La violencia física no es la única forma de abuso en la pareja. Existen otros tipos, más difíciles de notar, como la violencia sexual, económica o emocional. Si tu pareja tiene rasgos narcisistas, el abuso es menos obvio, pero no menos grave.

Puede ser que hagas un comentario inofensivo (sobre cosas como lo bonito que está el cielo hoy, o lo buena onda que es Fulanito, o que no te gustó tal película) y, de la nada, se lo toma personal y se enoja contigo. Entonces tratas de explicarle que ésa no era tu intención, pero es demasiado tarde: ya no te habla y vos te sentís culpable sin saber por qué.

Sin embargo, una forma de detectar el abuso es conocer las tácticas de las personas violentas y aprender a reconocerlas. Éstas son ocho de las más comunes:

1. Ira

Ataques de furia injustificados y repentinos. Su finalidad es asustar a la víctima para que se quede callada y paralizada.

2. Gaslighting

Aún no existe un equivalente en español para esa palabra, se puede traducir como «hacer luz de gas». Pero es, básicamente, cuando alguien trata de hacerte dudar de tu memoria, percepción y cordura. Puede que mientan de forma tan convincente, que te preguntes si no serás la que está mal.

3. La mirada

Cuando te miran tan intensamente que te sientes mal. Su objetivo es asustarte.

4. Ley del hielo

Los narcisistas suelen ignorar a alguien para castigarle. Es como una forma de exigir una disculpa, incluso si no hay nada por qué disculparse.

5. Proyección

Como dice el dicho: el león cree que todos son de su condición. Pueden acusarte de mentir si ellos han mentido, o hacerte sentir culpable cuando son ellos los que se sienten culpables.

6. Voltear el problema.

Cuando confrontas a la gente violenta, suele “volteártela”: buscan culparte por sus propias acciones sin aceptar la responsabilidad.

7. Manipulación

Es una táctica clásica: hacer que temas que pase lo peor, como el abandono, la infidelidad o el rechazo.

8. Hacerse las víctimas

Cuando lo demás falla, la gente violenta se hace la víctima para obtener compasión y seguir controlándote.

Memorizar estas tácticas puede ayudarte a reconocer la violencia, saber cuándo alejarte y dejar de ser una víctima de abuso emocional.