No hay cultura sin mundo
Por iniciativa de un grupo de escritoras, ya son miles quienes suscribieron una breve y contundente declaración para llamar la atención ante la crisis climática global y prácticas destructivas que se siguen promoviendo desde sectores de poder.
Por: Valeria Foglia
Desde fines de agosto circula la iniciativa de un grupo de escritoras para visibilizar la destrucción ambiental que avanza a pasos acelerados. «No hay cultura sin mundo», se titula el texto, que ya cosechó miles de adhesiones y sitúa el reclamo en el marco de la pelea por justicia climática ante el “colapso climático ambiental y las propuestas agroindustriales”.
Gabriela Cabezón Cámara, Claudia Aboaf, Claudia Piñeiro, Soledad Barruti, Maristella Svampa, Enzo Maqueira, Hinde Pomeraniec, Dolores Reyes, Mariana Enríquez, Julián López, Samanta Schweblin, María Moreno y Mempo Giardinelli son algunos de los firmantes del documento enviado a las autoridades nacionales, que pone en cuestión qué es la cultura a la luz de “prácticas despiadadas y el trato de la vida total como mercancía”.
Desde el ámbito de las letras se suman así a las voces que reclaman contra la degradación ambiental y denuncian el extractivismo, cuyos efectos más brutales se vieron este año con las quemas intencionales en el delta del Paraná y las sierras cordobesas, pero que desde hace décadas se exponen con los desastres de la megaminería, el agronegocio, el fracking, la sobrepesca y la contaminación industrial.
Denuncian “crímenes sexuales, crímenes ecológicos y crímenes políticos” por parte de quienes explotan cuerpos y territorios. “Las perturbaciones ecológicas no solo traen enfermedades, exacerban las desigualdades”, aseguran, y reclaman contra la quema de humedales, las megagranjas industriales de cerdos que se propone instalar el Gobierno en norte y sur del país, la megaminería, la agricultura industrial, los agrotóxicos, los combustibles fósiles, la deforestación y la explotación animal, así como se suman al reclamo histórico por una ley de humedales, algo que se discute otra vez en Diputados y que ya cuenta con varias iniciativas, incluida la de la izquierda.
La declaración es corta, simple y al hueso: “No hay cultura sin mundo”. Las escritoras y los escritores que la firman están en lo cierto: si no hay planeta, no existirá nada de lo que hacemos ni aquello que soñamos construir.