Retirarán arma reglamentaria
La Policía de La Pampa le retirará el arma reglamentaria a todos aquellos efectivos que estén en situación de pasiva, sin distinción de la causa, y a quienes sean denunciados por situaciones de violencia de género o familiar. «La idea es prevenir agresiones hacia posibles víctimas y hacia la propia vida de la persona en pasiva», argumentó el jefe de la fuerza, Héctor Lara.
Si bien la normativa entró en vigencia esta semana, a pocos días del resonante femicidio contra una joven de 18 años en la provincia de Buenos Aires perpetrado por un policía bonaerense que estaba en pasiva, el titular de la Jefatura de la fuerza pampeana dijo que es algo que se trabaja desde hace varios meses.
«La medida se tomó hace un tiempo pero tuvimos que modificar algunas cuestiones, luego pasó por asesoría y varias otras oficinas hasta que recibimos la autorización de la Asesoría Letrada del gobierno provincial y se efectivizó. Lo que creemos es que si por algún motivo alguien pasa a pasiva, lo mejor es que no tenga su arma», contó Lara declaraciones a LA ARENA.
Según el texto de la medida, desde ahora se les retirará su pistola reglamentaria a todos aquellos efectivos policiales que revistan situación de pasiva sin distinción de la causa y el encuadre legal y cuando estén a disponibilidad con la excepción del personal superior que esté a la espera de ser designado en Servicio Efectivo.
Por violencia.
Además, la normativa faculta a las autoridades policiales a retirar el arma reglamentaria de todos aquellos efectivos que presenten afecciones psicológicas y/o psiquiátricas certificadas por la autoridad competente.
Pero también la medida abarca a aquellos trabajadores de la fuerza que sean denunciados penalmente por ejercer situaciones de violencia de género o violencia familiar, uno de los puntos neurálgicos de la medida con el que buscan evitar situaciones que puedan poner en peligro a las eventuales víctimas. «Lo decidimos a raíz que hubo varias situaciones de violencia de género, incluso hemos retirado el arma a parejas de policías con problemas a modo de precaución», dijo el jefe de la Policía de La Pampa.
De acuerdo a la medida, en caso de que el personal se niegue a entregar su pistola conforme a lo dispuesto, la Jefatura de Policía, a través de una de sus dependencias competente en el tema, procederá a la inmediata retención del arma. En todos los casos en los que el instrumento pase a manos del organismo, será depositado y resguardado por la División Armamento y Equipos del Departamento de Logística.
Al igual que la resolución para restringir la portación de armas para personal denunciado por violencia que dispuso en diciembre pasado el Ministerio de Seguridad de la Nación, en la provincia las armas se reintegrarán una vez que cese la situación que motivó el retiro. Para eso, debe haber un informe favorable del Servicio Social y/o Servicio Médico Policial según el caso.
«Rever medidas».
Durante la entrevista que mantuvo con este diario, Lara relacionó la nueva medida con el femicidio de Úrsula Bahillo, asesinada días atrás por el policía Matías Martínez, quien tenía varias denuncias por violencia de género y una carpeta psicológica al momento del drástico episodio. Consideró que «más allá de lo que nosotros podamos decidir desde la institución, en ese caso (NdR: de la muerte de Úrsula) el policía no la mató con el arma, sino con un cuchillo».
Debido a eso, el jefe de la Policía de La Pampa opinó que es necesaria una revisión de las medidas que tiene la justicia para evitar ese tipo de desenlaces. «Habría que rever o analizar nuevas medidas porque si se aplica una restricción de acercamiento se lo puede detener violando esa medida, pero se tiene que constatar y no hay un seguimiento de cada persona que tiene una restricción», sostuvo.
Y en conclusión, agregó: «Esas medidas sirven cuando se detecta la violación a la restricción o cuando la víctima da aviso, lo mismo con los botones antipánico. Pero no quita que pueda lesionar o causar una agresión sin ser detectado». (La Arena)
