Magui Bellotti y Marta Fontenla, nota a Infobae que aún no obtuvo respuesta

La siguiente carta fue enviada a Infobae en relación a la nota «DE DÍA TRABAJADORA SEXUAL, DE NOCHE INVESTIGADORA…». Aún no obtuvieron respuesta por lo cual la compartimos por este medio

Buenos Aires, 29 de marzo de 2020
Sra. Directora Editorial de
Infobae
Gabriela Cociffi
S/D

Nos dirigimos a Ud. a fines de solicitarle la publicación en ese medio de la siguiente carta en relación al artículo publicado en Infobae el 22 de marzo pasado titulado «De día trabajadora sexual. de noche, investigadora: la historia de la mujer trans que fue elegida por la Biblioteca Nacional», de la periodista Paula Bistagnino.

En el mismo, además de destacar la lucha de Ivana Tintilay por los derechos de las mujeres trans y la beca que le fue otorgada para investigar la historia de la vida travesti en la posdictadura argentina, señala que la misma es «trabajadora sexual» por elección.

Ello pese a que la misma Ivana señala como edad de inicio en la prostitución los 14 años, es decir cuando aún era una adolescente, considerada «niña» en los términos de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, que califica como tal a toda persona menor de 18 años. En consonancia con ella, la ley nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, consigna la misma edad en su artículo 2º. A su vez en el artículo 9º establece el derecho de niñas, niños y adolescentes a que se respete su dignidad, a no ser sexualmente explotados ni explotadas, ni sufrir violencia, ni abusos ni tratos vejatorios y humillantes, es decir todo lo que implica la prostitución.

La prostituión en general es una grave violación a los derechos humanos, una violencia extrema dirigida especialmente a mujeres y niñas/os, e incluye a travestis y trans. La misma es ejercida por prostituidores o puteros sobre los cuerpos de personas convertidos en objeto y mercancía, en el marco de una sexualidad masculina basada en el dominio y en la humillación.

El acto de prostituir a una adolescente menor de 18 años es, en nuestro derecho, una conducta ilícita e ilegítima, que atenta contra su integridad física y psíquica .

La nota edulcora esta realidad, considerando que esa adolescente de 14 años ha «elegido libremente » la prostitución, ha ganado dinero con ella y ha mejorado su vida. La periodista avala esta postura, ya que no sólo no se distancia de ella, sino que inclusive afirma que la aludida adolescente «empezó a prostituise a los 14 años», es decir le atribuye una acción , algo que se hizo a sí misma, fruto de su libertad, y no el resultado de una sociedad que la cosificó y discriminó y de las prácticas sexuales patriarcales y violentas de los varones que compran sexo.

Esta visión es una forma de publicidad de la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes, una verdadera promoción de la misma, favorable a un «mercado» proxeneta que requiere cuerpos cada vez más jóvenes y se pedofiliza día a día. Es una oda a la pedofilia.

Por ello, como feministas pertenecientes a una agrupación que lleva trabajados más de 25 años junto a personas prostituidas y sobrevivientes de prostitución, queremos manifestar nuestra más profunda preocupación por un artículo de esta naturaleza en un medio de tan amplia difusión, solicitar la publicación de esta nota en nombre de la libertad de expresión y el derecho a réplica y sugerirles entrevistar a sobrevivientes de prostitución que puedan dar cuenta del verdadero mundo de la explotación sexual.

La saludamos cordialmente
Margarita Inés Bellotti Marta Fontenla

Esta carta también fue enviada a la Editora de Fines de Semana, Claudia Peiró, a la Directora de Género Gisele Sousa Dias y a las Directora Periodística Valeria Cavallo

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