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Por:  Lic. Javier García Guerrero[1]

Lic. Javier García Guerrero
Lic. Javier García Guerrero

Las 255 mujeres asesinadas por violencia de género durante 2012 en la Argentina quintuplican en número a las que padecieron igual suerte en España. La ciudad de Cipolletti con 13 femicidios en 15 años ha sido denominada la Capital Nacional del Femicidio, sin embargo la ciudad de Viedma con 6 casos durante el año 2012 muestra con el 2,35% de los casos el peor registro nacional. La capital rionegrina con 53.000 habitantes superó el número absoluto del total de femicidios registrados durante 2012 de los partidos de La Matanza donde viven 1.200.000 personas, Lomas de Zamora o San Martín. Si Viedma fuese una ciudad española habría acaparado el 11,52% de los femicidios totales. La tasa española más alta es la de Castilla la Mancha con 4,52 mujeres asesinadas por causas de género por cada millón de habitantes. La aplicación de ese indicador a la Argentina muestra una incidencia nacional de 63,75 muertes/millón y en Viedma de 113,20 muertes/millón, un guarismo 2.500 % superior al peor registro autonómico español. Durante 2014 el número total de homicidios en Viedma ha superado en asesinatos/habitante a Chicago, de hecho, la relación ya resulta un 1.145% superior existente en la ciudad de New York. El 0,046% de las mujeres viedmenses en edad reproductiva ha muerto por feminicidio en 2012. De consolidarse esta tendencia secular 1,61% de las mujeres en edad reproductiva habrá muerto antes de finalizar la misma por esta causa, unas 420. Mientras la tasa de crecimiento de los femicidios es negativa en España mostrando una reducción del -33% en cinco años (44 casos en 2014) en la Argentina crece a una tasa del 15% anual acumulativo, alcanzando en 2013 casi 300 casos pese a la ausencia total de estadísticas oficiales y el notorio subregistro.
En Latinoamérica según la CEPAL 4.000 mujeres/año mueren en medio de los más de 4.000.000 de abortos ilegales que les practican y los índices de maternidad adolescente superan en más del 1.000 % los registros europeos. La situación sanitaria de las mujeres rionegrinas es inaceptable. El Ministerio de Salud de la Nación informa que la tasa de mortalidad femenina es la más alta de la Patagonia duplicando el registro de las mujeres fueguinas y la tasa de mortalidad materna también record patagónico, triplica el promedio de la década anterior en la misma provincia de Río Negro.
Para mejorar la crítica situación, es necesario que el Estado construya políticas integrales para «prevenir, sancionar y erradicar» la violencia hacia las mujeres. La adopción del protocolo de violencia de género de la Titular de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia ubica a Rio Negro como la primera provincia en hacer ese acto de relacionamiento político. La efectividad en el territorio y los presupuestos para posibilitarlo no siguen una dinámica consistente. De hecho, el monto asignado al Consejo Nacional de las Mujeres en el presupuesto nacional de 2014 fue de 16,2 millones de pesos, 71,6% destinados al pago de los haberes del personal, sólo el 28,4% del presupuesto del Consejo se destina al cumplimiento de la ley 26.485 de violencia contra las mujeres. El presupuesto del Consejo representa tan solo el 0,0018% del presupuesto nacional, lo cual significa un 33% menos de lo asignado en el presupuesto 2013. En Río Negro es análisis es más sencillo el porcentaje de ejecución presupuestaria 2014 de los fondos destinados a violencia de género fue del 0% a pesar del incremento observado en las partidas para Desarrollo Social.
La falta de autonomía económica impide a muchas mujeres abandonar el ambiente de maltrato que padecen. Posibilitar su independencia facilitando su acceso al empleo es un punto de apalancamiento internacionalmente reconocido. En Suiza y Holanda el 60% de todos los jóvenes trabaja, en la Argentina el 33% (varones 41% mujeres 24%) En los últimos once años las mujeres jóvenes argentina perdieron 9,6 % de participación laboral hasta alcanzar actualmente su nivel más bajo desde 2003, de tal manera que  sólo 1 de cada 4 mujeres entre 15 y 24 años tiene empleo. Entre esas edades las que se declaran jefas de hogar o cónyuges y que ya tienen uno o más hijos, el 80% pertenece hogares ubicados en los dos quintiles más bajos de la distribución del ingreso.
Si todos los dirigentes coinciden en que el mayor problema de desempleo en Río Negro, lo tienen las mujeres jóvenes ¿porqué se destinarán casi exclusivamente los fondos extraordinarios de la renovación de concesiones hidrocarburíferas al sector de la construcción, donde no trabajan mujeres? ¿Porqué no hay en esos planes guarderías como tienen en Chile obligatoriamente todas las empresas que tienen más de 20 empleados?
Parafraseando a Saramago cuando dijo “Qué clase de mundo es este, que puede mandar máquinas a Marte y no hace nada para detener el asesinato de un ser humano”, afirmamos enfáticamente ¿Qué clase de provincia es esta que se vanagloria del “relato del satélite comunicacional Arsat-1” sin brindar garantías mínimas de sobrevida a sus mujeres?



[1] Ex Director de la Especialización en Administración Hospitalaria del Colegio Médico de la Provincia de Buenos Aires y Profesor de Economía de la Salud en la Universidad Favaloro. @JavierGGuerrero.

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