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En conversación con Diagonales, la abogada, Silvina Perugino, explicó las diferencias entre abuso, acoso, cómo proceder en cada caso, cuándo las causas prescriben y cómo prevenirlo

En medio de la conmoción que se generó en la sociedad por la denuncia púbica que hizo la actriz Thelma Fardín contra Juan Darthes, Diagonales conversó con la abogada especializada en violencias de género, Silvina Perugino, para aprender cómo proceder en casos de acoso o abuso sexual. Además, explicó las diferencias entre ambos tipos de violencia y contó cómo se pueden prevenir.

 En los últimos días se viene hablando de acoso y abuso sexual en muchos casos como sinónimos pero no son lo mismo, ¿Cuál es la diferencia?

– El abuso sexual es un delito, está tipificado dentro del Código Penal, dentro de los delitos que atentan contra la integridad sexual. El responsable de ese hecho tiene una condena en el Código Penal. El acoso no es un delito pero podría entrar en los códigos de faltas de las provincias y en los municipios, dentro del código contravensional, que son de menor rango. Pero hay que tener en cuenta que tenemos la Ley Nacional de Violencia de Género, que habla de los tipos de violencia -física, psicológica, entre otras- y dentro de las mismas, puede enmarcarse un acoso callejero. Legalmente el acoso podría ir a una instancia legal.

«Hay que tener en cuenta que tenemos la Ley Nacional de Violencia de Género, que habla de los tipos de violencia, y dentro de la misma, puede enmarcarse un acoso callejero»

En medio de esta ebullición por las denuncias, empiezan a aparecer las preguntas sobre los límites. ¿Cuándo se considera que hay abuso y cuándo, que hay acoso?

– Hay miles de variables porque depende de las circunstancias, pero todo lo que tenga que ver con un contacto sexual físico sin consentimiento, ya es abuso. El acoso puede tener que ver con cuestiones verbales. Ahora si hay una insinuación clara, concreta a realizar una práctica sexual, podría encuadrar en lo que es una ‘tentativa de abuso’. En Argentina para aplicar las leyes tenemos un sistema que se basa en la interpretación de la normativa, no es taxativo, no es uno más uno es dos, entonces tal vez nosotras podemos plantear que un hecho configura un abuso y los jueces o juezas pueden tener una opinión diferente.

«Todo lo que tenga que ver con un contacto sexual físico sin consentimiento, ya es abuso»

Otro de los temas que está en discusión es la cuestión de los tiempos de la Justicia, ¿cuándo prescribe una causa por acoso y cuándo una por abuso?

– En los casos de abuso cuando la víctima es menor de edad, se marcaron imprescriptibles, así que no prescriben. En el caso de acoso, depende de lo
normado en la legislación específica, pero en general se cumple la regla de los dos años.

«Los casos de abuso en menores de edad no prescriben»

¿Qué tiene que hacer una mujer que es acosada o abusada en la actualidad y quiere denunciar?

– Cuando el abuso es en el día, las recomendaciones son ir rápidamente, depende donde estes, a una fiscalía ó comisaría. Lo ideal sería acudir a una institución especializada, en La Plata hay una en 12 entre 61 y 62, porque tenés todo un equipo que te toma la denuncia; te hacen la revisación médica; sacan las pruebas en el momento; te dan el cóctel para evitar el contagio de cualquier tipo de enfermedad. Hay un protocolo que se siguen en forma urgente y es necesario aplicarlo lo más rápido que se pueda porque si se dejan pasar días, las pruebas ya no se pueden obtener. En algunas localidades ya no hay instituciones especializadas, en esos casos, en la oficina de denuncias de la fiscalía te guían cómo proceder.

«Hay un protocolo que se siguen en forma urgente y es necesario aplicarlo lo más rápido que se pueda porque sino las pruebas ya no se pueden obtener»

A partir del relato de Thelma las mujeres se empezaron a animar a denunciar situaciones que pasaron hace tiempo. Si alguna quiere hacerlo pero no sabe cómo, ¿podrías contarnos cómo actuar en cada caso?

– En ambos casos, lo primordial es el acompañamiento, empezar a rodearse de mujeres, militantes, feministas que entiendan esta lógica, que puedan acompañar el proceso que es liberador, pero que a la vez es doloroso. Si bien poner las cosas en palabras, decirlo, es sanador; también es doloroso porque es volver a recordar cosas que queríamos ocultar. Está bueno tratar de buscar mujeres que estén convencidas de que lo que hay acá es un sistema patriarcal y machista que nos tiene oprimidas hace siglos y que necesitamos empezar a tomar la voz y generar acciones; porque si acudis a tu grupo de amigas y te dicen ‘mirá cómo te vestís’, por más que sean tus amigas no te va a servir mucho ese acompañamiento. Después, podemos ir a una segunda etapa en la que, junto con ese grupo de feministas, empezar a buscar algún grupo especializado que pueda hacer la primera escucha, que puedas hablar en confianza y que te pueda guiar en lo que vos queres hacer. A lo mejor vas de una a la comisaría o a la Fiscalía a hacer la denuncia, y volves peor de lo que fuiste, entonces está bueno buscar especialistas. En tercer lugar, el grupo que tome esa escucha verá qué es lo adecuado y qué es lo que la víctima quiere hacer porque hay mujeres que van a la escucha y no quieren denunciar, y esa es su decisión. Hay otras que van a la escucha, quieren denunciar y que termine ahí; y hay otras que quieren hacer todo el proceso; cualquiera de las tres decisiones está bien tomada.

«Poner las cosas en palabras, decirlo, es sanador; también es doloroso porque es volver a recordar cosas que queríamos ocultar»

Algunas mujeres encontraron en los últimos días en las redes sociales un modo de contar situaciones de violencia de género que padecieron, ¿Cuál es el mejor modo de hacerlo?

– Cada víctima hace lo que puede y lo hace de la forma que puede. En principio que salgan como tengan que salir, lo importante es que se diga. Después, con las redes sociales tengo algunos reparos. Una cosa es una denuncia de una actriz famosa que sale todo el mundo a bancar, y otra cosa es una compañera que a lo mejor está en absoluta soledad y cuando hace la denuncia se encuentra con que la red misma se le volvió en contra, y también hay que protegerse de eso porque las redes sociales tienen sus manejos patriarcales. Si las libera, está bien, pero a veces hay un nivel de exposición muy grande y todavía no sabemos bien qué pasa cuando la mujer se expone de ese modo. Por eso lo ideal es primero buscar un acompañamiento de carne y hueso.

«Hay que protegerse de las redes sociales porque tienen manejos patriarcales»

¿De qué manera se pueden prevenir el acoso o abuso sexual?

– El eje está en la prevención. Está bien hacer las denuncias, iniciar instancias judiciales, pero sabemos que el Poder Judicial está hecho en y por un sistema patriarcal y en realidad una vez que llegaste ahí, es porque el hecho ya sucedió, o sea que el daño ya está hecho. El desafío que tenemos es ir por la batalla cultural, empezar a poner en tensión todas las formas de violencia patriarcal que vivimos, poner en tensión el amor romántico, el deseo nuestro -si estamos con alguien porque lo deseamos o porque es el único pibe que me mira-, qué es ser mujeres, poner en tensión las relaciones con nuestros viejos, nuestros abuelos, nuestros tíos, nuestros hermanos. Tenemos que tensionar esos temas y desandar todo esto que tenemos tan arraigado. Obviamente los varones también tienen otro montón de cosas que hacer como renunciar a sus privilegios; empezar a dar un paso al costado; dejarnos que nosotras podamos avanzar en los pasos que vamos dando; dejar de preguntar por qué no pueden ir a una marcha, empezar a ubicarse un poco en el contexto. Lo ideal sería que no tuvieramos que denunciar más nada, pero para eso necesitamos mujeres más empoderadas y varones capaces de renunciar a sus privilegios y esto se logra con un cambio cultural y social.

«Necesitamos mujeres más empoderadas y varones capaces de renunciar a sus privilegios»

Y, ¿cuál es el rol de las instituciones en todo esto?

– Por ejemplo, en las escuelas hay muchas compañeras luchando por la ESI. Es complicado pero tenemos que dar esa batalla, tenemos que seguir dándola. Tenemos que exigirle al Estado que cumpla con las leyes que tenemos. La ESI es fundamental para empezar a desandar este camino y terminar con la violencia, hay que seguir insistiendo para que se aplique. Hasta que hagamos un mundo nuevo feminista, tenemos que seguir dando la pelea en las instituciones patriarcales, no nos queda otra.

«Tenemos que exigirle al Estado que cumpla con las leyes que tenemos»

¿Cuál es el rol de los medios de comunicación en esta lucha contra el acoso y el abuso sexual?

– Los medios de comunicación tienen un rol fundamental en cuanto a desnaturalizar los roles de género. El problema de los medios de comunicación es el morbo. Ver a Tinelli con las chicas con malla atrás, cuando él mismo les saca la pollera con los dientes a las bailarinas, diciendo que estaba muy conmovido por la denuncia de Thelma, es un golpe muy fuerte, tiene que ser un golpe muy fuerte, no lo podemos festejar. Por eso digo que hay que tener cuidado porque los medios muchas veces toman los casos más por una cuestión de morbo que porque les interese el caso. Con que los medios empiecen a desnaturalizar las asimetrías de género, con que empiecen a darle más aire a las mujeres y empiecen a dejar de tener esos comentarios misóginos respecto a las chicas, a cómo se visten; con que hagan eso, ya nos están dando una mano enorme. No hace falta ni siquiera que se pongan a cubrir estos casos.

«El problema de los medios de comunicación es el morbo»