por Noor Jimenez Abraham *
El espacio del Multiteatro estaba repleto, periodistas que se agolpaban en la puerta para oír al colectivo de Actrices Argentinas, esta vez ellas no se subirían al escenario para contar la ficción sino una realidad que por tiempo estuvo oculta y que ahora venían a sostener. La denuncia era de una de ellas, Thelma Fardín, por abuso y violación del actor Juan Darthes, en 2009, durante una gira en Nicaragua mientras representaban la obra Patito Feo.
Por ese entonces ella tenía 16 años, y el grupo estaba constituido por adolescentes, excepto el acusado, que contaba con 46 y era considerado “un hombre de familia” como lo definieron más tarde quienes se esforzaron por defenderlo desde que otra actriz, Calu Rivero, lo denunció hace 5 años por cuestiones similares.
Mientras una filmación mostraba a Thelma contando detalles del delito cometido contra ella, la sororidad de sus compañeras las unía en un hilo de llanto, abrazos y contención, “comprendimos que estando organizadas y juntas nos multiplicábamos”, dijeron a la prensa mientras pedían responsabilidad en el seguimiento del tema.
“Esto recién empieza”, manifestaron las actrices. ¿Qué pasó antes, entonces? ¿Por qué no fueron escuchadas las otras denuncias, había que contar detalles de una violación, era necesario llegar hasta una conferencia de prensa a la que asistieron también medios del exterior? Pero no todas las mujeres tienen esa posibilidad.
“Según una encuesta reciente de SAGAI, el 66% de les intérpretes afirmó haber sido víctima de algún tipo de acoso y/o abuso sexual en el ejercicio de la profesión. Se parece más a una norma que a una excepción” afirmaron a través del documento presentado por el colectivo de actrices. Ellas hicieron hincapié en la cosificación de la que son objeto justamente a raíz de su trabajo, “se envía a menores de edad de gira sin tutelaje suficiente y adecuado. No hay protocolos de acción frente a casos de abuso”; situaciones naturalizadas, repetidas, y casi nunca contadas.
En una semana en la que en la provincia de Buenos Aires se cometieron 5 femicidios en 5 días, con víctimas que habían denunciado hasta 17 veces a quienes se convertirían en sus asesinos, y una justicia que no actuó en consecuencia, la pregunta es, ¿qué pasa con la palabra de las mujeres? ¿Cuánta complicidad hubo y sigue existiendo para que estos delitos continúen reproduciéndose?
El martes 11 de diciembre el colectivo de Actrices Argentinas tomó la bandera del feminismo, ese que denuncia, que no se calla; ya desde la campaña por la legalización del aborto seguro y gratuito ellas habían estado presente con su compromiso manifiesto. Cuentan con el impulso que hace que la identificación de muchas personas con su imagen conocida haga que su voz propague los mensajes.
“Mirá como me ponés”, les decía Darthes a las cuatro mujeres que ya lo acusaron por abuso, en una clara conducta que una y otra vez culpa a las víctimas de las violencias ejercidas contra ellas. Cuántas veces esa frase repetida en las calles, en las casas, en los trabajos, en las instituciones para justificar delitos; algunas lo pudieron contar, otras aun lo callan, porque no es fácil, lleva tiempo, dolor, un recorrido que la sociedad debe acompañar y el estado garantizar.
*Doctora en Ciencias de la Comunicación Social
@noor_j_abraham