En Cipolletti, Rio Negro, durante una clase de educación sexual un grupo de alumnas pudo hablar por primera vez de los abusos que había sufrido en la propia clase. La maestra de sexto grado explicaba que nadie podía tocar sus partes íntimas. Las niñas entendieron qué era eso que a los nueve años les había molestado tanto tiempo. La educación sexual es una forma de prevenir abusos. Entre sus opositores más férreos está la iglesia católica. Este es el mapa de las denuncias contra curas de los últimos años: suman casi 70 casos. Se calcula que sólo se denuncian entre el 4 y 6% de los abusos.
Este mapa combina y actualiza los datos recopilados por las periodistas Lucía Toninello y Mariana Garcia de la Agencia Télam y los de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico. Son un total de 68 casos. Para agregar datos pueden contactarnos a través de nuestras redes sociales, en Twitter, Facebook o Instagram. Para recorrerlo mejor, recomendamos navegar el mapa en una computadora de escritorio.
La única prevención conocida contra el ASI es la Educación Sexual Integral (ESI): enseñarle a les niñes a conocer sus cuerpos y cómo cuidarlos. No me sorprende que sea la Iglesia Católica la que más férreamente se opone a la implementación de la ESI, a pesar de ser una ley nacional ya aprobada. Sabemos que se han opuesto a cuanto avance en materia de derechos civiles hemos conseguido: voto femenino, divorcio, identidad de género y más. Pero en este caso hay un componente adicional que enciende la virulencia discursiva a niveles que superan la agresividad de los pañuelos celestes. Jorge Bergoglio llegó a decir que el aborto era como contratar un sicario para resolver un problema.
La ideología de los que usan ideología como insulto es por lejos de lo más peligroso con que la humanidad se ha topado. Crearon una entelequia perfecta para agredir a los defensores del aborto legal seguro y gratuito como a quienes buscan que se implemente la ESI: “ideología de género”. Un cachivache discursivo criminal.
La religión es una ideología, con lo cual cabe preguntarse porqué no quiere reconocerse a sí misma como tal y apunta con el dedo a quienes sí se reconocen como parte de una cosmovisión específica, o no tanto.
Acuden al lenguaje pastoral, summa cum laude de lo elusivo, cuando se les consulta por sus crímenes pero abandonan toda etiqueta y espetan agresiones de jerga callejera cuando se trata de insultar a quienes piensan diferente.
¿Por qué? Porque tienen miedo de que la impunidad con que vienen operando se les resquebraje. En una escuela primaria de Roca, en plena clase de ESI, una nena de sexto grado relató que el maestro las abusaba en la escuela. A partir de ese relato se destaparon otros 9 casos y la noticia está en desarrollo. ¿Se imaginan lo que puede pasar si se implementa la ESI en colegios parroquiales? ¿Si les niñes empiezan a relatar a sus adultes que el cura, el catequista, la monja, abusan de elles?
La estructura de la Iglesia Católica permite el abuso sistemático de los derechos humanos, donde el abuso sexual y de conciencia es el flanco más horroroso. En 2014 Naciones Unidas le advirtió al Vaticano que su sistema de investigación permite los abusos, los encubre y avala la impunidad. Francisco dejó de contestarle a la ONU al respecto.
Lo que está en peligro es la impunidad del pastor, dueño y señor de un rebaño de ovejas donde él decide cuál sacrificar o usar para su satisfacción personal. Y es eso lo que defienden con odio y furia.
*MIEMBRO DE LA RED DE SOBREVIVIENTES DE ABUSO ECLESIÁSTICO
Fuente: Cosecha Roja