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Documento sobre la discriminación hacia las mujeres basada en el género

El presente documento se elaboró con el objetivo de brindar información básica sobre los actos y prácticas de discriminación contra las mujeres que están basados en el género. Se busca, a través de él, alentar el debate social y promover políticas públicas a nivel nacional, provincial y municipal para resolver un problema que persiste: las mujeres siguen siendo discriminadas en todas las esferas de la vida social. A la discriminación por su pertenencia al género femenino se le suma la discriminación por otros motivos como la clase social, la pertenencia a etnias o culturas específicas (como la indígena o la afrodescendiente), la edad, el nivel educativo, el color de la piel, las condiciones de vida (migrante, rural, etc.) y muchas otras, que poseen un sentido específico al aplicarse a las mujeres. Por eso, hoy se habla de discriminación múltiple basada en el género.

En este documento se abordarán distintos temas; no obstante, la selección no es taxativa ni unívoca, y por tanto admite otras miradas y selecciones, así como temáticas adicionales.

Introducción
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Documento sobre la discriminación hacia las mujeres basada en el género
Documento sobre la discriminación hacia las mujeres basada en el género

El presente documento se elaboró con el objetivo de brindar información básica sobre los actos y prácticas de discriminación contra las mujeres que están basados en el género. Se busca, a través de él, alentar el debate social y promover políticas públicas a nivel nacional, provincial y municipal para resolver un problema que persiste: las mujeres siguen siendo discriminadas en todas las esferas de la vida social. A la discriminación por su pertenencia al género femenino se le suma la discriminación por otros motivos como la clase social, la pertenencia a etnias o culturas específicas (como la indígena o la afrodescendiente), la edad, el nivel educativo, el color de la piel, las condiciones de vida (migrante, rural, etc.) y muchas otras, que poseen un sentido específico al aplicarse a las mujeres. Por eso, hoy se habla de discriminación múltiple basada en el género. En este documento se abordarán distintos temas; no obstante, la selección no es taxativa ni unívoca, y por tanto admite otras miradas y selecciones, así como temáticas adicionales.

Según un informe elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) con la colaboración de otros organismos (UNESCO, OPS, UNFPA y UNIFEM):

… la igualdad entre hombres y mujeres en Latinoamérica avanza a pasos lentos; y los retos pendientes obligan a los gobiernos a asumir un compromiso mayor en todos los frentes. Si bien gracias al ingreso masivo al trabajo remunerado de las mujeres el índice de pobreza en la región de América Latina y el Caribe disminuyó casi diez puntos porcentuales, en el mundo del trabajo y la vida política persiste la brecha entre el aporte de las mujeres a la sociedad y el escaso reconocimiento de que son objeto. Las mujeres siguen sobrerrepresentadas entre los pobres y subrepresentadas en la política. [1]

Este documento precisa que la clave de esta situación, y también del tratamiento de las mujeres como minoría vulnerable en las políticas públicas, radica en gran medida en la imposibilidad de que estas rompan el mandato cultural que las reduce a realizar labores domésticas, y en la ausencia de los hombres en las actividades de cuidado del hogar y los hijos/as. Esta escasez de tiempo las hace candidatas al empleo precario, mal remunerado e inestable. Sin olvidar la violencia, que es la vulneración más extendida de los derechos humanos y un obstáculo para el desarrollo de la región.

En otros términos: atávicos estereotipos culturales y sociales de género, que sostienen relaciones de poder asimétricas entre varones y mujeres, continúan discriminando, excluyendo o condicionando el goce de todos los derechos humanos, que ya están reconocidos y que siguen en aumento, cuyo núcleo es la no discriminación, la equidad y la igualdad de oportunidades con respecto a los varones.

El paradigma de funcionamiento patriarcal de nuestras sociedades persiste, se recicla y sus síntomas aparecen cotidianamente. No solo provocan sufrimiento e injusticias a mujeres, jóvenes y niñas –y recortan gran parte de las potencialidades afectivas de los varones–, sino que generan un empobrecimiento de la vida social, económica y cultural de nuestros países y de la región. Su modificación requiere que todos los poderes, niveles y áreas del Estado ejecuten políticas públicas sistemáticas para modificarlos y erradicarlos; pero, también, un cambio cultural que llegue a la subjetividad de todas las personas. Toda la sociedad debe estar comprometida con esta meta. Esperamos contribuir a este necesario cambio.

 


[1] CEPAL et al., Objetivos de desarrollo del milenio. Informe 2006: una mirada a la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer en América Latina y el Caribe, Naciones Unidad, 2007 [en línea], http://www.cepal.org/ es/publicaciones/2892-objetivos-desarrollo-milenio-informe-2006-mirada-laigualdad-sexos-la-autonomia, pág.5.

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