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Argentina: Medios de comunicación y Género
¿Hemos cumplido con la plataforma deacción de Beijing?

Introducción

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Medios y géneroEn el año 2003, durante su Sesión 47, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas (CSW) aprobó las Conclusiones Convenidas sobre La Participación de la Mujer en los Medios de Difusión y en las Tecnologías de la Información y las comunicaciones, un documento en el que se recuerdan los objetivos estratégicos y medidas adoptados en la “Sección J” de la Plataforma de Acción de Beijing (PAB) y otros documentos posteriores en torno a los medios de comunicación como una de las áreas estratégicas de acción para el logro de la igualdad de género y cómo incidir sobre ellos.

En marzo del 2018, durante la Sesión 62 de la CSW, se revisará cuánto de estas conclusiones ha sido puesto en práctica en el mundo y cuánto queda aún pendiente.
Con miras a aportar al debate que se suscitará en torno a los medios de comunicación y a la igualdad de género a partir de este evento global, el presente libro aborda varios de los aspectos incluidos en la PAB y en las Conclusiones Convenidas en Argentina: la estereotipación sexista en las noticias y la publicidad, la discriminación de género en las salas de redacción, el rol de los sindicatos de periodistas, las políticas públicas sobre el tema, la comunicación indígena, las TICS, la educación, y las redes, movimientos y alianzas de la sociedad civil. Pretendimos hacer una síntesis y un relevamiento de cuánto, o no, Argentina como sociedad -en su globalidad, desde las empresas a la sociedad civil, pasando por los estados y organismos internacionales- ha aportado los últimos 23 años al logro de la igualdad de género en la comunicación.

Y encontramos que la sociedad civil ha hecho muchísimo, con alianzas locales como las redes de periodistas especializadas en perspectiva de género y movimientos surgidos del ámbito de la comunicación como el Ni Una Menos, hasta redes de incidencia global con desarrollo local como la Alianza Global de Medios y Género (GAMAG). El Estado ha hecho también sus aportes los últimos años a través de las políticas de comunicación (con más desarrollo en el campo de los medios tradicionales -especialmente radio y televisión- y menos en el área de las TICs) y de educación que han incluido la dimensión de género, aunque con vaivenes. Y las empresas de medios de comunicación -periodísticas y publicitarias- y los sindicatos aparecen como los actores más rezagados en el compromiso con la igualdad.

A más de 20 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing podemos decir que en el ámbito de temas comunicacionales en Argentina la igualdad de género está instalada como debate: ya no es posible pensar una dimensión de la comunicación en la que el género no sea una política activa o una deuda pendiente.

Es decir, aún en sectores más demorados como los sindicatos y las empresas, o que aún no transversalizan plenamente el género en las políticas de comunicación (como el Estado), el tema está presente. La pregunta aún no resuelta probablemente sea hasta qué punto cada sector profundizará sus políticas de género: si adoptará medidas “cosméticas” o si se comprometerá con una transformación estructural de las desigualdades como demanda la sociedad civil.
Esta disyuntiva a la vez está inmersa en un debate que excede a la comunicación, y abarca a toda la sociedad, argentina y global, sobre la centralidad de la agenda de género en las políticas de desarrollo y en el avance de las naciones: ¿Podemos seguir adelante como sociedades a costa de la exclusión de las mujeres de la toma de decisiones, de las ganancias, del poder? ¿Podemos continuar excluyendo a amplios sectores sociales por razones vinculadas a las múltiples discriminaciones de género? Movimientos globales que han estallado los últimos años como el #NiUnaMenos o el #MeToo parecieran decirnos que la agenda de la igualdad de género no tiene retorno. Ojalá asi sea y la comunicación acompañe.

Sandra Chaher

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