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Mónica Arribillaga, conocida como la “Rusita”, es artista plástica pampeana, docente de arte y muralista. Estudió en Bellas Artes en la ciudad de Santa Rosa. Su vida transcurre desde muy joven entre pinceles y colores, siempre accionando desde el arte hacia su perspectiva de vida.

Arte y militancia: la vida de Mónica Arribillaga
Arte y militancia: la vida de Mónica Arribillaga

En una charla con Diario Digital Femenino, la “rusa” hizo un repaso de su vida y su militancia. “Empecé con la pintura cuando me inscribí en la escuela de Bellas Artes, terminando los ’90. Me anoté porque iba al secundario a la noche y ya no quería hacer más la secundaria. Había repetido todos los años de la secundaria, iba a la nocturna. Una amiga artista me dijo que había una escuela donde comencé. Lo que yo no sabía es que era una carrera docente y ahí inicié con la pintura. Encontré un mundo que me encantó”.

Por Alejandra Funes
Fotos: Julián Varela

En aquel entonces trabajaba como mucama del Motel El Caldén. “Fui haciendo la carrera como pude, pero siempre me la rebusqué para no trabajar de empleada”. Incluso, algunos años vivió de la venta de pan casero que hacía ella misma.

Sin embargo, cuando empezó a conocer el mundo de la pintura se dio cuenta de que podía “cambiar la perspectiva». De esta manera, comenzó a ofrecerse “para hacer la cartelería de negocios y pintar casas. Veía que había negocios que tenían la fachada despintada o algunos no tenían nada en el frente. Así empecé a entrar en el mundo del muralismo, de trabajar en la calle, de charlar y relacionarme con gente”.

“Al principio trabajaba sola. Y después cuando empecé a tener mucho trabajo, varios años trabajó conmigo una amiga, Dalila Rincón Tomas, quien iba con su hijita bebé que ahora tiene 15 años. Con el tiempo empecé a trabajar con una y otra colega. También trabajábamos con compañeros de la escuela. Varios años viví de la cartelería, de los pasacalles y todo lo que tiene que ver con eso”, agregó.

Sus primeros trabajos estuvieron muy vinculados a los barrios santarroseños. “Pintaba mucho en talleres mecánicos, donde eran todos varones, nunca tuve problemas. Recorría mucho los barrios, los negocios barriales. Aunque algunas veces me tocaba pintar en alguna empresa pequeña, más en el centro de la ciudad, en negocios más grandes, pero mi desarrollo fue más que nada en los barrios, en almacenes y talleres. Fui armando un álbum de mis trabajos terminados, y con eso después iba y mostraba lo que hacía para que me contraten. Y así me ocupaban”, comentó.

Arte y militancia: la vida de Mónica Arribillaga
Arte y militancia: la vida de Mónica Arribillaga

Murales políticos y sociales.

Trabajando en los barrios, comenzó a autopercibirse como una “artista”. Según cuenta, “lo pensaba, pero no le daba mucha importancia a eso, pero era la misma gente quien me lo decía. Dentro de la cartelería, del trabajo urbano al muralismo hay una serie de pasos. Cuando empecé a usar las redes sociales empecé a descubrir que había pintores re grosos y pintoras mujeres en distintos lugares del mundo. Empecé a ver obras que se realizaban en los muros con distintas temáticas y distintas técnicas. Entonces me dije que ‘para ser muralista hay que hacer murales’”.

De esta manera, se fue adentrando al mundo de los murales y comenzó a profundizar su interés por el muralismo “político y social”. De esta manera, y gracias a contactos, llegó a la Agrupación de Mujeres Muralistas de Argentina (AMMurA). “Hubo una convocatoria federal. Se hacían reuniones por internet, que se convirtieron en asambleas y así se fue conformando AMMurA”, indicó.

“Su principal desarrollo es conocernos entre todas y hacer los reclamos laborales de género. Ya que en el mundo del muralismo y el arte público todo lo que tiene que ver con trabajo, convocatorias para grandes empresas ocupan a los varones. Si es una convocatoria, por ejemplo, concurso o encuentro hay 8 varones y 2 mujeres. Y otro reclamo es lo que se paga. Convocan, invitan, pero en el mismo trabajo al varón le pagan más y a la mujer menos. Este reclamo empieza hace dos años donde éramos unas 500 mujeres y hoy por hoy somos más y más”, afirmó.

Género y Derechos Humanos

La primera actividad fue federal, en 2018, donde cada artista que participaba de cada provincia, convocaba a mujeres pintoras. Así se invitó a colegas y compañeras artistas, como Florencia Pumilla y Mariela González, Carina Carrasco, Fernanda Antoñana y con vos (Alejandra Funes). Se pintaron murales en distintos puntos de la ciudad simultáneamente, con temática femenina para dar visibilidad a las mujeres muralistas y su principal necesidad fue la visibilización de la desigualdad de género en las convocatorias a muralistas y grafiterxs”.

Arte y militancia: la vida de Mónica Arribillaga
Arte y militancia: la vida de Mónica Arribillaga

Arribillaga explicó que también forma parte de la Agrupación de Muralistas Politiques. “Hay una parte de integrantes fijos, y siempre van rotando o se van sumando otros artistas, colegas, amigos, amigas que en cada mural van participando. Todo esto es político y todo relacionado principalmente a los Derechos Humanos. Surgimos como consecuencia del gobierno de Cambiemos, en el año 2015, cuando encarcelaron a Milagro Sala”.

Ese fue “el primer mural que hicimos como agrupación junto a todas las organizaciones sociales, políticas, gremios. Cada sector colaboró con algo, uno con andamios, otros con pinturas, otros con la convocatoria, otros con folletería. Ese mural fue para visibilizar todo ese reclamo. Fue fantástico porque pintábamos en la calle y la gente se sumaba”.

Patrimonio cultural.

La pandemia llevó a que el trabajo se realizara de manera virtual. En ese marco, se plantearon los objetivos a seguir “y surgió la idea de realizar murales que tengan más durabilidad en el tiempo. Con otras técnicas, como el esgrafiado, alto relieve, mosaiquismo con diversos materiales, técnicas mixtas con metal, etc. Es decir, hacer murales que con los años sean parte del patrimonio cultural”.

Su interés, remarcó, es que los vean “como grupo de trabajadoras y trabajadores, no solamente como pintores y pintoras como si fuera un hobby. Revalorizando el trabajo de las personas muralistas, ya que el muralismo activo tiene mucha influencia social y cultural. Esto da valor a las cosas, encuentra a las personas, expone el arte, comunica, y para poder ponerle horas y días y realizar trabajos que sean parte del espacio cultural hace falta que se vea como un trabajo más. La idea es armar proyectos para trabajar de eso con las distintas instituciones públicas o privadas”.

En esa línea, comentó que “este año estamos haciendo reuniones virtuales con el grupo M.A.C. (Muralistas Argentinos Contemporáneos), que son de distintas provincias. Se han organizado reuniones federales y nos han convocado a distintas personas muralistas de todo el país. Desde La Pampa, con nuestra agrupación de muralistas politiques contamos sobre los trabajos que llevamos a cabo con el tema del movimiento de los Derechos Humanos y el reclamo. Y de otras provincias contando sus proyectos y mostrando cómo está la cuestión de los muralistas sobre el trabajo en el contexto de la pandemia. Por ejemplo, si hay políticas culturales o no”.

“En 2015 hubo un Primer Congreso Nacional sobre muralismo organizado por MAC. Fui a la convocatoria y quedé. Presenté mis trabajos y los muralistas más grosos de Argentina me aceptaron. Conmemorando los 5 años de aquel primer encuentro, el sábado 31 de octubre, nos reunimos mediante Zoom para hablar sobre las distintas cuestiones del arte público y del muralismo. Participamos las seis provincias de la Patagonia. También estuvo presente el Ministro de Cultura de la Nación y algunos representantes y diputados de cultura de las provincias”, destacó.

1er Congreso Nacional de Muralismo y Arte Público

 

 

Historias de vidaDDF

1 Comentarios

    • Carmen -

    • noviembre 6, 2020 a las 10:38 am

    Hermosa historia y pinturas . El mural de Ale precioso !!!!

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