El Informe sobre la situación mundial de la prevención de la violencia 2014 se centra en la violencia interpersonal, es decir, la que ocurre entre miembros de una misma familia, en la pareja, entre amigos, conocidos y desconocidos, y que incluye el maltrato infantil, la violencia juvenil, la violencia en la pareja, la violencia sexual y el maltrato de las personas mayores. La violencia interpersonal es un factor de riesgo para la salud a lo largo de toda la vida y para los problemas sociales. Se puede predecir y prevenir, y la responsabilidad de abordarla recae sin duda alguna en los gobiernos nacionales.
La violencia afecta a las vidas de millones de personas y tiene consecuencias que perduran. Se estima que en 2012 hubo 475 000 muertes por homicidio. Sesenta por ciento eran varones de entre 15 y 44 años, lo que convierte al homicidio en la tercera causa principal de muerte para los varones de ese grupo etario.
En los países de ingresos bajos y medianos, las tasas estimadas de homicidio más elevadas se registran en la Región de las Américas, con 28,5 homicidios por 100 000 habitantes, seguida de la Región de África con una tasa de 10,9 homicidios por 100 000 habitantes. La tasa estimada de homicidios más baja se registra en los países de ingresos bajos y medianos de la Región del Pacífico Occidental, con 2,1 por 100 000 habitantes. Se estima que en el periodo 2000-2012 las tasas de homicidio se han reducido en poco más del 16% en todo el mundo (de 8 a 6,7 por 100 000 habitantes), y en los países de ingresos altos en un 39% (de 6,2 a 3,8 por 100 000 habitantes).
En cambio, las tasas de homicidio en los países de ingresos medianos y bajos han registrado un descenso menor en el mismo periodo. Para los países de ingresos medianos-altos y medianos-bajos el descenso ha sido de un 13%, y para los países de ingresos bajos de un 10%. Ahora bien, a pesar de su considerable contribución a la mortalidad, las muertes son tan solo una fracción de la
carga sanitaria y social que se deriva de la violencia.
Las mujeres, los niños y las personas mayores son quienes soportan la mayor parte del maltrato físico y psicológico y los abusos sexuales no mortales:
• Una cuarta parte de toda la población adulta ha sufrido maltrato físico en la infancia.
• Una de cada cinco mujeres ha sufrido abusos sexuales en la infancia.
• Una de cada tres mujeres ha sido víctima de violencia física o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida.
• Un 6% de los adultos mayores ha sufrido maltrato en el último mes.
La violencia contribuye a que la mala salud se prolongue durante toda la vida –especialmente en el caso de las mujeres y los niños– y a una muerte prematura, puesto que muchas de las principales causas de muerte, como las enfermedades coronarias, los accidentes cerebrovasculares, el cáncer y el VIH/sida, están estrechamente vinculadas con experiencias de violencia a través del tabaquismo y el consumo indebido de alcohol y drogas, y la adopción de comportamientos sexuales de alto riesgo. Asimismo, la
violencia impone una pesada carga en los sistemas de salud y de justicia penal, los servicios de previsión y asistencia social y el tejido económico de las comunidades.
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Fuente: Red Pampeana de Género