Un breve repaso, no por breve menos importante, de las situaciones que nos están obligando a vivir.
Por María Inés Alvarado*
para Diario Digital Femenino
Luego de un comienzo de clases desparejo en algunas provincias, y con miras a completar el inicio de la jornada escolar a partir del lunes 4 de marzo, se presenta el fantasma de un nuevo paro nacional docente, frente al fracaso de la reunión paritaria nacional. Sumado a este reclamo, aparece la decisión del gobierno de LLA de eliminar el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). Este derecho, creado por ley el 18 de enero de 1998, representa una norma que, para mejorar la retribución docente de todas las escuelas del país, cumpliendo un rol compensador, y para modificar inequidades entre los salarios docentes de cada provincia. Si bien este conflicto pareciera ser el motivo de una arista más del ataque a la educación -no sólo pública- que lleva adelante el plan de ajuste del gobierno de Javier Milei, se suma a muchos otros discursos a los cuales debemos enfrentarnos para garantizar, no solo una educación de calidad, sino también el derecho de NNyA a tener una vida libre de violencias.
Y esto es lo que mas hace ruido en el contexto actual. Quienes venimos defendiendo a la Educación Sexual Integral (ESI), desde que salió por ley en 2006, sabemos que hablar de ESI implica libertad, y hoy ese término, está por demás devaluado por culpa del gobierno, que tiene una idea limitada sobre dicho concepto. Por eso, y frente a un ciclo lectivo cargado de debates, movilizaciones y reclamos, se hace indispensable comenzar el año en cada curso planteando el verdadero significado de esta palabra. La ESI es libertad, porque promueve el diálogo, la escucha, la posibilidad de tomar decisiones, de informarse correctamente, de prevenir embarazos no deseados, y fundamentalmente de poder poner fin a la violencia y a los abusos sexuales contra la niñez y la adolescencia.
Sin embargo, para el gobierno actual, la libertad tiene un sentido más acotado, relacionado básicamente con el liberalismo económico. Según Vladimir Cares, en su nota ¿Cuál es el concepto de “libertad” que profesa Milei?, publicada en Página 12 en noviembre de 2023, este término está vinculado a dos intelectuales austríacos de principios del siglo XX: Ludwig von Mises (1881-1973) y Friedrich Hayek (1899-1992), quienes planteaban que “la libertad económica debe primar por sobre todo” y esta mirada acerca del término justifica, no solo la violencia como estrategia para alcanzar sus objetivos, sino también al fascismo y las dictaduras “en épocas de crisis y amenazas al régimen capitalista la reacción fascista es imprescindible a la hora de salvar el sistema”, explica Cares. Para luego explicar que, el concepto de libertad que profesa Milei es aquella en la cual “lo esencial es la libertad económica dentro de un régimen de mercado; que las libertades civiles están supeditadas a la vigencia de la libertad económica y que por ello la democracia es deseable pero no imprescindible; que en determinadas situaciones la violencia fascista es necesaria para enfrentar las crisis sistémicas graves”.
Con esta explicación, tenemos herramientas para ir a las aulas a explicar el porque de las decisiones arbitrarias relacionadas con la censura que tomaron desde la presidencia de la Nación. Prohibir el uso del lenguaje inclusivo y cualquier referencia a la perspectiva de género en los documentos de la administración pública es una medida que atenta contra las libertades individuales, porque no permite la libertad de que cada persona pueda expresarse como sienta. La amenaza de privatizar los medios públicos, como Telam y la TV Pública o cerrar la empresa de contenidos educativos Educ.Ar también es un peligro para la libertad democrática. El cierre del cierre del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), implica también, dejar de garantizar la protección de los derechos humanos de la ciudadanía dado que esta institución viene promoviendo y protegiendo a las personas que sufren algún tipo de discriminación.
Llevar a debate las cuestiones homofóbicas y la banalización que el presidente hace acerca de la pedofilia y las agresiones sexuales; la utilización de términos despectivos que aluden a la discapacidad, como el “mogólico”; el ensañamiento con personas que piensan diferente; o la poca capacidad de tener una mirada crítica, también deben formar parte de las currículas de este año. Dejar en claro que estas conductas son violentas, sobre todo porque quien las reproduce tiene una posición política de privilegio y es la máxima figura de responsabilidad en el ejercicio del poder y que, la libertad de expresión no es solo decir lo que una persona piensa o siente en un momento determinado sino también implica ser responsables frente al efecto que causan esas expresiones.
(*) Docente, comunicadora. Co-directora de La ESI en juego.
Columnista de Diario Digital Femenino– De ESI Sí Se Habla
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