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Por María Inés Alvarado

Este sábado 21 de septiembre, se realizó en la sede del Instituto Superior del Profesorado Joaquín V. González de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Jornada Festival por los 10 años del Postítulo de ESI del JVG con el nombre 10 años por el placer en las aulas.

10 años por el placer en las aulas
10 años por el placer en las aulas

La actividad, que se realizó desde una construcción colectiva entre estudiantes y egresades del mismo, se llevó a cabo desde las 9 de la mañana hasta las 15 hs de la tarde. Durante el desarrollo del Festival hubo Muestras, intervenciones y una radio abierta. Pero lo que más aplausos se llevó fue el panel central desarrollado por voces feministas y militantes de la ESI desde sus comienzos.

Claudia Banni, psicóloga social con amplia trayectoria en atención a víctimas de violencia de género y una de las coordinadoras del postítulo, fue la encargada de la apertura. A manera de cuento, cuyas protagonistas eran dos brujas, hizo un recorrido acerca de las acciones que, junto a Graciela Tejero Coni -pionera en la coordinación de este espacio- llevaron a cabo para cumplir su sueño de implementar la ESI en las aulas.  

Cuenta que el recorrido se inicia en el año 2002, bajo el calor de enero y debajo de un árbol, con el proyecto de volar y llegar lejos, en época de crisis y mucha violencia, en un contexto de chicas adolescentes que quedaban embarazadas muy jóvenes, y con la certeza de hacerle entender a esas mujeres vulneradas que visitaban “que el príncipe azul no existe y que el patriarcado se puede derrotar”.

En el año 2006, prosigue Banni, el Consejo consultivo del profesorado Joaquín V. Gonzalez, aprueba un proyecto para realizar un seminario cuatrimestral, que dos años más tarde sería aprobado por el Ministerio con formato de postítulo de dos años y que daría lugar a la primer cohorte en el 2009.

Hoy, refuerza entre risas uno de los mitos machistas que dice que cuando muchas mujeres se reúnen tiembla el patriarcado y agrega que “estamos poseídas, no podemos callarnos ni dejar de hablar, estamos en las calles y eso se nota. Por el compromiso de uds, por las más de 200 mujeres asesinadas, por los más de 60 travesticidios, por las niñas madres, torturadas y asesinadas y por nuestros derechos. ¡Se va a caer!”

Luego toma la palabra María Eugenia Otero, también psicóloga social y parte del equipo docente del Postítulo, quien hace la apertura oficial del panel y presenta a las principales oradoras, quienes explicarán la importancia de lo que significa la ESI para cada una y como fue el trayecto histórico de pensarlo y de tenerlo a lo largo de estos años. Este recorrido histórico se desarrollará en palabras de Mirta Marina, coordinadora del Programa de ESI de la Nación; Graciela Tejero Coni, historiadora, primera coordinadora y fundadora del postítulo y directora del Museo de la Mujer; Viviana Mazur, médica generalista, profesora del postítulo, y miembro del equipo de coordinación de Salud sexual, sida e ITS del Ministerio de salud de GCBA; y excusa a Diana Maffía quien no pudo asistir por problemas personales. 

Mirta Marina comienza haciendo una síntesis de todos los años de trabajo recorrido y de la resistencia que provocó la ESI a nivel educación. Mostró datos de una encuesta que llevan a cabo en instituciones educativas en todo el país y como el gran cambio que propone la ESI se demuestra en estos diez años en las respuestas de las personas a las que le hacen la pregunta “¿En que pensas si te digo sexualidad?” Donde antes sonaban: Prevención. Riesgo. Temor. Tabú,  el cambio de paradigma logró que ahora se escuche:  Respeto. Género. Diversidad. Placer.

En este recorrido, agrega, se ven claros varios momentos: los primeros años de disputa por la legitimidad y aprobación de la ley; los siguientes de producción de materiales que mostraban la importancia de salir del modelo biomédico y empezar a trabajar sobre la transversalidad en las diferentes asignaturas y en todos los niveles de educación; luego vino la gran ayuda que aportaron las leyes de violencia de género, de identidad de género y la de matrimonio igualitario. Más cerca en el tiempo, en 2016 un expediente que llega al Ministerio exige que las escuelas tienen la obligación de realizar al menos una jornada anual de prevención de la violencia de género. Ahí se reescribe el material de las jornadas Educar en Igualdad que luego ayudan a fortalecer el desarrollo de la ESI en las escuelas.

Agrega como otras experiencias que ayudaron a visibilizar la ESI, la formación del Frente por la ESI, que propone capacitación y acompañamiento a docentes en varias provincias y, de la mano del debate sobre la legalización del aborto el año pasado, se le dio mucha visibilidad, se profundizó  y se logró poner a la ESI en las calles, los medios y las casas. El movimiento antiderechos #ConMisHijosNoTeMetas consiguió, sobre todo en las provincias, visibilizar la importancia que las familias le dan a la ESI y el reclamo que exigen en las escuelas. Por último, el plan ENIA (Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia) le dio a la ESI recursos y fortalecimiento de los derechos de niñez y adolescencia, la defensa de la ILE y la posibilidad de plantear la responsabilidad del Ministerio y promover acciones para su implementación. 

Marina cerró su exposición con una síntesis de los resultados de encuestas realizadas a niñas y adolescentes de todo el país. Algunas de las frases más interesantes recogidas en esas encuestas son: “Los/as chicos/as y adolescentes exigen más ESI. Entienden que la ESI ayuda a mejorar la calidad de las relaciones. Los docentes que dan ESI son más divertidos y valientes dicen los pibes. La ESI es una estrategia para la desalienación docente”.

A su turno, Graciela Tejero Coni, bisnieta de la periodista, activista, socialista y feminista argentina Gabriela Laperriere de Coni, se autodefine feminista y militante política desde los 14 años en cuestiones relacionadas con la mujer, la perspectiva de género y el feminismo y asentada en la ciencia marxista. En su disertación dio cuenta que la mayor pelea que tuvieron en el Ministerio fue que entendieran la importancia de que la afectividad sea una materia. 

Apoyada en la lectura de diversos párrafos de la tesis “La cuestión sexual” de la pedagoga Raquel Camaña, de la primer ola del feminismo, quien escribiera, en 1910 una recomendación por parte de la Sociedad de Higiene Pública para la inclusión de la educación sexual en las currículas académicas. En esas lecturas destacó, entre otras, que ya desde principio de siglo XX era necesaria la inclusión de estos temas en la currícula docente. En esa misma tesis, Camaña auguraba “pasarán años, muchos quizás, para que los padres vean la importancia de la educación sexual (…). El Estado debe difundirla y dictar clases”. Agrega que la escuela actual no educa para la vida, enseña a leer escribir y contar pero no se preocupa de formar a la humanidad. Religión y ciencia son antagónicas y termina su tesis sentenciando que “La educación sexual será obligatoria pública y colectiva”.

Para finalizar su alocución, Tejero Coni retoma la parodia que hiciera Banni en la apertura del panel y destaca que “Lo que hicimos esas brujas que desarrollamos este postítulo es recuperar la historia, (…) y agregar Información docente científica.” Y luego expone una crítica al gobierno actual, que convocó a una comisión de expertas para hacer un diagnóstico de cómo entienden que se está implementando la ESI. “A sabiendas que esa convocatoria tenía objetivos electorales, no podíamos negarnos a dar batalla en ese lugar”, justifica. Y destaca luego que, si bien los acuerdos y propuestas fueron varias, no se volvió a hablar del tema ni convocar a las expertas durante el año que hace se realizó dicha reunión. 

Para cerrar el panel, Viviana Mazur describe que la felicidad que siente en este momento “no entra en nuestros cuerpos, en nuestras caras, en nuestras almas. Soñamos este espacio como lo que hoy estamos disfrutando acá con todos uds”. Luego hace una reflexión acerca de cómo en estos diez años algunas cosas han cambiado y otras no. “Cuando empezamos, hace 10 años nos costaba incluir a la mujer en el lenguaje y nombrarla; hoy ya la incluimos y además estamos avanzando con la implementación de la e. Pero hay cosas que no cambian, el índice de femicidios que muestra cómo la opresión de las mujeres víctimas del patriarcado se mantiene vivo”. Y agrega que “en cada una de esas víctimas es que hoy nos encuentran con lágrimas en los ojos pero con los puños levantados”, una lucha que tiene que ser para impedir que las violencias sigan existiendo.

Luego hace una reflexión que tiene que ver con quienes han transitado esas aulas: hace diez años, quienes venían al postítulo lo hacían por cuestiones personales, por la lucha feminista, por ser innovadores; hoy vienen por la lucha que se está dando en las aulas, y eso se ha modificado: “se ha instalado en las aulas la necesidad de tener capacitación y herramientas para dar ESI. Hoy tenemos luchas estudiantiles que dicen con nosotres sí y exigen la implementación de la ESI en todos los niveles. En la aulas florecen sexualidades diversas, se cuestionan Micromachismos y es necesario seguir modificando cada práctica para seguir mirando y cuestionando nuestras propias matrices”, como marcan las enseñanzas de Enrique Pichon Riviere y Ana Quiroga y, desde una pedagogía de la libertad, en palabras de Paulo Freire.

Concluye más tarde para cerrar un brillante panel que, el nombre del festival “Por el placer en las aulas” implica eso, justamente, que “trabajamos con la ESI por buscar el placer de enseñar y ayudar a las personas a identificarse libremente en un marco de derechos”.

1 Comentarios

    • Antonia Valenzuela Alba -

    • diciembre 12, 2022 a las 06:58 am

    Me ha parecido muy interesante y apropiado para trabajarlo en las aulas,

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