ni recetas sobre cómo responder; cada persona debe adaptarlas a su estilo particular de educar a sus hijos e hijas.
  • Se trata de un complemento a nuestra guía «Respuestas fáciles a preguntas difíciles», una herramienta dirigida a facilitar a las familias la educación sexual de sus hijas e hijos. Hablar de sexualidad nos suele costar, sobre todo con niños, niñas y adolescentes; con este material, proporcionamos algunas claves válidas para mejorar la comunicación.
  • Está dirigida a todas y todos, sin importar sexo, género, identidad, orientación, origen, capacidades, diferencias, tipos de pareja ni tipos de familias. Así pues, no se centrará en ningún colectivo concreto (de hecho, se usará el femenino y masculino genérico para facilitar la lectura, pero es nuestro deseo incluir a todas las personas y a todas las sexualidades).
  • Sus contenidos están basados en evidencias, aunque es conveniente señalar la necesidad de una mayor labor investigadora sobre el tema.
  • No intenta solucionar los debates en torno a la pornografía, pero sí trata de aportar conocimientos para que las familias y adolescentes que la lean puedan desarrollar una visión crítica.

 

De 9 a 11 años: primera exposición al porno y curiosidad

La mayor parte de investigaciones, y también los testimonios de muchas familias, alertan de que los primeros contactos con la pornografía empiezan a ocurrir en torno a los 9 y 11 años.

No suele tratarse de búsquedas deliberadas ni tienen un componente esencialmente erótico, es decir, que se utilice para despertar o incrementar el deseo, como sucederá más adelante en la adolescencia; aunque es cierto que también podría ocurrir.

En primer lugar, la mayor parte de estudios existentes hablan de «exposición» a la pornografía o a material sexualmente explícito más que de «búsqueda» deliberada a estas edades, entendiendo, por lo general, que sexualmente explícito se refiere a imágenes de desnudos y genitales. Por ejemplo, a través de banners y pop-ups (ventanas emergentes en Internet), vídeos que les muestran chicas y chicos mayores, folletos o flyers que encuentran en la calle, imágenes en películas, series, anuncios o redes sociales, etc….seguir leyendo

FUENTE: www.savethechildren.es

Biblioteca virtualDDF

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