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Desde hace un tiempo se ha generado una discusión sobre los casos de abuso sexual en la infancia que terminaron en embarazo, niñas a las que se les ha practicado cesáreas –no recomendadas por profesionales de la salud-, pretendiendo enmarcarlas en una ILE: Para profundizar sobre estos aspectos Diario Digital Femenino convocó a las profesionales: Stella Manzano, médica, y Mariana Vargas, abogada

Por Lenny Cáceres

La discusión se planteó a raíz de los casos de cesáreas a niñas menores de 12 años violadas y embarazadas producto de esa violación en las provincias de Tucumán, Salta  y Jujuy. Y hay quienes desean legitimar estas prácticas

-¿Con qué argumentos?

Stella: Se usaron básicamente tres argumentos, uno que la cesárea era a pedido de la niña o de la niña y la madre, y el segundo era que la cesárea era menos dolorosa y más segura. En el caso de la niña de Jujuy, el jefe de Servicio del Hospital Materno Infantil de Jujuy, dijo en dos videos que la cesárea fue decidida por cinco médicos, porque sabían que el misoprostol causa tantas contracciones que no llegaría oxígeno al feto, que saldría muerto. Además contó que maduraron pulmones para que viviera. Miente cuando dice que los abortos con pastillas son muy dolorosos, porque colocando un suero con derivados morfínicos a goteo continuo, las niñas no tienen dolor, incluso se las puede anestesiar en quirófano cuando llega el momento de la expulsión fetal, para que no tengan el menor sufrimiento.

La cesárea es una cirugía mayor que duele durante todo un mes. La OMS no la considera como método de aborto quirúrgico, porque es muy riesgosa. Recomienda la aspiración uterina, o la dilatación del cuello uterino, con evacuación fetal por vía vaginal.

El tercer argumento es que aborto es un término médico y que es solo hasta las 20 o 22 semanas. En la Guía OMS Aborto sin Riesgos del 2012, no se ponen topes. Explica como hacerlos con pastillas hasta las 24 semanas, y dice que luego de esa edad no hay muchos estudios sobre las dosis adecuadas, que son menores. No hay topes de edad gestacional cuando el aborto es producto de violación o por riesgo para la salud o la vida. La OMS dice que pasadas las 24 semanas se debe analizar el caso individual. En las niñas se alargan los plazos, por el alto riesgo de morir en un parto, y por el daño que les causa una maternidad a una edad en que no están preparadas para maternar. No se las puede tomar como incubadoras arriesgando su vida para regalar un bebé a desconocidos.

Mariana: A la mamá de la niña le dijeron que un aborto la destruiría, que solo una cesárea no le haría daño. Este discurso es repetido, conozco otra niña que en vez de cesárea continuó a sus 11 años con el embarazo por la farsa de los «riesgos» de un aborto. Como siempre dice Stella, hay más riesgos en una niña que continúa su embarazo que en una niña que aborta.

 -Una cesárea en esas condiciones y casos ¿Se puede considerar ILE?

Stella : ILE son las siglas de interrupción legal del embarazo, sinónimo de aborto. En un aborto no nace un feto vivo, no se maduran sus pulmones previamente para que viva, no se lo envía a una incubadora y se conecta a un respirador artificial.  En estos dos casos se trató de partos de prematuros extremos por cesárea, en los que se buscó la sobrevida del recién nacido por todos los medios.

Mariana: Si nos atenemos al significado de las palabras, es cierto que se interrumpió el embarazo, sacando esa gestación del vientre. Pero no veo legalidad alguna en engañar a una niña y su madre para que en vez de un aborto se realizara un parto. Creo que la interrupción legal del embarazo se refiere, siempre, sin excepción, a un aborto. Y aquí no se garantizó el derecho al aborto, sino un parto, negando los derechos de la niña que hoy tiene 13 años. La niña sintió que algo se terminaba ese día, pero hoy sabemos cuanto dolor extra aportó ese
parto a la pequeña.

-¿Qué se está protegiendo con estos argumentos?

Stella: Con estos argumentos se protege a los médicos obstructores en su afán por forzar a parir a niñas violadas. Se busca confundir a la población haciendo creer que fueron abortos fallidos en los que el feto sobrevivió. Sin embargo la Guía OMS de aborto sin riesgos del 2012, recomienda incluso provocar el paro cardíaco fetal  pasadas las 20 o 22 semanas, antes de la inducción al aborto con una inyección de digoxina dentro de la bolsa amniótica para facilitar el aborto y evitar estas situaciones.

Mariana: Yo creo que es una forma de retroceder en los derechos conquistados, simulando que no. Quienes acompañamos aún hoy a la niña y a su madre, vemos cuanto daño extra hubo, cuanto marca a esa pequeña esa cicatriz, e incluso el nacimiento prematuro de la bebé y su muerte. En el día de los muertos en Jujuy hubo una pequeña de 13 años que hizo ofrendas para esa bebé que nació y murió a las horas. Es muy triste, infinitamente triste, y fue evitable.

-¿Cómo diferenciamos un parto forzado mediante cesárea de una ILE?

Stella: En un parto forzado nace un niño vivo en una ILE, un feto muerto, para explicarlo en pocas palabras.

-En el caso concreto de la niña de Tucumán ¿Por qué se suprimió el nombre de la niña recién nacida? ¿Fue un error? ¿Qué dice la ley al respecto?

Stella: Creo que no fue un error, sino una medida disciplinadora y de castigo. La ley de adopción dice que las mujeres que quieren dar sus hijos en adopción tienen 45 días para cambiar de opinión. Al suprimir el nombre las madres del acta de nacimiento, si habían querido abortar, aunque ellos lograran impedirlo, se las castigaba privándoles todo derecho posterior: cambiar de opinión y quedarse con el niño o niña, que el niño pudiera conocerla al cumplir 18 años. Se les impide hacer juicios futuros por este parto forzado, porque ya no fueron madres, o decidir si querían cremar o enterrar el cadáver.

Nuestra constitución no permite la supresión de identidad de niñas y niños, este fallo fue inconstitucional, doblemente doloroso en el país donde las Abuelas de Plaza de Mayo trabajaron tanto por este derecho. Cualquiera podría haberse apropiado de este bebé si hubiera vivido, y nunca habría conocido sus orígenes, más allá del padre violador.

Es la locura de que repentinamente comiencen a aparecer niños que solo son hijos de un varón, sin madre biológica alguna.  Y los más grave, solo hijos de un violador.

Mariana: Me parece que hay una idea de que todo se puede acomodar en las ideas, al margen de la realidad. Podemos decir que la niña de Jujuy no fue madre, porque no quería serlo. Pero ella sabe que nació una bebé y que murió. No maternó, pero una bebé nació de ella y no ponerle nombre no cambia su subjetividad dañada. El certificado de defunción de la bebé de Jujuy si tiene nombre, y me parece que más que seguir dibujando que podemos borrar la
realidad, hay que hacerse cargo de que se negaron derechos al aborto. Y el Estado debe indemnizar eso. Lo queremos lograr en Jujuy, ojalá se pueda plantear también en Tucumán.

Caso Briones

-Qué sucedió exactamente en Jujuy, hubo una renuncia y denuncia en la provincia, el resonado caso Briones

Mariana: Si, Briones renunció en enero de 2018. El quería que se obligara a la niña a encubar más tiempo el embarazo. Dijo que no se sintió oído por el gobernador y el ministro.

Luego hubo en Jujuy dos denuncias penales. Una del movimiento de mujeres por tortura a la niña. Otra de un sector de los «celestes» contra quienes decidieron adelantar el parto. Sabemos que se citó a la mamá de la niña para testimoniar, pero nada más.

-¿En qué estado se encuentran las cuestiones judiciales?

Mariana: Por un lado logramos una condena ejemplar al violador Dávalos. Realmente logramos una condena inusual, de 13 años de prisión, cuando sabemos que lo común en estos casos es tener condenas a 8 años de prisión o menos. Ha sido una batalla muy importante, con mucha argumentación desde el feminismo y el «garantismo»  planteando la necesidad de ampliar la esfera de libertad de las mujeres y limitar el poder de los violentos machistas que en nuestra
sociedad asimétrica se apropian de nuestros cuerpos, en un acto de dominación. Creo que en esta batalla fue muy importante el aporte de Rita Segato en esta argumentación cuando el juicio al juez Rosi en Entre Ríos. Un debate que recorre al feminismo, en esto de garantismo vs. Punitivismo en el que hay que replantear los temas, las opresiones, el poder y la libertad de las mujeres.

Por otro lado estamos ya con los fundamentos de la sentencia penal, por lo que estamos preparando la demanda civil contra el Estado para que se indemnice a la pequeña por haberle negado el aborto y haber realizado un parto prematuro engañándola. En San Pedro se iba a realizar el aborto, y desde las autoridades lo impidieron. Creo que la historia saldrá a la luz en sus detalles con este juicio, y lograremos cerrar el círculo, y los debates. La niña y la madre
necesitan esa indemnización para poder salir de ese barrio donde les han hecho y les siguen haciendo mucho daño. Esa es la batalla que sigue ahora.

 Parto forzado NO ES ILE
Parto forzado NO ES ILE. En la Conferencia de Prensa

Cesárea no es ILE. Vulnerar derechos es delito

En el mismo momento, desde el Instituto Interdisciplinario de Estudios de la Mujer
Universidad Nacional de La Pampa
–reconocida institución de larga trayectoria- expresaron en un comunicado:Cesárea no es ILE. Vulnerar derechos es delito

En referencia a la atención del caso de la niña jujeña de 12 años violada y embarazada, expresaron “Todo falló. La niña fue re victimizada y violentada nuevamente por aquellos efectores y organismos del Estado que debieron protegerla. En su lugar, obstaculizaron y demoraron deliberadamente el acceso a la ILE, decidieron por sobre la niña y su familia, ejercieron violencia institucional en pos de moralizar la corporalidad femenina, le impusieron la obligación de gestar y parir aún contra la propia voluntad, sabiendo que ese embarazo era fruto del abuso sexual en la infancia y poniendo en riesgo la salud de una menor de edad”

Puntualizando que  “Las convicciones religiosas no pueden imponerse, sustituyendo derechos y leyes vigentes. Es por ello que, desde el Instituto Interdisciplinario de Estudios de la Mujer (UNLPam) nos pronunciamos una vez más a favor de los derechos y la salud integral de niños, niñas y adolescentes y reafirmamos nuestro compromiso a favor de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo”

Entrevista al Dr. Briones por el caso de Esperanza en Jujuy, Argentina

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